Dime qué tipo de humedad sufres y te diré cómo solucionarla
Las humedades son uno de los problemas más comunes en los hogares -causan una de cada cuatro patologías que padecen los edificios- y no es una cuestión de estética sino que incluso puede comprometer la salud del propio inmueble. Sin embargo, su solución dependerá de su tipología y origen, pues no todas las humedades son iguales ni pueden tratarse de la misma manera, tal y como señala Propamsa, la compañía experta en soluciones innovadoras para una construcción saludable.
Humedades por filtración
Así, según los expertos, en la vivienda podemos encontrar hasta cuatro tipos de humedades diferentes. Entre ellas, unas de las más frecuentes son las humedades por filtración, ya sea a través de cubiertas, balcones, paredes o muros. Su solución pasa directamente por la impermeabilización o, lo que es lo mismo, por colocar una lámina que impida que el agua líquida entre en contacto con el suelo y la pared. Estas láminas, advierte Propamsa, pueden ser discontinuas, y deben ser colocadas por personal especializado, con el riesgo de no quedar bien unidas.
Para que esto no ocurra, lo idóneo es emplear un formato de impermeabilización líquida que permita conseguir una película uniforme, siendo además rápidas y sencillas de aplicar mediante la preparación de un soporte al ser adheridas. Las láminas más adecuadas para este tipo de humedad serían las cementosas flexibles, ya que son más versátiles, compatibles y eficientes.
Humedades por capilaridad
También pueden surgir las humedades por capilaridad, procedentes del suelo, principalmente en construcciones donde los muros no han sido adecuadamente impermeabilizados. Estas pueden originarse tanto en edificaciones antiguas como modernas, ya que es un proceso físico por el que el agua presente en el terreno entra en contacto con la construcción y se difunde por ella de manera ascendente a través de los poros de los materiales.
Esto provoca un rápido deterioro de las viviendas y un efecto estético desagradable, por lo que la mejor manera de actuar por el interior será frenar la subida del agua inyectando en el muro una barrera que impida la ascensión capilar. También impermeabilizando superficialmente el muro al menos medio metro por encima del punto más alto del nivel donde ha llegado la humedad. En el exterior, se deberán aplicar sobre los muros saneados morteros macroporosos muy transpirables que faciliten la evaporación de la humedad y eviten el deterioro y aparición de manchas en la fachada.
Humedades por condensación
Asimismo, también podemos encontrar humedades por condensación. Surgen en el interior de las viviendas debido a la humedad en forma de vapor que, al entrar en contacto con la denominada ‘pared fría’, produce un choque térmico que se transforma en agua líquida, dando lugar a la proliferación de hongos y musgos en la pared y otras partes de la edificación.
Una manera de evitarlas es equilibrar las temperaturas entre el exterior y el interior de la casa, por ejemplo, abriendo las ventanas. No obstante, la solución técnica pasa por cortar el puente térmico con un aislamiento térmico por el exterior que evite ese desequilibirio de temperaturas, el derroche energético y, a la vez, permita un ahorro de consumo que se trasladará en la factura de la luz.
Humedades por accidente
Por último, pueden aparecer las humedades por accidente, como la rotura de una tubería, algo inevitable y circunstancial, cuya solución dependerá exactamente del origen de la fuga de agua y su reparación.
Una solución para cada problema de humedad
Precisamente, para acabar con todo tipo de humedades, compañías como Propamsa disponen de soluciones prácticas que se aplican de forma fácil y y sencilla. Entre ellas, está Propam Impe Flex, un impermeabilizador líquido flexible cementoso para casos de humedades por filtración o Propam Cal Sec, un mortero macroporoso que evita el deterioro de las edificaciones facilitando la evaporación de la humedades por capilaridad.
En el caso de humedades de condensación, cuya solución radica en el aislamiento térmico, Propamsa cuenta con Propam Aisterm, un sistema que permite llevar a cabo este aislamiento de la vivienda desde el exterior sin tener que restar metros a la edificación ni realizar ningún trabajo en el interior.