La 2ª edición del Día del Fuego virtual analiza los nuevos retos del sector aportando diversas soluciones que garantizan la calidad y seguridad contra incendios

La Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios (Tecnifuego) y Cepreven organizaron el pasado 22 de junio el 2º Día del Fuego virtual bajo el lema ‘Ante las catástrofes naturales, la PCI más relevante que nunca’. Durante la jornada, diferentes expertos mostraron los diferentes puntos de vista sobre la actualidad, aportando soluciones creativas y anticipándose a los nuevos retos a los que se enfrentan los profesionales y la sociedad, con un objetivo común y permanente: garantizar la calidad y por tanto la seguridad contra incendios en todos los ámbitos de la vida.

Durante este año han acaecido diferentes catástrofes naturales en España: la nevada Filomena, los terremotos en Granada, tormentas, ciclogénesis etc. Los daños sufridos en las instalaciones contra incendios, los edificios y los bosques han sido cuantiosos y pueden poner en grave riesgo la seguridad de las personas y bienes. Los siniestros han aumentado hasta un 40% en este periodo. Por otra parte, la irrupción del COVID-19 y la consecuente adopción del teletrabajo en muchas empresas, ha dejado desatendidas o peor atendidas las instalaciones de incendios. Esto hace necesario la implementación de nuevas tecnologías para la gestión remota de las señales y alarmas de incendio que optimice la seguridad y evite falsas alarmas.

Para dar respuesta a esta nueva realidad, las empresas y profesionales que forman parte de Tecnifuego, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, presentaron documentos, informes y trabajos que servirán de guía profesional; posturas y recomendaciones en defensa de la calidad y la eficacia de los sistemas, así como la oportunidad ante las nuevas circunstancias y planes urbanos para renovar y poner a punto la seguridad en todo tipo de edificaciones.

Durante la inauguración, Adrián Gómez, presidente de Tecnifuego, hizo una breve radiografía del panorama actual, situando los retos y adelantando las tendencias. “Nuestro objetivo de esta jornada es desarrollar un tema dinámico y con interés para el futuro. Para ello, nos hemos centrado en 3 puntos importantes: el cambio climático, pues somos uno de los sectores que más podemos aportar en este sentido; la digitalización de las empresas y de los mercados y la recuperación económica. Por estas sendas debe encaminarse un sector esencial que vela por la vida, los bienes y el medio ambiente”.

La primera de las ponencias corrió de la mano de Rafael Sarasola, coordinador del Comité de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Pasiva de Tecnifuego, que expuso el tema ‘La forma de entender las catástrofes naturales’. En este sentido, puso de relieve la vulnerabilidad de las edificaciones e infraestructuras ante las catástrofes naturales, como fue la pasada borrasca Filomena, que nos ha hecho recapacitar sobre el cambio climático y sus consecuencias para intentar anticiparnos ante nuevos riesgos climatológicos. Para estar preparados, Sarasola aseguró que se tendría que dar capacidad de decisión a los especialistas técnicos y que tomen decisiones concretas teniendo en cuenta aspectos concretos como las amenazas naturales, la exposición de los bienes y personas y la vulnerabilidad (la probabilidad de los daños).

Para ello, el experto defendió la creación de una nueva titulación de ingeniero de catástrofes, que pueda prevenir y ofrecer soluciones a estos riesgos, “ya que no están bien definidos en las normas actuales, y las soluciones estándar no son suficientes, pues entran en escena situaciones muy diversas y extremas. Por ello, se debe tener en cuenta la carga adicional y variable que produce una catástrofe en nuestras edificaciones. Se debe parametrizar para reducir los riesgos, y modelizar cuando sea posible. Ya que tanto la compartimentación, como el soporte estructural y la evacuación se ven afectados por esta nueva carga variable”.

A continuación, fue el turno de Ramon María Bosch, coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos para Incendios Forestales de Tecnifuego, que profundizó en el ‘Incremento del riesgo de incendios forestales tras Filomena’. En este sentido, resaltó que “la emergencia climática conlleva incendios de mucha más intensidad creando fenómenos que resultan imprevisibles”. Asimismo, destacó que hay que prestar especial atención a la Interfaz Urbano Forestal (IUF) ya que es la principal problemática de los incendios forestales. Para poder analizar los incendios forestales, señaló Ramon María Bosch, hay una escala de observación de incendio IUF:

• Macroescala: gestión forestal y estrategias operativas.
• Mesoescala: franjas de combustible reducidas y redes de agua.
• Microescala: espacios autodefendibles y operaciones de refugio.

“Lo importante es que haya recomendaciones científicas a todas las escalas. Debe existir una normativa, planes de emergencia, incentivos a la actividad rural…”, aseguró Bosch recordando que la problemática actual es que el cambio climático está provocando que los árboles de nuestros bosques no se correspondan con las temperaturas en las que están viviendo y, a su vez, el abandono rural está provocando que tengamos mucha más superficie forestal y más árboles por hectárea que no están viviendo en las temperaturas que les corresponderían. Por ello, “corremos el riesgo de que tengamos un megaincendio que no se pueda extinguir” y de ahí la importancia de implementar una correcta gestión y planificación del territorio frente incendios forestales ya que “no podemos vivir de espaldas al monte como si fuera un decorado”, sentenció.

Por su parte, Carlos Chicharro, director del Área de Activa, y Lluis Marín, coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos de Detección de Tecnifuego, trataron uno los aspectos más innovadores y en el que Tecnifuego lleva meses trabajando como es ‘La gestión remota de señales y alarmas de incendio’. En este sentido, presentaron dos nuevos documentos que se ponen a disposición de los profesionales del sector y que son de libre descarga en la web www.tecnifuego.org.

Debido a la proliferación de las nuevas tecnologías se han ampliado las posibilidades de los servicios disponibles sobre los Sistemas de Detección y Alarma de Incendios a través de las conexiones remotas. Tal y como señalaron los expertos, los principales objetivos de Tecnifuego son ayudar a definir, desarrollar y ordenar las actividades y servicios de Gestión Remota en PCI y asegurar que estas actividades y servicios sean eficaces, aporten valor a la sociedad y supongan un ahorro económico a empresas y administraciones.

Así, Carlos Chicharro presentó las ventajas de la gestión remota de señales y alarmas frente a la gestión local tradicional siendo estas: la mejora de la calidad de las instalaciones; los establecimientos no ocupados o fuera del horario de ocupación pueden estar siempre controladas y ser atendidas; la supervisión continua de los sistemas y la gestión de la información aportada garantiza la fiabilidad del mantenimiento; transmitir y gestionar las alarmas facilita y mejora la intervención de los servicios de emergencia; disponer de información continuada sobre el estado de los sistemas, permite desarrollar acciones predictivas, reducir asistencias o determinar problemas de obsolescencia y, lo más importante, que todas estas ventajas suponen además un ahorro económico para empresas y administración, al aprovechar al máximo la efectividad de los sistemas y facilitar las acciones de intervención.

Asimismo, en la gestión remota de señales y alarmas se fijan unos protocolos de actuación que ayuden a los profesionales. “Los sistemas de PCI han de incorporar las últimas tecnologías para gestionar de forma más rápida y eficiente las averías y alarmas, aumentando la seguridad, reduciendo los costes de mantenimiento, ofreciendo una calidad superior en el servicio y mejorando todo el proceso”, señaló Chicharro.

Por su parte, Lluis Marín presentó los dos documentos realizados, por un lado, los ‘Servicios asociados a central receptora de alarmas de incendio (CRI) para la emergencia’, los cuales “se basan en la gestión de señales de alarma de incendio cuya finalidad es la comunicación en caso de Emergencia. Su objetivo es la mejora en los tiempos de transmisión e intervención en caso de emergencia. Precisan personal formado y entrenado en protocolos de comunicación. Y requieren procedimientos de verificación y confirmación de alarmas de incendio. Y por otro, los ‘Servicios asociados a la gestión de señales de mantenimiento’ que “se basan en la gestión de señales de incendio cuya finalidad no es la comunicación en caso de emergencia y cuyo objetivo es la mejora de las instalaciones y su mantenimiento. Complementan al mantenimiento preventivo actual”, afirmó Marín.

En definitiva, tal y como aseguró Lluis Marín, se pueden extraer como principales conclusiones las siguientes:

• Con la gestión remota aprovechamos con mayor eficacia los sistemas y la gran información que generan.
• Mejoramos la seguridad de todas las instalaciones, auditando si son correctas y están bien mantenidas.
• Conseguimos mejorar la confianza en los sistemas de PCI, que hasta ahora localmente eran “pasivos”.
• Mejoramos la intervención de emergencias.
• Ahorramos dinero a nuestras empresas y a los Organismos de la Administración.

El siguiente tema de la jornada fue ‘El mantenimiento y la rehabilitación en la protección pasiva. Reflexión sobre fondos europeos’, el cual fue expuesto por Albert Grau, director del Área de Pasiva y Alfonso Díez, coordinador del Comité de Fabricantes de Protección Pasiva de Tecnifuego.

Grau hizo alusión a los últimos incendios en edificios en altura que se propagaron por fachada con gran rapidez y virulencia para llegar a una serie de reflexiones. Según apuntó, el parque edificatorio puede mejorarse aprovechando los planes de rehabilitación. “En estos planes no se puede olvidar el factor incendio y debemos utilizarlos para mejorar también las características edificatorias frente al fuego”. Por ejemplo, a través del Plan España Puede “podríamos auditar parte de nuestro parque edificatorio (por ejemplo, edificios en altura) a través de la ITE o de la Certificación Energética de Edificios. Habilitemos nuevos técnicos con mayores capacidades. Subsanemos los errores que todavía están en la legislación. Exijamos en protección pasiva el mismo nivel de no empeoramiento que no permitimos a la que exige la eficiencia energética en un edificio. Y aprovechemos para reforzar la seguridad sustituyendo los productos combustibles que puedan propagar el incendio. Rehabilitar sí, pero de la forma más segura posible”.

Por su parte, Alfonso Díez se refirió a los nuevos requerimientos del CTE, DBSI RD 732/2019, más exigentes. Así, la reacción al fuego de los sistemas constructivos de fachada que ocupen más del 10% de su superficie serán, en función de la altura: D-s3, d0 en fachadas de altura hasta 10 m; C-s3, d0 en fachadas de altura hasta 18 m; B-s3, d0 en fachadas de altura superior a 18 m. “El placado exterior de los edificios que han ardido en los últimos tiempos como la Torre Ámbar o el Hotel Nuevo Madrid no cumplirían ni el CTE actual. Por ello, para edificios superiores de 18 metros, creemos que hay que cambiar las características contra el fuego. Las Clasificaciones deben ser más exigentes”.

Para finalizar, Carlos Pérez, coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos de Extinción, y Luis Rodríguez, coordinador del Comité de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Activa de Tecnifuego, impartieron la última ponencia de la jornada, la cual trató una de las tecnologías de mayor relevancia en la actualidad: ‘Los rociadores ESFR y su contribución a la seguridad contra incendios y al desarrollo económico’.

En este sentido, Luis Rodríguez planteó los beneficios del rociador ESFR, “desde su aparición a finales de los 80, que generó gran aceptación debido a las ventajas que aporta. Se trata de una tecnología de respuesta rápida para permitir descargar el agua en menos tiempo. Fueron diseñados para ‘suprimir’ el fuego, no solo para ‘controlar’ el incendio. Los sistemas de rociadores ESFR ofrecen una respuesta extremadamente rápida a un incendio, estando diseñados para operar a presiones más altas que los rociadores estándar, con gotas más grandes que fluyen a mayor velocidad e impulso para penetrar la columna de fuego y llegar al foco del incendio”, comentó Luis Rodríguez. Además, destacó que se trata de “una solución muy generalizada en los proyectos de almacenes, y las principales compañías de seguros, que trabajan en el ámbito internacional basan gran parte de sus recomendaciones en el uso de este tipo de soluciones para el sector logístico”.

Luis Rodríguez, coordinador del Comité de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Activa de Tecnifuego, y Carlos Pérez, coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos de Extinción.

Por su parte, Carlos Pérez informó de los requerimientos de la normativa actual, los antecedentes legales y normativos de los rociadores ESFR en España y Europa. Los rociadores ESFR no disponen de norma armonizada por tanto no pueden llevar Marcado CE. Por ello, “hay que encontrar una vía dentro de la legalidad, basada en los argumentos de calidad y reconocimiento internacional. Así, las asociaciones del sector, Tecnifuego, APICI y Cepreven, hemos solicitado al Ministerio de Industria que autorice la instalación de los rociadores ESFR, estableciendo como procedimiento válido la Declaración de Reconocimiento Mutuo (DRM) contemplada en el Reglamento (UE) 2019/515, junto con las acreditaciones correspondientes, emitidas por las entidades certificadores VdS, LPCB, UL y FM, de reconocido prestigio internacional”.

En el turno de preguntas, moderado por Jon Michelena, director general de Cepreven, se plantearon dudas y apreciaciones de carácter técnico. Una vez finalizadas las intervenciones, Marta Peraza, secretaria general de Tecnifuego, clausuró la jornada felicitando a los ponentes por las interesantes novedades presentadas en el ámbito de la protección contra incendios “que son fruto de la innovación y profesionalización del sector”. Además, anunció que el próximo Día del Fuego “será presencial, este otoño”.