Un acristalamiento eficaz del hogar ayuda a ahorrar en la factura energética
Entre los meses de enero y abril algunas comunidades lanzan los Planes Renove de ventanas con subvenciones para las familias. La inversión en un buen acristalamiento merece la pena: se puede llegar a ahorrar hasta 800€ anuales en la factura energética, una media de 130 € al mes, variable en función de los tipos de cristalería, carpintería y calefacción con los que se cuente. Asimismo, se reducen las corrientes de frío, se genera menos CO² y se aísla la estancia del ruido exterior. Reparalia, empresa especializada en el cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones -con una red de más de 2.000 profesionales especializados en carpintería, cristalería, fontanería o electricidad-, detalla a continuación una serie de pautas para lograr un buen aislamiento a través de un acristalamiento eficaz.
En los hogares, el calor se pierde principalmente por las ventanas. Cambiarlas por un modelo de mayor eficiencia energética es siempre una buena solución a corto y largo plazo.
¿Doble acristalamiento o doble ventana?
Aunque ambas opciones cumplen bien con su función de aislamiento, el doble acristalamiento aísla más que la doble ventana, básicamente porque los cristales son de mejor calidad. Sin embargo, su elección dependerá siempre de las circunstancias del hogar, como la situación geográfica, orientación de la fachada y factores especiales de sombra, entre otros, que hacen variar el grado de aislamiento necesario para alcanzar el confort en cada caso, así como del presupuesto disponible.
Asimismo, el múltiple acristalamiento consiste en acristalamientos compuestos por doble o triple cristal, con absorbente de humedad y sellados perimetralmente. Las cámaras de aire entre vidrios pueden ser de aire deshidratado o rellenas con gas argón, si bien ésta última opción se recomienda en condiciones atmosféricas muy desfavorables ya que refuerza considerablemente el aislamiento térmico.
En la elección de ventanas es tan importante seleccionar tanto una buena carpintería como un buen acristalamiento. Respecto a los cristales, hay que tener en cuenta las siglas ATR (Aislamiento Térmico Reforzado), las cuales indican que, gracias a su composición, se evitan las pérdidas térmicas, protegen contra los rayos solares y aíslan de ruidos molestos (carreteras, aeropuertos…). A la hora de elegir, lo importante no es la marca -ya que utilizan materiales muy parecidos- sino la composición del cristal que ofrecen en cada caso.
Y los marcos… ¿de madera, PVC o Aluminio?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el mantenimiento de la madera es mayor. El PVC, por otro lado, ofrece buen aislamiento y, además, buena insonorización. Y las ventanas de aluminio, por último, son resistentes a las inclemencias del tiempo y cuentan con una mayor gama de colores y acabados. Además, debemos tener en cuenta que con un buen aislamiento evitamos la entrada de temperatura exterior a la estancia y la aparición de condensaciones.
¿Cuáles son las ventanas más Ecofriendly?
Las que cuentan con cristales de baja emisividad o’low-e’, o lo que es lo mismo, las que están recubiertas con una capa de metal o de óxido metálico que es prácticamente transparente a la vista. Es importante que tengan la Etiqueta Eficiencia Energética de la Ventana (EEV) para asegurar que cumplen con los mínimos establecidos del Código Técnico de Edificación. Teniendo en cuenta que el etiquetado es de carácter voluntario para los proveedores, las ventanas que cuenten con esta etiqueta serán, por norma genreal, de alta calidad.