El Monasterio de Piedra invierte más de 760.000€ en la rehabilitación de sus espacios históricos
El Monasterio de Piedra ha inaugurado oficialmente la nueva fachada sur del hotel y la plaza de San Martín, proyectos de rehabilitación que se enmarcan dentro de su plan de reforma y mejora de las instalaciones de cara a la celebración de su 800 aniversario, el próximo 2018. Ambas obras han supuesto, en su conjunto, una inversión de 760.000€, aproximadamente. En los últimos cuatro años, el Monasterio de Piedra ha destinado más de 1.300.000€ a la conservación de su legado histórico.
José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, presidió el acto en el que los arquitectos encargados de ambos proyectos presentaron las mejoras acometidas y explicaron también el proceso de reconstrucción en sus distintas fases. Soro recordó que “desde el Gobierno de Aragón, contemplamos el turismo como un sector estratégico, y es ante todo una herramienta de vertebración y cohesión social.” Asimismo, el consejero destacó que “el Monasterio de Piedra es un destino único e irrepetible que aúna el patrimonio histórico y natural, elementos que son la base de la marca 'Turismo de Aragón'.”
“Cuidar de nuestro patrimonio, respetando la esencia del mismo, es una de las máximas que aplicamos en la gestión del Monasterio de Piedra. Somos conscientes de la importancia del legado que hemos recibido y de la responsabilidad que conlleva conservar un enclave tan singular con casi 800 años de historia”, declaró José Pont, director general del Monasterio de Piedra. “Entre los valores que nos distinguen como compañía y que marcan nuestras actuaciones, cabe destacar el compromiso con la conservación del patrimonio histórico, arquitectónico, artístico y cultural así como la apuesta por el desarrollo sostenible en el plano económico, medioambiental y social”, añadió.
Para la fachada sur del hotel, aparte de la rehabilitación del estuco de la propia fachada, se han renovado los forjados de las terrazas de la misma y la carpintería exterior de las habitaciones que dan a ese lado del edificio. Con ello, se ha mejorado sustancialmente el aislamiento acústico y térmico. El proyecto, planteado y dirigido por la arquitecta Belén Gómez Navarro, ha mantenido la línea de colores y elementos arquitectónicos y decorativos que ya tenía la fachada. La rehabilitación ha permitido, además, la apertura del Salón Gaufrido a los jardines, disfrutando de sus vistas, gracias a la incorporación de un gran ventanal acristalado en el mismo.
Por otro lado, la rehabilitación de la plaza de San Martín, de origen medieval, ha tenido como objetivo mejorar la pavimentación y el ajardinamiento de esta zona de tránsito utilizada por los turistas para acceder al monasterio y al hotel. La plaza era, antiguamente, un segundo claustro y, por lo tanto, se encontraba cerrada. El arquitecto Pablo Ortega Martín ha cuidado especialmente el uso de material pétreo para su integración con el resto del edificio y ha mejorado además su disposición general atendiendo a criterios de racionalidad y usabilidad.