Termografía infrarroja en las auditorias de sistemas de climatización y refrigeración

Estamos ya en época de refrigerar nuestros edificios y algunos lo necesitan todo el año y es mucho lo que esta técnica nos puede aportar de cara a optimizar el buen funcionamiento de los sistemas de refrigeración. Mediante el uso de la Termografía infrarroja podremos identificar los siguientes aspectos, entre otros:

• Medición de las temperaturas de impulsión y retorno de los elementos emisores
• Medición de las temperaturas a la entrada y salida de los sistemas de producción (enfriadoras, climatizadores, fancoils, etc.)
• Detección de sobrecalentamientos en el cableado eléctrico y sus conexiones
• Análisis de los elementos de difusión (rejillas, difusores) y su flujo de aire
• Localización de fugas de agua y pequeños goteos en las uniones soldadas o roscadas

Veamos algunos ejemplos concretos:

Las toberas están dimensionadas para impulsar aire, frío o caliente, a grandes distancias y alta velocidad. En la imagen térmica vemos cómo el emboquillado es defectuoso y parte del aire caliente de impulsión se queda en el falso techo y no llega al ambiente. Esto implica una pérdida de los metros cúbicos de aire que estaban dimensionados para el local, con las consiguientes posibles quejas por falta de confort en la sala y el derroche de energía que esto supone.

En la imagen vemos el compresor de una máquina de producción de hielo y el diferencial térmico que se produce entre la descarga y la aspiración en el ciclo frigorífico.

En este otro caso vemos uno de los compresores en marcha (el de atrás está parado) de una enfriadora y el salto térmico entre la tubería aislada de aspiración del refrigerante, a 7°C y la tubería de descarga (sin aislar) del refrigerante, a 65 °C.

La válvula de expansión del ciclo frigorífico de la enfriadora recibe el refrigerante en estado líquido, a alta presión y temperatura y la abandona a baja presión y temperatura. En la termografía vemos perfectamente este proceso.

Las cámaras frigoríficas funcionan las 24 horas del día ya que necesitan mantener los alimentos en unas condiciones de temperatura bajas. Debido a esto, su consumo es elevado y su buen funcionamiento es vital para no encarecer la factura energética de estas instalaciones. En la imagen termográfica se aprecia con claridad la poca estanqueidad de las puertas y la salida de aire frío al exterior, lo que multiplica las horas de funcionamiento del sistema y acorta su vida útil.

Es más costoso enfriar que calentar, todo el que conoce el mundo de las instalaciones conoce esto y conoce por tanto también la importancia de mantener adecuadamente las instalaciones de frío, desde la producción y la distribución a la emisión del aire frío.

La termografía infrarroja, con la ventaja de poder medir a distancia y sin contacto, es fundamental en cualquier programa de mantenimiento ahorrando tiempo y dinero al cliente.