Las consecuencias para las edificaciones que deja el temporal Filomena
El temporal Filomena ha causado verdaderos estragos y muchos daños en grandes infraestructuras y vías públicas. Lamentablemente las pérdidas materiales han sido incalculables y ahora se espera con impaciencia a que se derrita la nieve para dar por finalizado este temporal histórico. Pero, lamentablemente, para muchos esto no será sino el comienzo de graves problemas en sus viviendas, locales u oficinas. Tras las condiciones climatológicas extremas, Filomena puede dar paso a patologías estructurales como consecuencia de las bajas temperaturas y la nieve que trajo el temporal.
Debido a las bajas temperaturas y al deshielo, muchas edificaciones se pueden ver afectadas por problemas de humedades, ya sean de tipo accidental -como goteras en cubierta debido al deshielo- o de tipo estructural -tanto por los contrastes térmicos entre exterior e interior como por el terreno saturado de agua que se filtra hacia muros y cimientos-. Lamentablemente estas últimas son humedades crónicas -y prácticamente irreversibles si no se combaten con el tratamiento adecuado- y son las más dañinas tanto para la resistencia estructural de la edificación como para la salud de sus habitantes.
Las bajas temperaturas traen consigo un fuerte contraste térmico entre el frío del exterior y el calor del interior, a lo que suele ir unido una deficiente o nula ventilación. Por todo esto se produce la condensación, que se genera cuando se produce un excesivo nivel de vapor de agua en el ambiente y cuyos signos se identifican por las gotas de agua en ventanas y espejos y la aparición de hongos y mohos en los marcos de las ventanas o en las esquinas. Este tipo de humedad la pueden padecer todo tipo de edificaciones, sean de obra nueva o antigua e independientemente de la altura.
Pero también, con el deshielo y la cantidad de agua generada, pueden aparecer las temidas humedades por capilaridad en plantas bajas y filtraciones laterales en, sótanos, garajes, o parkings. Las humedades por capilaridad aparecen porque el terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios –que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea– filtran el agua como si fuera una esponja. Y es, en esa fase, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.
Las humedades por filtraciones laterales suelen aparecer en los garajes, sótanos y plantas bajas. Aparecen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.
“Puede que las consecuencias del temporal Filomena hayan venido para quedarse si no se le pone remedio de forma profesional y definitiva. Ahora más que nunca hay que estar atentos a la menor señal de alarma, aquí está en juego la salud y la estabilidad estructural de una edificación y no podemos permitirnos no estar a la altura”, asegura Miguel Ángel López, director general de Murprotec en España y Portugal”. “Para intentar evitar desarrollar estas patologías, aunque resulta muy complicado, se debe ventilar varias veces al día la estancia en el caso de la condensación, y retirar la nieve y el hielo de los muros y cubiertas cuanto antes para evitar que penetre el agua”, añade el mismo.