La Comisión Europea subraya la importancia de la rehabilitación como un pilar fundamental de la estrategia Energy Efficiency First
La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma) ha tomado buena nota de las recomendaciones que la Comisión Europea ha incorporado en una guía sobre los principios en torno a los cuales se debe enmarcar el sistema energético de la Unión Europea. Algunas de estas recomendaciones concuerdan estrechamente con los argumentos que la propia asociación ha adoptado en las diversas reuniones que ha mantenido con las diferentes administraciones, tanto nacionales como autonómicas, y con los que busca que se fomente el ahorro energético en la construcción con vistas a minimizar la demanda energética.
Energy Efficiency First es el principio fundamental que debe guiar a los políticos a la hora de planificar e invertir en el sector energético, y pone en el centro la importancia de tener en cuenta el valor de invertir en eficiencia (incluido el ahorro energético y la respuesta a la demanda), en todas las decisiones sobre el desarrollo del sistema energético, bien sea en viviendas, oficinas, fábricas o el transporte. Aunque no tiene calidad de directiva, se trata de un principio clave dentro de la estrategia, Renovation Wave, con la que la CE busca duplicar la tasa de rehabilitación de edificios en la UE en los próximos 10 años y asegurarse de que estas obras resulten en mayores niveles de eficiencia energética.
La guía, a la que se puede acceder a través de este enlace, hace hincapié en la importancia de la eficiencia energética para la salud humana y en la necesidad de medir factores como la capacidad de mantener una vivienda a la temperatura adecuada -incluso en el contexto del cambio climático-, la ventilación apropiada, la calidad del aire interior o el nivel de contaminación acústica a la hora de cuantificar el impacto positivo de las obras de rehabilitación.
En el documento, la CE resalta la relativa facilidad técnica de rehabilitar el edificio comparado con otros sectores, y el coste relativamente bajo de estas actuaciones, teniendo en cuenta que los edificios son responsables del 40% del total del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la UE. Destaca que la renovación de edificios a gran escala puede reducir la demanda energética, y que aporta numerosos beneficios para la economía, la sociedad y el medio ambiente si se tiene en cuenta todo el ciclo de vida del edificio. La guía también recoge algunas de las principales reivindicaciones de Afelma como, por ejemplo, la relativa a la adopción de un pasaporte energético para los edificios que sirva como incentivo para abordar reformas con un impacto a largo plazo, o la necesidad de fomentar la mejora del aislamiento de la fachada del edificio antes de incorporar otras medidas como, por ejemplo, la sustitución de los sistemas de calefacción.
Oscar del Río, presidente de Afelma ha comentado, “a nivel técnico, las medidas contenidas en la guía de Energy Efficiency First de la Comisión Europea -por lo menos en el capítulo referente a la rehabilitación de edificios-, coinciden con las que llevamos tiempo reclamando. Se trata de un documento de recomendaciones y, por tanto, no de obligado cumplimiento, sin embargo, el trabajo exhaustivo que se ha realizado para elaborar esta guía la transforma en un documento de gran valor, que recoge consejos avalados por algunos de los mayores expertos en el asunto. Esperamos, por tanto, que las autoridades nacionales y regionales en nuestro país la tengan en cuenta a la hora de desarrollar la normativa, con vistas a alcanzar las enormes reducciones de consumo energético que son posibles si se hacen las cosas bien”.
El pasado mes de abril, Afelma y otras asociaciones del sector de la construcción mostraron su disconformidad con algunos aspectos del texto final de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, solicitando que se considerara el ahorro energético y la reducción de la huella de carbono en todo el ciclo de vida del edificio y no solo en el proceso de construcción. Además, la adopción de materiales adecuados en los procesos de construcción o de rehabilitación de un edificio puede evitar la emisión de 200 toneladas de CO2, o lo que es lo mismo, la cantidad que consumirían 200 árboles a lo largo de la vida útil del edificio.