En Cataluña solo un 25% de las fachadas y cubiertas se encuentran en buen estado
Fachadas y medianeras, seguidas de cubiertas, instalaciones y estructuras son los elementos con mayor porcentaje de deficiencias en un edificio, según el “Informe del mantenimiento del parque edificado residencial en España” realizado para la proptech Sensedi por el Colegio de Aparejadores de Barcelona (CAATEEB), que ha analizado los diversos datos existentes procedentes de instituciones y organismos públicos y privados.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Fomento sobre obras de rehabilitación en Cataluña, las mayores intervenciones se realizan en las cubiertas (29,5%), seguidas de las fachadas (25,9%), y cimentaciones (21,7%), constatando que las envolventes del edificio siguen siendo los elementos más deteriorados seguidos por los elementos estructurales.
En Cataluña, según los informes realizados por Aparejadores y Arquitectos Técnicos sobre visitas de inspección a edificios, las fachadas y cubiertas son los elementos más deteriorados (sólo un 25% se encontraban en buen estado), dejando en un segundo término la estructura, saneamiento y las instalaciones (entre un 50% y un 60% se encontraban en buen estado).
“Si bien es obligatorio en Cataluña superar un examen que certifique el estado de conservación y seguridad de los edificios con más de 45 años -la conocida ITE (Inspección Técnica de Edificios) -, la realidad es que la falta de inversiones preventivas para conservar y mantener los edificios residenciales ha provocado que el parque edificado se encuentre en una situación problemática, que se agrava con el envejecimiento natural de los edificios”, explica Borja Ribas, director de Operaciones de Sensedi.
De esta situación derivan numerosos incidentes, muchos de los cuales han sido recogidos en el Cornisómetro, un trabajo de recopilación de accidentes publicados en medios de comunicación y redes sociales, que en dos años constató más de 1.500 accidentes, -es decir, 2 incidentes al día- siendo Andalucía, Castilla y León y el País Vasco, las regiones con más accidentes publicados.
Analizando los elementos afectados, el estudio encargado por Sensedi señala que, según el Cornisómetro, un 40% de los incidentes ha afectado a fachadas; un 25% a cornisas; un 24% se debe al derrumbe de elementos o edificaciones completas y, finalmente, un 11% corresponde a otros elementos.
“Todos estos datos ponen de manifiesto la importancia de cuidar las viviendas porque, además, el 80% del ahorro familiar se destina a los inmuebles. Por eso es fundamental adoptar medidas que solventen los grandes retos de los edificios de viviendas y que van en línea con las soluciones que nosotros ofrecemos como grupo, como son la protección, la accesibilidad, la sostenibilidad y su correcto mantenimiento”, explica Ribas.
De hecho, es precisamente la falta de mantenimiento el origen de numerosos incidentes que pueden derivar en graves accidentes para las personas “sin que los propietarios perciban que es su responsabilidad mantener las construcciones y edificios en condiciones correctas de seguridad y salubridad”, señala el director de Operaciones de Sensedi.
De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda, en Cataluña hay 1.177.321 edificios de viviendas, de los que 485.099 tienen más de 50 años. En concreto, la ITE es obligatoria en Cataluña para los inmuebles con más de 45 años, es decir, que en 2020 deberán pasar este examen los edificios construidos en 1975.
Estado de conservación del edificio y renta
El estado de conservación de un edificio está estrechamente ligado a tres factores: su antigüedad, las actuaciones de mantenimiento y conservación que se han realizado y el régimen de propiedad y la renta económica de sus propietarios.
El Estudio de la vivienda de Cataluña revela que los hogares que tienen unos ingresos inferiores a 2.000€ mensuales (59%), viven en el 80,7% de los edificios en mal estado, y el 73,6% en edificios con deficiencias; los hogares que tienen ingresos entre 2.000€ y 3.000€ al mes (27%), viven en el 16,5% de los edificios en mal estado, y el 20,9% en edificios con deficiencias; los hogares con ingresos entre 3.000€ y 4.000€ mensuales (9%), ocupan el 4,7% de los edificios con deficiencias y viven en el 10,2% del parque en buen estado. Los hogares con rentas superiores a 4.000€ (4,3%) viven en edificios en buen estado.
Materiales peligrosos: cemento aluminoso y amianto
Aunque la estructura no es el elemento que presenta más problemas, lo cierto es que cuando aparecen son de una gran importancia y su intervención es de máxima urgencia, señala el “Informe del mantenimiento del parque edificado residencial en España”.
El exceso de peso, el agua, las obras de reformas sin control y el salitre son elementos que afectan a la resistencia del edificio. Existen materiales como el cemento aluminoso -utilizado en las obras realizadas entre 1950 y 1970-, o el amianto -utilizado de forma muy intensiva en el periodo entre 1960 y 1984 y de manera decreciente hasta el 2002-, que pueden producir un aceleramiento del envejecimiento del edificio o graves consecuencias para la salud.
Otro elemento de elevado riesgo para la salud es el radón, un gas radiactivo que emana de determinados tipos de suelos, que puede estar presente en el interior de los edificios siendo la segunda causa de cáncer de pulmón. En este sentido el estudio señala que “aunque la legislación actual no prevé actuaciones de mitigación en los edificios existentes, deberían establecerse mecanismos legales que obliguen a controlar esta incidencia”, señala Jordi Marrot, de la Unidad de Rehabilitación y Medio Ambiente del CAATEB.
En la misma línea, debemos recordar que pasamos un 90% de nuestro tiempo de vida dentro de los edificios, teniendo estos un papel fundamental para asegurar unas buenas condiciones de bienestar físico, mental y social de los usuarios y para ello es importante que los edificios cuiden de aspectos como el bienestar térmico, la calidad del aire, los productos saludables, la protección frente al ruido, la iluminación, la accesibilidad, la calidad del agua, entre otros muchos.
Con el objetivo de crear una concienciación social en torno al esencial mantenimiento de los edificios, el informe realizado para Sensedi señala la necesidad de disponer de un correcto diagnóstico de la realidad actual del parque inmobiliario español, para así plantear una estrategia de rehabilitación adecuada. “El censo de edificación de 2021 sería una buena oportunidad para recabar los datos necesarios para construir unas políticas coherentes y ajustadas a la realidad, y aún más lo sería la creación de un observatorio de referencia en este ámbito”, afirma Jordi Marrot, de la Unidad de Rehabilitación y Medio Ambiente del CAATEB.