Causas y soluciones contra la humedad y la condensación en cubiertas inclinadas
En Onduline saben que una de las principales preocupaciones que pueden surgir a la hora de diseñar una cubierta inclinada o rehabilitar un tejado es la posibilidad de sufrir humedades y condensaciones. La aparición de humedades en cubierta se puede deber tanto a la filtración de agua como a la condensación. Son dos causas muy diferentes y en este artículo, desde la compañía explican cómo se producen, que patologías pueden causar y cómo evitarlas.
La aparición de humedades por filtración en cubierta es habitual cuando el agua que recibe la cobertura, por ejemplo la teja o pizarra de una cubierta inclinada, penetra a través de esta. Por ello, en este tipo de cubiertas inclinadas es muy importante contar con un buen sistema de impermeabilización bajo teja que nos proteja de dichas filtraciones.
En el caso de que aparezcan humedades en cubierta incluso cuando si se dispone de una impermeabilización, es posible que esta sea inadecuada, que esté mal instalada, que se haya deteriorado o que exista algún remate mal realizado. Si la filtración rebasa la capa de impermeabilización, es posible que esta pueda permanecer retenida en puntos concretos de la cubierta y producir la humedad por no poder evaporarse ni evacuarse al exterior.
Las patologías derivadas de las humedades por filtración en cubierta son variadas. Es importante remarcar que cuando la cubierta tiene aislamiento térmico, si este se ve afectado por la filtración, y se genera humedad, su capacidad aislante se va a ver mermada dado que su transmisión de calor por convección será mayor, reduciendo su resistencia térmica e incluso generando puentes térmicos. En cuanto a los soportes y estructuras de cubierta, tanto en forjados de hormigón (oxidación de mallazos) como en estructuras de madera (formación de hongos) las humedades por filtración pueden tener consecuencias graves.
Lo ideal para evitar este tipo de humedades en cubiertas inclinadas y tejados es instalar un buen sistema de impermeabilización bajo teja que garantice la estanqueidad de la cubierta, aunque el agua rebase la cobertura. Además, cabe mencionar que muchas veces se da por hecho que la cobertura de la cubierta es el elemento de impermeabilización, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos básico como la pendiente de la cubierta, ya que está define las necesidades y las características de la impermeabilización.
En el documento básico de salubridad (DB-HS) del Código Técnico de la Edificación, se nos formulan cuatro exigencias que deben tenerse en cuenta, apartado 2.4.2 Condiciones de las soluciones constructivas:
- Obligación de impermeabilizar por debajo de una serie de pendientes (tabla 2.10).
- Obligación de fijación mecánica del sistema impermeabilizante cuando la pendiente es mayor del quince por ciento (2.4.3.3 Capa de impermeabilización).
- Resistencia al punzonamiento estático o proveer una capa separadora.
- Crear una cámara de aire ventilada (2.4.3.3 Cámara de aire ventilada (DB-HS), en el lado exterior del aislante térmico.
En cambio, la aparición de humedades por condensación no se debe a la filtración de agua, sino que están relacionadas con la formación de vapor de agua y con la falta de ventilación. En cubiertas de una sola capa, el riesgo de que se forme y acumule la condensación es mayor en cubiertas con poca pendiente (<15 grados) puesto que la ventilación por convección es menor. En cualquier caso, la premisa básica es generar el máximo movimiento de aire posible ya que aportar ventilación a la cubierta ayudará a evitar los problemas de condensación.
Para la formación de condensaciones en cubierta se deben dar una serie de condiciones. En primer lugar, debemos partir de que, por motivos de presión atmosférica, el aire cargado de humedad se va a mover en sentido ascendente y que el vapor de agua que se genera en el interior de una vivienda va a permanecer retenido en la zona interior del techo. Por lo tanto, si existe poco movimiento de aire exterior, la ventilación que nos ayuda a controlar la acumulación de este vapor de agua será insuficiente.
Por un lado, en cubiertas de una sola capa, la diferencia de temperaturas superficiales puede producir la condensación del vapor de agua en gotitas de agua en la superficie interior de la cubierta, lo que se conoce como punto de rocío. La solución para evitar este tipo de condensación es la ventilación del espacio bajo cubierta. En cubiertas con aislamiento térmico, una solución protectora frente a este vapor de agua que puede dañar el aislamiento es la colocación de una lámina barrera de vapor por la cara caliente del aislamiento.
Por otro lado, existe otro tipo de humedad por condensación, la condensación intersticial que se produce dentro de los distintos elementos de la cubierta (estructura, tableros, aislamiento térmico, etc.). Para evitar la aparición de condensaciones intersticiales en cubierta lo ideal es proveer la suficiente ventilación, técnicamente definida como microventilación, entre los distintos elementos constructivos que forman la cubierta inclinada. Es decir, instalar un sistema constructivo de cubierta o tejado microventilado.
El tejado microventilado es una solución sencilla, pero efectiva, frente a la formación de humedades por condensación, incluso si estas se generan por un punto de rocío debido a la diferencia de temperaturas entre elementos. Por ejemplo, proporcionado una cámara de aire ventilada entre la cobertura y la impermeabilización bajo teja, además, de la cámara de aire ventilada por encima del aislamiento térmico que exige el Código Técnico de la Edificación.
En definitiva, la instalación de un sistema de cubierta en seco y ventilado es la mejor opción, sea una obra nueva, una rehabilitación y se prevea o no un aislamiento térmico, puesto que al instalar un tejado microventilado se va a evitar la formación de condensaciones tanto entre la cobertura y la impermeabilización, como entre esta y el aislamiento o el soporte de cubierta.
Pero, además de evitar problemas de condensación, una cubierta microventilada aporta otras muchas ventajas ya que se reduce el peso de la cubierta, se permite la evacuación de cualquier posible filtración a través de la capa de impermeabilización, se mejora la eficiencia energética de la cubierta, se evitan tensiones por dilatación y contracción entre los elementos de la cubierta; en conclusión, se alarga la vida útil de la cubierta.
Por ello, desde Onduline llevamos más de 30 años ofreciendo al mercado distintas soluciones constructivas de cubierta y tejado microventilado, y recomendamos siempre la instalación de sistemas de cubierta en seco que permiten alargar la vida útil de las cubiertas y dar las máximas garantía de eficiencia energética, confort y durabilidad.