Restauración cuidadosa de las ventanas de madera del Palacio Nuevo de Stuttgart
El Palacio Nuevo de Stuttgart se encuentra en pleno proceso de restauración y renovación de sus ventanas, un trabajo que se extenderá hasta el 2021. Para la empresa encargada de llevarlos a cabo, Holzmanufaktur Rottweil, es muy importante compatibilizar la tradición artesanal con los requisitos modernos de eficiencia energética de los edificios. Entre los elementos seleccionados para este fin se encuentra el barrotillo de Swisspacer, un recurso estilístico ideal ya que apenas afecta al reducido valor UW de las ventanas.
El Palacio Nuevo de Stuttgart, situado en el corazón de la capital del estado federado de Baden-Wurtemberg, tiene varios siglos de historia. Su construcción, iniciada en 1746, se desarrolló en varias fases y finalizó en 1806. En la primavera de 1944, los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial destruyeron casi por completo el Palacio, que quedó calcinado. Solo se salvó la fachada exterior. Desde su reconstrucción tras la guerra entre los años 1958 y 1964, el edificio se usa, entre otras cosas, como sede del gobierno estatal de Baden-Wurtemberg y otras instituciones gubernamentales.
El Palacio tiene dos plantas y una tercera de poca altura, concebida como ‘mezzanine’ con fachada continua o como planta de mansardas bajo un tejado inclinado. La fachada clásica destaca por sus ventanas rectangulares, semicirculares o de arco y, por último, circulares en los tragaluces. En el 2019, el estado federado de Baden-Wurtemberg, representado por la empresa pública Vermögen und Bau Baden-Württemberg, Amt Stuttgart, sacó a concurso la restauración de los elementos de ventana de madera y los trabajos de acristalamiento en las alas Planieflügel y Rosengartenflügel. En total, ambos lotes comprenden la restauración de unas 530 ventanas de madera. La superficie acristalada de los elementos de ventana de cuatro hojas es de alrededor de 1700 m2.
El arte de la conservación
Los trabajos de los dos lotes se adjudicaron a Holzmanufaktur Rottweil. Esta carpintería, ubicada en la ciudad más antigua de Baden-Wurtemberg, lleva más de 30 años especializada en las áreas de conservación de monumentos, ‘Baukultur’ o cultura de la construcción y arquitectura. La apoderada Adelina Bytyci-Dodolli describe así la filosofía de la empresa: “Restauramos y reparamos equipamientos históricos como ventanas, puertas, suelos y frisos de madera. La calidad original se une a la nueva calidad, independientemente de si se trata de restauraciones, reparaciones o ampliaciones”.
Fundada en 1988 por sus dos gerentes, Hermann Klos y Günther Seitz, la empresa cuenta en la actualidad con una plantilla de más de 100 trabajadores de los sectores de carpintería, vidriería, pintura y administración. Karsten Braun, el jefe de ventas, subraya que “puesto que muchas ventanas, puertas, escaleras o suelos sometidos a una demanda funcional necesitan mejoras en materia de aislamiento térmico y acústico y en razón de la seguridad, es necesario buscar un término medio convincente para poderlas llevar a cabo de forma artesanal. Si se modifican demasiado o con poco tacto, los componentes pierden su legibilidad histórica. La conservación y la restauración no tienen por qué ser sinónimos de estancamiento ni de retroceso técnico”.
Esta afirmación se puede extrapolar a la reparación general y restauración de las ventanas de madera del Palacio de Stuttgart, de las que se encarga Holzmanufaktur Rottweil desde el año pasado y hasta el 2021. Su cometido consiste en retocar la madera y los herrajes de las ventanas históricas. “Desempeñamos tareas muy diversas”, explica Karsten Braun. El objetivo de estos trabajos es implementar los requisitos energéticos en un edificio que se utiliza con fines administrativos y que, al mismo tiempo, está catalogado como conjunto histórico-artístico.
Por eso, el propietario decidió equipar la superficie exterior de las ventanas de contravidriera con vidrio aislante, ya que hasta ahora solo contaban con un acristalamiento simple. “Para llevar a cabo esta tarea, nuestro equipo solo puede trabajar en la parte exterior de las ventanas, sin contar con ningún tipo de andamio antepuesto en la fachada, lo que implica un esfuerzo logístico considerable”, destaca Braun. La restauración comprende la realización cuidadosa del mecanizado y el acabado de pintura, así como la reparación de los marcos de las ventanas y la renovación de las juntas, las bisagras y la masilla de las ventanas.
Un barrotillo que encaja a la perfección
Una particularidad de este proyecto es la instalación de un vidrio aislante especial o vidrio con protección solar en las mansardas, que, además, se van a equipar con barrotillos. “En estas ventanas decidimos utilizar el barrotillo de Swisspacer”, dice Karsten Braun. “Nos gusta cómo queda y su ventaja es que está disponible en muchos colores. Al mismo tiempo, permite cumplir todos los requisitos energéticos. El propietario de la obra quiere que los bordes calientes se monten de manera que queden prácticamente ocultos. Por eso damos tanta importancia a la armonía cromática. Además, con Swisspacer podemos fabricar esquinas que encajan a la perfección”.
Otro criterio importante para el equipo de Holzmanufaktur Rottweil es la facilidad de adaptar el barrotillo al resto de los elementos de la obra. En total, la cartera de productos de Swisspacer incluye 13 tamaños diferentes de barrotillo y una cruceta con protección antivibraciones. En las mansardas del Palacio Nuevo de Stuttgart se utiliza el ancho de 10 mm. Los barrotillos de Swisspacer están hechos con el mismo material sintético altamente aislante de sus perfiles intercalarios, que también se utilizan en este proyecto representados por el modelo Swisspacer Advance. Estos perfiles minimizan los puentes térmicos en el borde del cristal. En las ventanas de vidrio continuo del Palacio Nuevo de Stuttgart se pueden conseguir valores Ug de entre 0,9 y 1,0 W/m²k.
Los trabajos de restauración que lleva a cabo Holzmanufaktur Rottweil en el Palacio Nuevo de Stuttgart avanzan a buen ritmo y según el calendario previsto. El uso de los barrotillos permite compatibilizar la conservación de monumentos con los criterios de eficiencia energética para que tanto el propietario, como el proyectista y los artesanos estén satisfechos con el resultado.