Activa Mutua rehabilita la fachada de un edificio histórico de los años 50 en Tarragona
Activa Mutua ha restaurado la fachada de su edificio histórico 'catalogado' sito en la calle Estanislao Figueras de Tarragona. Unos trabajos que se han prolongado por espacio de 4 meses, han contado con un presupuesto general de licitación de 102.940,75 euros y han devuelto su apariencia de forma muy fidedigna a la de sus orígenes en el año 1950. Se han repuesto todos aquellos elementos arquitectónicos deteriorados por el paso del tiempo, así como mejorado la acústica del edificio, actuado en sus carpinterías; todo ello, sin cambiar su aspecto, tanto en la utilización de materiales como técnicas constructivas
La actuación se ha llevado a cabo bajo la dirección del arquitecto técnico, Pere Nolasc Plana Estil·les y ha contado en todo momento con el asesoramiento de un equipo de restauración compuesto por Anna Pluvinet y Ester Martínez. La vertiente más técnica la ha acometido la empresa Ingeniería Plot Plan. El constructor ha sido Fulgencio Villar SL.
El arquitecto, autor del proyecto original del edificio, fue Antonio Pujol Sevil, responsable de los inmuebles más emblemáticos de la Tarragona moderna. Autor, entre otros, de la casa de La Punxa, la sede central de La Caixa en Tarragona, la Casa de Cultura-Biblioteca Municipal o la Universidad Laboral. En una primera etapa, Pujol se caracterizó por aplicar un estilo racionalista, para evolucionar más tarde hacia el eclecticismo, que es en el que concretamente se enmarca el edificio de Activa Mutua en la calle Estanislao Figueras.
“El estilo arquitectónico del edificio se considera ecléctico, puesto que se utilizan varios elementos y estilos arquitectónicos entre los que despunta el Neoclásico”, indica el arquitecto técnico Pere Nolasc Plana. “Observando el inmueble, transmite una gran solidez, una simetría exagerada y se distinguen en él tres partes claramente diferenciadas: basamento, soporte y coronación, propios del estilo Neoclásico”, añade.
Los materiales originales de la fachada son: el cemento con aditivos colorantes (piedra artificial), madera de pino de buena calidad en las carpinterías, la piedra del basamento (roca típica de Tarragona popularmente conocida como ‘llisós’), forja y el latón utilizado en el emblema del edificio.
A la hora de describir los trabajos de restauración de manera muy sucinta, estos han consistido, tras el pertinente diagnóstico que clarificó las principales afecciones, en una profunda limpieza y desinfección fúngica, la retirada de capas de pintura antiguas, el derribo y sustitución de todo aquel material que no pudo rehabilitarse, reconstrucción de elementos diversos utilizando morteros sin retracción con acabado de mortero de cal y abujardado posterior, sujeciones y anclajes de acero inoxidable para asegurar su estabilidad en todas las pilastras, trabajos de carpintería, instalación de vidriería con aislamiento acústico, la ocultación de las distintas instalaciones técnicas que trascurren por la fachada o la restauración del emblema del edificio, entre muchos otros.
Un pulcro y exhaustivo trabajo que ha devuelto la fachada a su aspecto originario, pero bajo el prisma de las técnicas más actuales e innovadoras, que conceden una mayor seguridad, estabilidad y perdurabilidad que las de la década de los años 50.