La jornada se desarrolló bajo el lema ‘Exige especialización, exige seguridad, la protección es posible’
Gran acogida de la 1ª edición del Día del Fuego Virtual de Tecnifuego 2020
Bajo el lema ‘Exige especialización, exige seguridad, la protección es posible’, la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, Tecnifuego, organizó, junto a Cepreven, la 1ª edición del Día del Fuego Virtual el pasado mes de noviembre. La jornada, que contó con 500 asistentes virtuales y un alto nivel profesional, siguió como línea argumental la necesidad de especialización y mantenimiento para garantizar la eficacia de las instalaciones de protección contra incendios.
El incremento en el número de incendios en los últimos meses desvela fallos en los sistemas de seguridad contra incendios en los edificios. Ante esta situación, Tecnifuego, Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, organizó esta jornada junto a Cepreven, para incidir en la necesidad de implementar una protección integral, que contemple los sistemas de protección y extinción activa y pasiva. Además, estos sistemas, una vez instalados, deben ser mantenidos periódicamente y sustituidos en caso de deterioro.
La inauguración del evento tuvo lugar de la mano del presidente de Tecnifuego, Adrián Gómez, quien hizo hincapié en el “la necesidad de una seguridad integral” y resaltó la inquietud de la Asociación por los incendios que se han venido desarrollando en los últimos meses por la falta de mantenimiento en las instalaciones. “En Tecnifuego, estamos preocupados por los numerosos incendios que ha habido debido a cabo de una falta de mantenimiento que se ha visto acrecentada por la pandemia (crisis económica, confinamiento, disminución de la actividad, etc.). Pero el fuego no avisa. Cuando se declara un incendio ya es tarde. En líneas generales los incendios se suelen provocar por algún tema especial y cuando no hay personas en casa”.
El presidente de Tecnifuego, Adrián Gómez, durante la inauguración de la jornada junto a Marta Peraza, secretaria general de la Asociación.
En este sentido, Gómez anunció el inicio de una campaña de difusión que pone el foco en la importancia del mantenimiento de las instalaciones. “Es triste tener que escuchar noticias como el incendio de la torre de Chamartín donde el control de humos estaba cancelado. Los incendios que se han producido en estos últimos meses tienen que llevarnos a reflexionar sobre la necesidad de concienciar sobre la importancia del mantenimiento de los equipos de PCI. Por esto desde Tecnifuego estamos llevando a cabo la campaña ‘La protección es posible’ y, sobre todo, haciendo hincapié en la importancia del mantenimiento, que debe ser realizada siempre por profesionales. Y aunque la mayoría de los usuarios están concienciados sobre la ejecución del mismo con empresas especializadas, según indica la legislación, tenemos la obligación de señalar aquellos casos en los que falla el mantenimiento, y por tanto la seguridad”.
A continuación, se desarrolló uno de los temas claves en el sector de la Protección Contra Incendios (PCI), como es ‘La ética en el desempeño de las empresas de PCI’. Este tema fue tratado por Carlos Luján, vocal CTN 23SC5, quien comenzó hablando de los sectores que están implicados en las instalaciones de los edificios y las industrias y analizó las cualidades del buen hacer profesional, como cumplir la normativa, someterse a las pruebas y ensayos, la especialización en la instalación y el mantenimiento de los equipos de PCI o realizar inspecciones periódicas por organismos de control.
Pero, ¿pueden los organismos de control, las consejerías de industria e inspecciones municipales llegar a todos los casos? Tal y como señaló Luján, por mucho que se esfuerzan, la estructura en España no alcanza todos los casos y la picaresca continúa. Por ello, “debemos iniciar los trámites para dar vida a Comités de Ética que persigan de manera legal y eficiente las malas praxis en materia de PCI. Y en el futuro, ¿se desterrarán totalmente las malas praxis? Obviamente no al 100 por cien, pero veremos una reducción notoria y progresiva, que será ejemplar y generará la cultura de hacer las cosas bien”, sentenció Carlos Luján.
El trabajo que garantiza la eficacia y seguridad en PCI necesita a ‘El especialista en la protección contra incendios’, un aspecto expuesto por Jon Michelena, director de Cepreven, que destacó la importancia de la formación para conseguir la correcta especialización que se requiere en seguridad contra incendios. Michelena explicó lo qué debe mover a un especialista de PCI resaltando que tiene que primar el conocimiento frente a la improvisación; la voluntad frente obligación; el convencimiento frente a la imposición y la profesionalidad frente al oportunismo. “Toda la primera parte nace de la concienciación y la segunda de la legislación, pues la imposición de las normas frente al conocimiento, hacen que las cosas se hagan sin ningún tipo de orden y lo más importante es querer hacerlo bien”, resaltó Michelena.
La jornada virtual continuó con la ponencia de Carlos Chicharro, director del Área de Activa de Tecnifuego, donde se trató ‘La instalación y el mantenimiento de la protección activa’. En este sentido, Chicharro resaltó que el primer objetivo de la PCI es salvar vidas y mejorar los sistemas de protección. “En los últimos 20 años, en el desarrollo del PCI hemos tenido una evolución vertiginosa. A nivel de requisitos legales, tenemos mayor sensibilidad y concienciación social. Se han mejorado las comunicaciones de los sistemas y cada vez los sistemas son más eficaces. Cada vez tenemos más información, más sistemas y estamos evolucionando mucho”, indicó.
Pero, ¿cómo podemos mejorarlo todavía más? Según señaló Carlos Chicharro, la mejora de la PCI es siempre necesaria y para conseguirla es imprescindible tratar conjuntamente todas las actividades que la forman (ingeniería, protección activa y pasiva, así como intervención y emergencia) para que las instalaciones cumplan su objetivo. “De igual modo, es necesario el mejor aprovechamiento de la información de los sistemas de detección, ya que ello nos ayudará a mejorar la gestión, eficacia, el mantenimiento y por consecuencia los tiempos de intervención y emergencia. Si no se tienen en cuenta todos los requisitos, toda la información no llega”.
Para Chicharro, las actividades que conforman PCI son el diseño desde la ingeniería y que pueda ser legalizado. Pero también hace falta voluntad y, para ello, concienciación. A nivel de pasiva, también tiene que llegar la información para que se pueda actuar pronto si se necesita ayuda. “Por ello si entre todas estas actividades no hay una unión ni hay una revisión de los sistemas, no se puede conseguir el objetivo que es mejorar”, recordó. Todo ello trae consigo una seria de ventajas:
- Los requisitos comunes evitan sorpresas de ingeniería, la aparición de problemas y, por ende, un aumento del presupuesto.
- Los sistemas serán mejor aprovechados.
- Si estos sistemas se mantienen y son supervisados, se podrán tomar decisiones y se conseguirá el objetivo de salvar vidas.
- Se evitarán falsas alarmas.
- Ser mejorarán los costes (asistencias que no son precisas, siniestros que se podrán evitar…).
“En definitiva, el manejar de la información y que las actividades se hagan de manera conjunta evitarán muchos problemas”.
También analizó algunos aspectos claves, como son la existencia de una reglamentación y normativa obligatoria o reconocida, pues “es un paso necesario, pero no siempre asegura la protección”; los requisitos de la propiedad y aseguradoras “nos llevan a una protección más adecuada para las particularidades de la actividad”; seleccionar los sistemas de protección más apropiados y óptimos es “esencial, no todo vale y es adecuado”; verificar que el diseño sea adecuado a la actividad y sus riesgos “asegura la funcionalidad”; considerar las condiciones de mantenimiento y comunicación de señales en caso de emergencia “ahorra dinero y garantiza que hemos invertido adecuadamente”; aegurar que los sistemas de protección serán legalizables (no será un problema si se han tenido en cuenta las anteriores condiciones” y asegurar que los sistemas de protección se comunican y actúan con otras instalaciones vinculadas con la sectorización y evacuación, es fundamental: “La protección activa debe activar la protección pasiva y facilitar la intervención”, recordó Carlos Chicharro.
‘La Gestión Remota de los Sistemas de Detección y Alarma de Incendio, una necesidad de presente y futuro’ fue el tema tratado por Lluis Marín, coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos de Detección de Tecnifuego, quien, a partir del informe sobre falsas alarmas de Euralarm, contrapuso el modelo centroeuropeo de gestión de la emergencia y su impacto en la fiabilidad de los sistemas al modelo español. A partir de la información aportada por la Asociación Suiza de Instaladores, se desvela el detalle de las falsas alarmas y sus causas en los sistemas de detección y alarma.
“En el estudio que realiza la Asociación de Instaladores de Suiza se desvela que el número de alarmas que llegan a tener es de un 20%, a pesar del mantenimiento. Esto me parece significativo y quisiera contrastarlo con nuestra situación. En nuestro caso, es difícil saber cuál es elratio de falsas alarmas que tenemos en España. Tampoco sabemos si los sistemas permanecen activos todo el tiempo, cuántos sistemas se conectan realmente a Bomberos, etc. Toda esta información es desconocida y lo que hace es que no nos permite disponer de información de análisis para poder mejorar nuestros datos”, indicó Marín.
Asimismo, recordó que el hecho de tener el sistema conectado nos permite disponer de muchos datos para conocer las causas, lo que da valor al mantenimiento y asegura la disponibilidad a largo plazo. Por otro lado, está la evolución tecnológica, la cual nos permite un tiempo de reacción para estar preparados. “En nuestro negocio, el tiempo de reacción es un factor crítico y, por ello, estar preparado en todo momento debe ser el máximo objetivo. El impacto de las nuevas tecnologías es evidente y en nuestro caso ya se está produciendo un cambio y es la modificación en los procedimientos que teníamos hasta la fecha, lo que hace que tengamos una diferencia competitiva en el mantenimiento”.
“La gestión del mantenimiento a corto/medio plazo -continuó Lluís Marín-, debe hacerse de tal modo que garantice el funcionamiento del sistema, cumpliendo unos requisitos de seguridad que faciliten las tareas de mantenimiento del sistema. Su función no es la gestión de la alarma, sino que tiene que ver con la gestión del mantenimiento de los sistemas durante toda su vida útil”.
También habló de la revisión de la norma N50518. “Esta norma excluye la detección de incendios y determina dos categorías distintas de infraestructuras para su uso. Al mismo tiempo se desarrolla una propuesta de normas, N50510, que desarrolla el mantenimiento de la gestión remota. No hay consenso, aunque hay un interés global por esta norma. Uno de los aspectos importantes a tener en cuenta son los efectos de la gestión remota”, explicó Marín. Por otro lado, las empresas que reciban las comunicaciones de aviso para emergencias 112, deberán adoptar técnicas y procedimientos que garanticen la disponibilidad y verifiquen la exactitud de las comunicaciones recibidas.
“En definitiva, la conexión remota mejorará tiempos y costes, la tecnología aporta valor al servicio y genera diferenciación en cuanto a la competencia. Así, las empresas que no adopten este cambio tecnológico podrían quedarse atrás”, recalcó el coordinador del Comité de Fabricantes de Equipos de Detección de Tecnifuego.
La última de las ponencias fue ‘La Guía Técnica Básica para el mantenimiento de los Sistemas de Protección Pasiva’ impartida por Albert Grau, director del Área de Pasiva de Tecnifuego, quien recordó que esta Guía, realizada desde el Comité de ingeniería, instalación y mantenimiento de Pasiva de la Asociación y que está disponible y de libre descarga en web tecnifuego.org, “es una oportunidad y un camino a recorrer”.
Tal y como recordó Grau, hay varios Reglamentos y en todos ellos se regula muy bien lo que hay que hacer en instalaciones de activa. Sin embargo, la protección pasiva no se regula. Además, hay que remarcar que las instalaciones de protección pasiva no son visibles, sino partes de la edificación que esperamos que actúen cuando haya un problema y la realidad es que no se mantienen. “Este hecho afecta a la integridad del conjunto y por ello tiene que haber una integración entre activa y pasiva para una seguridad global real y eficiente, que evite el intrusismo en el sector”.
Un aspecto clave para ello es que se regulen en detalle los criterios mínimos de instalación, mantenimiento y capacitación y que vaya más allá de las recomendaciones del fabricante. “Disponer de la correcta documentación es responsabilidad de la propiedad y es la que tiene que facilitarlo para una correcta protección. Debe existir un control por parte de una tercera parte. La información y el conocimiento son herramientas para la exigencia y que la seguridad nos llegue a todos, pero necesitamos el apoyo del instalador. Necesitamos un RIPCI que contemple la pasiva, para así garantizar profesionalidad y correcto funcionamiento en todo momento”, sentenció Grau.
Para finalizar, el vicepresidente de Tecnifuego, Antonio Tortosa, hizo un resumen de las principales conclusiones y destacó que “el nuestro es un sector esencial y como tal el gobierno lo catalogó durante el confinamiento en el mes de marzo. Desde Tecnifuego estamos en contacto fluido con la Administración para reglar nuestra actividad y buscar la mejora continua en la formación”.
Tortosa incidió en la importancia de la creación de una formación específica y técnica en la profesión, tener una Formación Profesional, en concreto de PCI. Según afirmó el vicepresidente de Tecnifuego, es una idea que está en estudio y, aunque se ha paralizado por la situación actual, podría estar disponible para 2022. “Hay que luchar contra la mala praxis de las empresas que entran en el sector para engañar. Por ello, la formación es importantísima, tanto a técnicos como a usuarios”.
Entre los puntos clave de las ponencias, se debe resaltar que “el mantenimiento es una parte clave del sector para garantizar la eficacia de las instalaciones; la importancia de la ética, pues se está perdiendo o ni ha existido; la relevancia del especialista; la imprescindible concienciación de los usuarios; la información en la gestión remota y la conexión remota con las centrales de PCI, así como la necesidad de agilizar su recogimiento en la normativa; la regulación de la protección pasiva tal y como está en la activa y, sobre todo, en el mantenimiento y el trabajo asociativo para poner a disposición de los profesionales guías y documentos que contribuyan a profesionalizar el sector”.