La asociación hace un llamamiento a las Administraciones Públicas, para que los Fondos Europeos para la rehabilitación aseguren una mayor protección contra el fuego
Afelma señala que España debe mejorar la seguridad pasiva contra incendios en los edificios
La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma) señala que el parque edificado actual puede y debe ser mejorado, para conseguir una mejor y más adecuada protección pasiva contra incendios. De hecho, Afelma hace un llamamiento a las Administraciones Públicas, para que tomen medidas para asegurarse de que los fondos europeos se utilicen también para hacer mejoras en este capítulo, tratándose probablemente de la mayor oportunidad de este siglo, para mejorar la seguridad de los edificios, a la vez que se aumenta su eficiencia energética.
La protección pasiva hace referencia a aquellas medidas que cumplen la función de prevenir la aparición de un incendio, impedir o retrasar su propagación o la generación de humos, y facilitar por último su extinción, sin necesidad de intervención humana o de un aporte de energía externa. Un ejemplo es la protección de la estructura, el sellado de penetraciones, las juntas y barreras cortafuego o las soluciones de sectorización de incendios. Su existencia es fundamental para evitar pérdidas humanas y materiales, facilitando la evacuación de las personas, así como la intervención de los servicios de emergencia. Se deben tener en cuenta estos factores tanto en obra nueva como en la rehabilitación.
Afelma señala que la sociedad tiene la necesidad de estar preparada para evitar estos incendios, ya sean residenciales o terciarios (naves, centros logísticos, oficinas, centros educativos y sanitarios, centros comerciales...) y destaca que una de las medidas más importantes en cuanto a seguridad pasiva es la instalación de los materiales aislantes apropiados.
Estos presentan características muy diversas frente al fuego, tanto por su reacción ante las llamas, como por las emisiones de humos y la formación de gotas al arder. Por este motivo, Afelma quiere concienciar a las Administraciones Públicas y a todos los agentes implicados (promotores, proyectistas, aseguradores, etc.) de la necesidad de utilizar materiales incombustibles en la envolvente de los edificios y pide la revisión de la reglamentación existente sobre seguridad pasiva contra incendios en edificios.
La necesidad de mejorar el CTE
En concreto, Afelma reclama la mejora del Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI) del Código Técnico de Edificación (CTE), una regulación que la asociación considera poco exigente e insuficiente, en comparación con otras reglamentaciones europeas, en materia de protección contra incendios.
Este Código, en opinión de Afelma, debería ser especialmente riguroso en la regulación de los materiales aislantes, dada su presencia en múltiples soluciones constructivas. Para evitar las consecuencias devastadoras que puede tener un incendio, es fundamental que la legislación incentive aquellas soluciones que, al mismo tiempo que mejoran el aislamiento térmico y el confort acústico, no contribuyan a propagar el fuego, como es el caso de las lanas minerales, que por su naturaleza inorgánica son materiales incombustibles.
La apuesta por aislantes de lanas minerales contribuye a reducir la propagación del fuego en caso de incendio en un edificio.
La velocidad a la que se propaga un incendio está ligada a la cantidad de material combustible presente en el edificio y a su grado de combustibilidad. En general, todos los materiales empleados en la construcción de un edificio son relevantes, pero en el caso de los aislantes esta importancia es aún mayor al estar presentes en gran número de aplicaciones (fachadas, cubiertas, tabiques, medianeras, etc.) con grandes espesores que dotan al edificio de mayor eficiencia energética, ocupando estas superficies en su totalidad y estando expuestos a altos riesgos como el contacto directo con cableados eléctricos. En este contexto, queda patente que la elección de un material aislante constituye una cuestión de primer orden.
Por otro lado, tal y como señala Miguel Ángel Gallardo, presidente de Afelma, “este es un momento clave para que, dentro del marco europeo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, se invierta en solucionar los problemas de seguridad frente al fuego de algunos edificios que, por sus características de altura o uso, están más expuestos a sufrir incendios. Es fundamental insistir en la necesidad de utilizar productos incombustibles en la envolvente y optar por materiales, como las lanas minerales, que además de contribuir a un mejor aislamiento del frío, del calor y del ruido, también ofrecen seguridad en caso de incendio, siendo respetuosas con el medio ambiente”.
En su objetivo de avanzar en la concienciación y sensibilización frente a esta problemática, Afelma ha firmado recientemente un convenio de colaboración con la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), junto a quienes ha creado un grupo de trabajo, para avanzar en la concienciación sobre la prevención y la seguridad en la edificación.
La seguridad contra incendios, más allá de los edificios residenciales
Asimismo, y lamentablemente, existe también un número no desdeñable de incendios en negocios abandonados y ocupados que suponen un riesgo en la propia nave y en las colindantes. Los incendios en naves logísticas u otros establecimientos industriales son cada vez más frecuentes.
Su complejidad, desde el punto de vista de configuración, versatilidad de sus actividades, materiales utilizados o la incorporación de nuevos riesgos a las estructuras, como puede ser la más que habitual tendencia actual de instalación de paneles fotovoltaicos en las cubiertas, hacen necesario una consideración especial a este tipo de infraestructuras.
Pero ¿nos protege la situación reglamentaria actual contra incendios en edificios industriales? El RSCIEI, Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Edificios Industriales, data de 2004, y se basa en la carga de fuego aportada por los materiales presentes dentro del edificio; sin embargo, pasa inadvertido el riesgo de la propagación de los materiales de la fachada y de la cubierta. En este sentido, desde Afelma creen necesaria también la revisión de esta legislación, limitando el uso de productos combustibles en la envolvente.