Andimac estima que recuperar la deducción en el IRPF por reformas beneficiaría a unas 270.000 viviendas
El pasado 2 de abril arrancó la campaña de la renta y la patronal de la reforma, Andimac, estima que recuperar la deducción en el IRPF en el tramo estatal y autonómico por reformar la vivienda habitual tendría unos 270.000 beneficiarios, de acuerdo con los datos del Observatorio 360º del mercado de edificación residencial y reforma.
Estas deducciones desaparecieron en 2013, un año en el que las aprovecharon casi 130.000 hogares, que pudieron deducirse en el IRPF más de 55 millones de euros, según Andimac a partir de la memoria de beneficios fiscales de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Y en ese mismo ejercicio se reformaron 1,2 millones de viviendas.
Pues bien, teniendo en cuenta que la situación económica actual nada tiene que ver con la de entonces, que el conocimiento de las deducciones no era demasiado amplio y que en 2018 se reformaron un 42% más de viviendas que en 2013, Andimac calcula que en la recién iniciada campaña de la renta los contribuyentes podrían haberse deducido en torno a 100 millones de euros por reformar sus viviendas habituales.
Nº beneficiarios | Importe (Mill. euros) | Estructura | |
Deducciones en la cuota |
- |
3.711,81 | 22,7 |
Inversión en vivienda habitual | 5.557.370 | 1.889,18 | 11,5% |
Obras de mejora en la vivienda | 129.238 | 55,46 | 0,3% |
Alquiler de la vivienda habitual | 722.299 | 140,83 | 0,9% |
Además, después de analizar los presupuestos de beneficios fiscales para los años 2012 y 2013, y tras desglosarlos por tributos y conceptos, Andimac señala que las deducciones en el IRPF por obras de mejora en la vivienda subieron casi un 9%, mientras que las reservadas para la inversión en vivienda habitual, por ejemplo, se desplomaron más de un 25% y las de para el alquiler cayeron un 8,2%.
Estas diferencias ponen de manifiesto la necesidad de mejorar las casas y, por ende, de apostar decididamente por la reforma y la rehabilitación desde la Administración. Máxime teniendo en cuenta que el parque inmobiliario español tiene unos 25 millones de viviendas que envejecen a un ritmo del 2% anual, lo que hace que la mitad de los inmuebles en nuestro país tengan más de 45 años. Sin embargo, las familias españolas apenas dedican un 1,5% de su renta al mantenimiento de sus casas, mientras que a la conservación de sus vehículos destinan un 5%; y eso pese a que los coches permanecen el 90% de su vida útil estacionados. En este sentido, la patronal considera que estas deducciones podrían contribuir a crear un culto hacia el estado de las viviendas, que actualmente no existe en España y que, en última instancia, mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos.
Arma para luchar contra la economía sumergida
Por otra parte, Andimac asegura que recuperar la deducción en el IRPF por reformar la vivienda habitual supondría un acicate para aflorar unos 8.000 millones de euros que actualmente circulan a espaldas del fisco. Asimismo, esta lucha contra la actividad sumergida presente en el sector ayudaría a crear empleos más estables y de mayor calidad. Y es que por cada puesto de trabajo en obra nueva se crean 1,5 en reformas. De igual modo, si las familias españolas pudieran deducirse algunos de los gastos asociados a las mejoras de sus hogares se animarían a reformar más. Y si el gasto en reformas se incrementara un 1%, los ingresos del sector crecerían en 5.000 millones, con un valor añadido claro para la estabilidad de la economía nacional. Y es que más del 85% del valor económico de la actividad de reforma es producido en nuestro país, por lo que constituye una palanca de consumo clave para la estabilidad de la balanza comercial nacional.
Además, según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “estas deducciones también servirían para acabar con la competencia desleal y mejorar la imagen de un sector que necesita ser más competitivo y atractivo para captar mano de obra cualificada, de la que actualmente carece. Y ello contribuiría a que nuevas generaciones vean en este ámbito una salida profesional digna y con importante capacidad de generar estabilidad económica a largo plazo, puesto que la reforma tiene una demanda creciente y estable, ajena a los altibajos de la obra nueva”.