España es el único país que no permite la apertura de los centros de ferretería ni durante el confinamiento ni en el inicio de la desescalada
Según el informe ‘El sector de la ferretería, bricolaje, construcción y reformas, ante la estrategia del confinamiento’ de Foro Regulación Inteligente, en este contexto, con el alto coste que supone para las arcas públicas hacer frente a los más de 25.600 millones de euros que implica el impacto de las medidas laborales, es de vital importancia mejorar la estrategia de reapertura de la economía de forma inteligente y segura. Una necesidad de la que el sector del bricolaje, la ferretería, la construcción y las reformas es un buen ejemplo. Considerado la ‘farmacia del hogar’, su cierre en las últimas semanas contrasta con la relativa normalidad con la que dicha rama de actividad ha seguido operando en buena parte de los países de nuestro entorno.
Se trata de un sector que mantiene 8.000 tiendas y emplea a 150.000 personas entre distribuidores y proveedores, produce un nivel de negocio anual de en torno a 9.000 millones de euros de facturación y tiene un impacto inducido de 18.000 millones de euros; es decir, 27.000 millones de impacto directo e inducido en la economía española.
Más allá y con independencia de su superficie, los negocios de bricolaje, ferretería, construcción y reformas prestan un servicio esencial como ‘farmacia del hogar’, al comercializar bienes y productos de primera necesidad y esenciales para garantizar la habitabilidad, seguridad, confortabilidad, higiene y adecuado mantenimiento de los hogares españoles. Por ello, “sería pues recomendable que este sector estratégico ocupe un lugar prioritario en la estrategia de salida del confinamiento”.
De hecho, Foro Regulación Inteligente ha llevado a cabo un análisis comparado con 38 países europeos y miembros de la OCDE, en la gran mayoría han permanecido abiertos desde el principio y, allí donde se decretó su cierre temporal, se ha establecido su reapertura controlada en el primer escenario de desescalada.
España es, pues, una anomalía en su entorno al mantener los establecimientos de bricolaje, ferretería, construcción y reformas cerrados, máxime cuando los indicadores sanitarios son ya favorables a una desescalada inteligente que permitiría al sector contribuir a la recuperación económica del país garantizando la salud de trabajadores y clientes.
Por todo ello, con ánimo de enriquecer las propuestas iniciales del plan de reapertura, Foro Regulación Inteligente considera vital la mejora del calendario que afecta al sector teniendo en cuenta, entre otras razones, que:
- Las tiendas del sector, ‘farmacias del hogar’, con independencia de su superficie, deben tener la consideración de esenciales, ya que venden productos y servicios de primera necesidad para garantizar la habitabilidad, seguridad, confortabilidad, higiene y adecuado mantenimiento de los hogares españoles. Así lo ha considerado la mayoría de países de nuestro entorno, donde han permanecido abiertos desde el principio del confinamiento.
- Los productos que se encuentran dentro del catálogo del sector son de vital importancia. De hecho, más allá de facilitar de nuevo su venta, deberían quedar sujetos a descuentos fiscales (IVA, Sociedades…).
- Muchas de las tiendas del sector que permanecen cerradas se encargan del suministro para el mantenimiento y seguridad de otras actividades consideradas esenciales, estratégicas o de primera necesidad, incluyendo las de centros hospitalarios u otras empresas.
- Una reapertura más ágil permitiría reabsorber a más de 150.000 empleados directos, que generan al Estado un coste de cerca de 280 millones de euros al mes entre ayudas y transferencias, y los tributos que dejan de ingresar las arcas públicas.
- El sector, además, genera 9.000 millones de euros anuales y, de manera inducida, otros 18.000 millones de euros. Cada mes que estos establecimientos permanecen cerrados se pierden 2.250 millones de euros.
- Las grandes tiendas de bricolaje, cuya apertura no está prevista hasta la fase 2, tienen la capacidad, dadas sus características, de atender de forma fiable y ordenada a los clientes que reciban, lo que permite modular el flujo de personas y garantizar que se mantienen las distancias de seguridad entre personas. Además, tienen más posibilidades para implantar medidas de control de aforo y realizar controles de entrada y salida, así como mamparas y otras.
- Dentro de cada comercio, la disposición rectangular y por pasillos de las grandes tiendas de bricolaje hace que sea más sencillo establecer reglas de distanciamiento o mantener filas que respeten las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias.
- Al tener una mayor plantilla de mayor tamaño, las grandes superficies especializadas en ferretería, bricolaje, construcción y reformas disponen de mayor flexibilidad para establecer turnos de trabajo y horarios de apertura más prolongados, lo que reduce la exposición de sus trabajadores y la concentración de clientes.
- Las grandes superficies especializadas en ferretería, bricolaje, construcción y reformas cuentan con una mayor capacidad económico-financiera para adaptarse a un entorno sanitario cambiante. Esto permite desplegar innovaciones en materia de seguridad, protección e higiene con mayor rapidez y eficacia.