Se ampliará hasta alcanzar los 2.500 m² expositivos con la incorporación de dos edificios históricos anexos, para incrementar su uso social y administrativo

El Palau Güell completará uno de los proyectos de rehabilitación más ambiciosos de Barcelona y dotar al edificio, Patrimonio de la UNESCO, de mejores servicios y accesibilidad, para adaptarlo a las necesidades sociales actuales. Para ello, la Diputación de Barcelona, propietaria del edificio, ampliará en 500 m², hasta alcanzar los 2.500 m² de capacidad expositiva, tras la adquisición de dos edificios anexos: Casa Jordà y Casa Fradera. Las obras se prevén que finalicen a principios de 2026 y tendrán una inversión aproximada de 5 millones de euros.

El Palacio Güell es uno de los primeros encargos de Antoni Gaudí que, entre sus particularidades, se trata del primer edificio que vio acabado en vida y, además, es la única obra del célebre arquitecto en el casco antiguo de Barcelona (Nou de la Rambla, 3-5). Foto: Montserrat Baldomà.

El Palau Güell fue uno de los primeros encargos del célebre arquitecto catalán, Antoni Gaudí, en sus inicios de su carrera profesional. Fue la primera obra que vio finalizada en vida y también la única que se encuentra en el casco antiguo de Barcelona, junto a Les Rambles. Una construcción que se finalizó en 1890 por encargo de Eusebi Güell, uno de los industriales más importantes de Catalunya, convirtiéndose en una de las joyas arquitectónicas del modernismo catalán, que en 1984 fue declarado Patrimonio de la UNESCO, y que recibió en 2019 la visita de 200.000 turistas.

Desde que en 1945 la Diputación de Barcelona recibiera la donación de la hija de Eusebi Güell, Mercè Güell, con el firme propósito de garantizar su conservación y preservación arquitectónica, el edificio ha vivido dos reformas, la última en 2011. El proyecto actual pretende ampliar el palacio y dotarle de mejores servicios, como indicó Nuria Marín, presidenta de la Diputación de Barcelona, durante la presentación del proyecto: “Es importante contribuir a preservar el patrimonio histórico, pero también a adaptarlo a los retos actuales y, en especial, de la sociedad actual, para que sea más accesible y próxima a todos”.

Un acto que también contó con la presencia de Jaume Collboni, teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Barcelona y vicepresidente de la Diputación de Barcelona, quien confirmó el profundo interés del gobierno municipal por “revitalizar el espacio cultural del Raval y la gran contribución por preservar el legado histórico como es el Palau Güell”.

Por su parte, Joan Carles García Cañizares, diputado de Cultura, reconoció la importancia del edificio y cómo durante los años peligró su edificación y los usos que ha tenido, en especial, durante la guerra, convirtiéndose en una comisaría, reconociendo, a su vez, la importancia de la preservación “por mantener y perpetuar la obra de Gaudí en el centro de la ciudad y garantizar una mayor funcionalidad a los visitantes”.

Tras el acto institucional, Joan Closa, responsable de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona, expuso los trabajos que van a realizarse en el Palau Güell de forma inmediata, ya que el proyecto se encuentra en fase de licitación. Además, por lo pronto, en breve saldrá a concurso las bases para la elección del estudio de arquitectura que impulsará esta gran reforma y rehabilitación, que durará hasta principios del 2026.

El plan de ampliación y protección del Palau Güell contempla la anexión de dos edificios históricos junto al palacio: Casa Jordà (Nou de la Rambla, 7) y Casa Fradera (Nou de la Rambla 1, bis). El primero de ello, Casa Jordà, se construyó en 1844, tras su reconstrucción por un bombardeo, y fue adquirido por la Diputación de Barcelona en 2014. Se trata de un edificio de viviendas de 4 plantas más planta baja que tiene la particularidad que ya existía cuando Gaudí diseñó el Palau Güell. En este sentido, se acordó que la altura del Palau Güell no debía superar la de la Casa Jordà.

Este edificio permitirá instalar ascensor, ampliar servicios y reubicar la zona administrativa del propio Palau. “Con esta actuación, se conseguirá mejorar la visita a las personas con movilidad reducida. Además, se les permitirá visitar la azotea que con la actual disposición no pueden acceder ni a la terraza ni al subterráneo. Con este plan se pretende proteger lo que ya existe y mejorar los estándares actuales. Por ello, se prevé modificar también los techos de la finca, para que sean una continuidad del Palau Güell actual”, explicó Joan Closa quien hizo énfasis en que “Casa Jordà es un edificio histórico, por que lo que no se modificará la fachada, sólo el interior, para mejorar los servicios del área expositiva”.

En cuanto a la Casa Fradera, se trata de una casa construida en 1850 y que acogerá una de las carencias del edificio: una sala de actos y de exposición cultural “para abrirse a la ciudadanía y mejorar el acceso del visitante”, añade Closa. En este caso, Casa Fradera funcionará como una unidad independiente, ya que su acceso será por el exterior y no comunicará interiormente con el Palau Güell como Casa Jordà.

Este plan de ampliación y rehabilitación permitirá recuperar tres espacios emblemáticos del Palau Güell que, por ahora, estaban restringidos al público, como son las dependencias personales de Eusebi Güell: su despacho, la zona de negocios y administrativa y la antigua biblioteca. Estos espacios están ocupados, actualmente, por el personal del propio Palau Güell y tienen un alto valor arquitectónico.

En términos de preservación y conservación, el proyecto también contempla actuaciones que no sólo contribuirán a mejorar la atención al visitante, sino que también a la seguridad, evacuación y accesibilidad que quedará garantizada en todas las plantas del edificio.

Instantáneas del antiguo despacho de Eursebi Güell y su biblioteca. Espacios de alto valor arquitectónico que, actualmente, están restringidos al público porque se destinan a la administración del propio Palau Güell.

El plan de ampliación y rehabilitación del Palau Güell permitirá conservar esta pieza museística y abrir sus espacios a la vía pública. Una actuación que tiene un presupuesto de 5 millones de euros (sin incluir la adquisición de los dos edificios anexos), para contribuir a su preservación y dotarlo de espacios más funcionales y de gestión.