Los lavabos de Bathco en una reforma en la Plaça del Vi de Girona
El proyecto consiste en una rehabilitación integral de un 2º piso de 135 m² de superficie. El edificio está construido mayoritariamente por sillares, con balcones con barandillas de hierro forjado.
Tiene entrada de luz natural por tres fachadas. La escalera del bloque respeta la singularidad arquitectónica y las raíces del edificio, conservando los peldaños de mármol natural y el montacargas original, con ornamentaciones de hierro forjado y madera, cableados vistos e interiores únicos de la época. Es un claro reflejo del paso del tiempo.
Originariamente la vivienda estaba dividida en dos zonas muy marcadas; la zona del servicio (en la parte oeste), más funcional y menos lujosa, donde estaba la cocina, un espacio de droguería, un dormitorio y un baño, el cual se accedía por un pasillo muy estrecho. Los propietarios hacían vida en la otra parte de la vivienda (cara este), más iluminada y con vistas a la plaza y el Pont de Pedra. Al acceder, había un recibidor que conducía a la sala de estar-comedor o bien a un pasillo que conectaba los dos dormitorios y un baño.
La reforma proporciona un salto cualitativo a la vivienda sin perder la esencia y el alma del edificio. Se crean nuevas aperturas para obtener una planta más libre y proporcionar diferentes puntos de fuga desde cualquier lugar del aposento. Gracias a la presencia de las tres fachadas y esta visión más diáfana, se potencia significativamente la entada de iluminación natural, bañando de luz y claridad cada rincón de superficie. Se redefine el uso de cada espacio, y se articula cada aposento para proporcionar fluidez de circulación, coherencia y comodidad para el usuario.
La zona de día se sitúa en la primera nave, donde también se encuentra el acceso a la vivienda. Consiste en una superficie completamente diáfana donde la cocina, el comedor y la sala de estar comparten espacio. Gracias a los balcones a ambos lados de fachada (oeste y este), la zona multifuncional está inundada de luz natural y tiene una ventilación cruzada.
La zona de la noche, situada en la segunda nave, aparentemente puede parecer una prolongación de la zona de día, puesto que está muy conectada a esta. El dormitorio-suit principal y la biblioteca quedan totalmente abiertas en el espacio, a pesar de que se pueden privatizar mediante dos puertas corredizas de vidrio con perfiles metálicos de estilo industrial. Estas son un elemento característico y protagonista de la reforma. En el baño de la habitación principal se coloca el lavabo Bruselas de 70 sobre mueble a medida.
Combinando pasado y presente, la intervención incorpora un sobrio juego de materiales que coexiste con la historia de la vivienda. Se restaura cuidadosamente para recuperar materiales y elementos originales, como por ejemplo las paredes de piedra, la vuelta, las aperturas originales de madera...
Domina una gran armonía visual, con diálogo entre los diferentes espacios y juego de contraste creado por los tonos ocres y marrones del parqué de roble natural, la piedra y los lacados negros de las vigas, mobiliario e instalaciones vistas, que a la vez dan carácter y personalidad a la vivienda.
Otro de los baños es un espacio alargado y estrecho, por ello se decide instalar sanitarios suspendidos que permitan una visión más ligera, por ello se coloca el lavabo París suspendido.
Para conseguir ese mismo efecto visual de limpieza y ligereza, en el tercer baño se puede encontrar también suspendido el lavabo Bruselas de 60.