No hay cambio energético sin la rehabilitación de edificios

Dice un refrán: “Si tienes dinero pero ni dos dedos de luces, compra una casa antigua para reformarla”. ¿Será que no tenían razón? Desde el punto de vista de la ecología, tiene mucho sentido rehabilitar una casa en vez de derribarla y construir de cero. Muchas medidas constructivas para mejorar la eficiencia energética están subvencionadas y han alcanzado la madurez tecnológica. Pero en este segmento de la construcción falta mano de obra especializada, material y máquinas. Estas últimas se pueden adquirir en el mercado de la maquinaria usada.

Hay una gran falta de vivienda en toda la Unión Europea. En especial, falta espacio habitable asequible en las ciudades. La Unión Europea presta apoyo financiero, sobre todo, para la construcción de viviendas sociales y de estudiantes, y para residencias asistidas. Pero solo con la obra nueva no se soluciona el problema si además de la falta de vivienda se tiene en cuenta la amenaza del cambio climático. Otra solución parcial: la renovación de edificios existentes.

La diferencia está en la energía gris. Esa es la energía empleada en la creación del edificio, esto es, la construcción en sí misma, la fabricación de los materiales, su transporte y hasta su eliminación a la hora del derribo de la edificación. Así, para la obra nueva se consume gran cantidad de energía gris. La mitad de todos los recursos consumidos se deben al sector de la construcción. Y el 60 % de la basura procede de este sector: nos corresponden 2,5 t de desechos de la construcción por persona y año.

La rehabilitación de edificios trabaja sobre la energía gris del edificio existente, ya que se evitan los recursos del derribo, la eliminación y la nueva construcción. Por tanto, desde el punto de vista de la ecología, tiene sentido apostar por la reforma de los edificios ya construidos. Pero, al año, solo el 1 % de los edificios de la Unión Europea se someten a un saneamiento energético. No es suficiente si hasta el 2050 queremos alcanzar la tan proclamada neutralidad climática en Europa.

Alrededor de dos tercios de los edificios en Europa carecen de eficiencia energética. ¿A qué se debe? En Alemania, por ejemplo, el 40 % de los edificios actuales se construyeron antes de 1979. Por aquellos tiempos no había normativa relativa a la neutralidad climática. Además, los costes de calefacción eran tan bajos, que durante la construcción se prescindía del gasto adicional para lograr una eficiencia energética. Según algunas estimaciones, el 65 % de las fachadas de los edificios alemanes no están aisladas y el 70 % de la tecnología doméstica está desfasada. La mayoría (90 %) de las casas actuales, muchas de ellas de baja eficiencia energética, perdurarán hasta el año 2050. Por tanto: existe un enorme potencial, tanto para el medioambiente como para este segmento de la construcción.

Existen diversas formas de mejorar la eficiencia energética de un edificio. La opción más rentable depende de cada edificación. Casi siempre vale la pena optimizar el aislamiento perimetral. El calor se pierde por ventanas y puertas ineficientes, al igual que por muros exteriores, techos y tejados insuficientemente aislados. La instalación de sistemas de ventilación con recuperación de calor reduce las pérdidas adicionalmente. Otra medida es el ensayo de hermeticidad de la casa.

Un punto esencial del saneamiento es la sustitución de tecnologías obsoletas de calefacción y climatización. Existen diversos sistemas: siguen siendo muy usados los combustibles fósiles, aunque con calderas eficientes. Como combustibles regenerativos se emplean mucho los pélet, p. ej., de madera. En ocasiones, vale la pena instalar una bomba de calor. También hay versiones híbridas, en las que se combinan varias fuentes de energía.

Últimamente, se ha extendido la generación de energía para autoconsumo. La fotovoltaica genera electricidad y la unidad solar térmica complementa la instalación de agua caliente.

Flaquea por la falta de material y de personal especializado. Debido a la interrupción de las cadenas de suministros hay escasez de materiales en casi todos los sectores. Y la inflación ha incrementado mucho los precios de los productos. Para reducir el volumen de las inversiones, es recomendable que las empresas de este segmento de la construcción enfoquen el mercado de la maquinaria usada. En él se encuentra todo lo necesario para las empresas de la construcción, procedente de cierres de empresas y reestructuraciones.

El mercado de la maquinaria usada se parece en mucho a la restauración de edificios: conserva lo antiguo y diseña nuevos conceptos para la Europa en neutralidad climática.

Una de las plataformas líder en Europa para máquinas de ocasión y equipos empresariales es Surplex.com, donde se encuentran máquinas modernas bien mantenidas de los más variados sectores industriales, como el metal, la madera o la construcción, por los que se puede pujar con precios asequibles. Tanto el cerrajero de la construcción como el carpintero de obra encontrarán sus máquinas. Para el trabajo a pie de obra se ofrecen máquinas y herramientas: desde las sierras de suelo hasta la plataforma elevadora y el andamio. Además de los equipos de taller para la construcción de puertas y ventanas, también se podrán obtener dispositivos más pequeños para el técnico en climatización o calefacción, el instalador eléctrico y otros oficios. Y, por último, pero no menos importante: en Surplex hay una oferta constante de equipos fotovoltaicos para el suministro de electricidad.