El aislamiento térmico convierte a un edificio en ecológico
La energía que se pierde a través de las paredes, cubiertas y ventanas de un edificio supone el mayor porcentaje de pérdida energética en el conjunto edificatorio. Con la reciente actualización de LEED 2009 para Nueva Construcción y Grandes Remodelaciones, todos los implicados en proyectos edificatorios están prestando más atención a las técnicas y los sistemas de aislamiento que pueden utilizar en las envolventes de los edificios para reducir el consumo de energía y los costes.
Ahorrar energía en la envolvente de un edificio
El uso de sistemas de aislamiento y técnicas de ahorro energético en las envolventes de los edificios ayuda a ahorrar suficiente energía anual para refrigerar hasta 56 millones de viviendas o fabricar hasta 135 millones de vehículos anuales.
¿Qué es exactamente la envolvente de un edificio? La envolvente de un edificio se compone de sus fachadas, ventanas, todo el aislamiento térmico que exista en los muros, los selladores utilizados en las paredes, las barreras de aire y vapor y mucho más.
Los prescriptores de sistemas de aislamiento deben buscar componentes que consigan que la envolvente garantice un confort en el interior de la edificación, así como óptimos niveles de salubridad. Además el aislamiento debe ser eficiente, de materiales seguros que garanticen un buen comportamiento en su vida útil.
Desde el comienzo del proyecto de un edificio se debe tener en cuenta los sistemas de aislamiento que se van a utilizar. El aislamiento térmico reduce el intercambio de calor a través de las superficies de un edificio: paredes, techos, instalaciones, etc. Por todo esto, el aislamiento se considera una de las formas más prácticas y rentables de mejorar la eficiencia energética de un edificio.
El caso de los sistemas de poliuretano como aislantes en la edificación
La eficiencia energética conseguida gracias al aislamiento también depende de los materiales utilizados.
En el caso de los sistemas de poliuretano, son productos que consiguen una estanqueidad en el edificio. Esto implica una doble función: aislante y sellante. El poliuretano crea barreras al aire dentro de la envolvente de un edificio, sellando y aislando las zonas conflictivas como ventanas, puertas y huecos de instalaciones.
Este efecto sellante y aislante reduce la demanda de calefacción y refrigeración al evitar fugas de aire y mantener temperaturas confortables en el interior.