El estándar PassivHaus y los Edificios de Consumo Casi Nulo. Situación actual en España
La Directiva europea 2010/31/UE define que a partir del 1 de enero de 2020 todos los edificios de nueva construcción tienen que ofrecer un consumo energético casi nulo y a partir del 1 de enero del 2018, todos los edificios públicos nuevos. Ante este cambio normativo inminente cabe preguntarse: ¿qué es un Edificio de Consumo Casi Nulo?
La Directiva europea 2010/31/UE permite que sea el estado miembro de la Unión el que defina lo que significa el concepto de Edificio de Consumo Casi Nulo. España es uno de los pocos estados miembros de la Unión Europea que todavía no han definido el concepto a nivel nacional.
Administraciones públicas, técnicos y constructores, tienen poco tiempo para adaptarse a un cambio que va a producirse muy pronto, y que va a repercutir en un aumento sustancial de la calidad de nuestros edificios.
Existen varios estándares considerados de Edificio de Consumo Casi Nulo a nivel internacional, siendo el PassiveHouse – PassivHaus en alemán, el más conocido y extendido. Implementa protocolos de diseño y cálculo de eficacia demostrada durante más de 20 años en una gran diversidad de climas. Existen edificios certificados PassivHaus en climas cálidos como los de Indonesia, Australia, California, Nuevo México y sur de Italia, hasta los más fríos como Alemania, Suecia o Finlandia.
El estándar PassivHaus se basa en primer lugar en un gran aislamiento de la envolvente, incluyendo ventanas y vidrios, pero de nada sirve con infiltraciones descontroladas de aire, por lo que el edificio debe de ser muy hermético. La ventilación mecánica con recuperación de calor es el sistema que nos permite estar ventilando la vivienda las 24h con un alto grado de confort interior, pues se le exige que ni escuchemos ni sintamos el aire de la ventilación.
En climas cálidos, además, tenemos que sombrear el edificio y usar colores claros, para evitar al máximo la incidencia de radiación solar, idear estrategias de disipación de calor como la ventilación nocturna, y minimizar las ganancias internas de calor, usando electrodomésticos de alta eficiencia.
Con estos principios y una simulación energética realista y precisa como la que nos da el software PHPP conseguimos diseñar y construir edificios pasivos / passivhaus / de Consumo Casi Nulo.
El resultado es que un edificio pasivo, puede llegar a ahorrar un 90% de la energía destinada a climatización en edificios nuevos con respecto al parque edificado y un 75% en rehabilitaciones.
El ahorro no es sólo en consumo, ahorramos también en potencia de instalaciones de calefacción y refrigeración, no superándose el ratio de 15 W/m2, 10 veces inferior a los ratios habituales en el cálculo de instalaciones de este tipo.
Por lo que una bomba de calor que en un proyecto convencional, podía estar en 200Kw, en un edificio PassivHaus probablemente no superará los 40. Con el consiguiente ahorro espectacular en gastos de mantenimiento.
Es muy importante resaltar el alto grado de confort interior que tienen estos edificios ya que la temperatura interior es muy estable (las estrategias pasivas le dan una gran inercia térmica), y además solucionan los problemas de higrotermia/humedades derivados de los flujos de energía y vapor de agua a través de los cerramientos.
Como ejemplo, podremos sentarnos tranquilamente el día más frío del año al lado de un gran ventanal, que no sentiremos frío, ya que se calcula para que la temperatura mínima de la superficie interior de la envolvente nunca baje de 17°C.
Además estos edificios están continuamente ventilados, siempre disfrutan de aire fresco, pero sin perder energía, a través de un intercambiador de calor, que filtra el aire y evita que pierda la energía que contiene.
El sobrecoste a día de hoy es muy pequeño, y podemos decir que quien se puede construir un edificio, se puede construir un edificio Passivhaus.
En cifras y simplificando el cálculo, podemos estimar aproximadamente que el gasto económico en calefacción de un edificio PassivHaus de 100 m2, sería de unos 100€ al año. Con un altísimo grado de confort interior térmico y acústico.
Una vez que hemos conseguido reducir tanto la necesidad de energía, es fácil y rentable añadir producción de energía en el mismo edificio, de manera que con una instalación productora relativamente pequeña, se convierte en productor de energía en lugar de consumidor.
Demanda de calefacción ≤ 15 kWh/m2·a |
Carga de calefacción ≤ 10 W/m2 |
Demanda de refigeración ≤ 15 kWh/m2·a + 0,3 W/(m2aK)·DDH |
Carga de refigeración ≤ 10 W/m2 |
Consumo total energía primaria ≤ 120 kWh/m2·a |
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Estanqueidad al aire ≤ 0,6 ren/h @ n50 |
El desarrollo en España primero ha sido paulatino. La primera vivienda certificada PassivHaus en nuestro país fue en Granada en 2009, y poco a poco se fueron certificando viviendas unifamiliares principalmente en Cataluña, Pais Vasco y Asturias, fundamentalmente en la mitad norte de España.
Actualmente se encuentra en una expansión exponencial, habiéndose ya trascendido de la pequeña escala a nivel de vivienda unifamiliar. Se ha certificado una Biblioteca pública en La Rioja, un edificio de oficinas en Sollana, Valencia, están en construcción torres de VPO en Bolueta (Bilbao), se ha rehabilitado un edificio docente de la Universidad en Burgos… Actualmente hay una gran diversidad de proyectos PassivHaus en marcha.
Además todos estos principios y conceptos son totalmente compatibles con la rehabilitación. Tenemos un parque de viviendas profundamente ineficiente, y a la vez tenemos unos objetivos que cumplir como país, de reducción de emisiones de CO2 y de aumento de la eficiencia energética.
El Instituto PassivHaus ha desarrollado el sello Enerphit para la rehabilitación. Es obvio que los exigentes condicionantes son más difíciles de cumplir en un edificio ya construido, con una orientación y geometría predefinida.