Seguridad en la zona de confort

En su esfuerzo de maximizar la seguridad, los operadores de hoteles se enfrentan a dos retos muy distintos. El primero es que, mientras en los aeropuertos y en otros lugares públicos se acepta – incluso se espera – que las medidas de seguridad obstaculicen de cierto modo el libre movimiento, en los hoteles y resorts, eso no puede suceder ya que se quiere crear y mantener una atmósfera agradable. El segundo reto es que los inversores muchas veces no ven las razones de por qué invertir más en sistemas seguridad de lo que las legislaciones vigentes obligan.

El primer factor se puede solucionar con tecnologías innovadoras que en la actualidad suelen estar ya disponibles. Las dimensiones de las cámaras de vigilancia se han reducido enormemente, los detectores de incendios se pueden ocultar en el techo. Y – a diferencia de los aeropuertos – no todos los encargados de la seguridad tienen que andar con un uniforme marcial. Sin embargo, algunas veces, la seguridad requiere algunos compromisos. En regiones que están especialmente expuestas al terrorismo, la libertad de movimientos puede verse limitada de cierto modo. Después del ataque terrorista en Mumbai, por ejemplo, la Asociación de Hoteles de la India publicó directrices para medidas de seguridad en hoteles que recomendaban restringir el acceso, escanear el equipaje de los clientes e, incluso, registrar los bolsos y bolsas de los clientes cada vez que entran en el hotel. Pero, por suerte, no todos los operadores de hoteles tienen que llegar hasta ese punto.

El segundo reto al que se enfrentan los operadores de hoteles no se puede resolver con tecnología, requiere una nueva forma de pensar. Un incumplimiento serio de la seguridad puede dañar la reputación de la marca del hotel. Y en los casos en los que los operadores de hoteles no son los propietarios del inmueble, la marca es el único valor que tienen. En ese sentido, proteger a sus clientes es también proteger su negocio y una inversión en sistemas de seguridad puede tener un importante impacto en el resultado final.

Aunque los riesgos y las amenazas actuales son múltiples, la protección contra incendios sigue siendo el elemento central de todas las medidas de seguridad. El fuego es la amenaza más obvia para la salud y la vida de los clientes y los empleados. Además, la protección contra incendios está regulada por la ley, así que no hay manera de evitar la instalación de sistemas generales de detección y extinción de incendios.

Mientras que los edificios modernos suelen estar equipados desde la obra con la última tecnología, en muchos resorts tradicionales los sistemas de alarma contra incendios están anticuados y apenas cumplen con las regulaciones legales y sólo cumplen de forma muy limitada las necesidades reales.

En muchos casos, estos sistemas anticuados no permiten la localización precisa de un incendio, con lo que se produce un retraso que, en el peor de los casos, puede tener consecuencias fatales. Si se detecta y se localiza desde el inicio el incendio se puede intervenir de forma rápida y dirigida, con lo que se pueden salvar vidas y partes importantes de la propiedad. Los detectores modernos, incluidos los modelos de calor, fotoeléctricos o de múltiples criterios con detección de gases CO pueden identificar, incluso, un incendio emergente mucho antes de que se puedan ver las llamas o el humo. Algunos de los detectores actuales incluyen el procesamiento inteligente de las señales, lo que garantiza que el patrón del sensor coincida con un escenario real de incendios para proporcionar inmunidad contra posibles falsas alarmas debidas a vapor o a una humedad elevada. Tecnologías avanzadas como éstas pueden ayudar de forma significativa a reducir el porcentaje de falsas alarmas y proporcionan una detección de incendios más precisa. Además, permiten reconocer antes de qué tipo de incendio se trata.

Por muy importantes que sean la protección y la detección contra incendios, siempre han sido un anatema para los diseñadores de interiores, especialmente en resorts de gama alta. Con el fin de proporcionar a los clientes un elevado nivel de seguridad sin que haya impedimentos visuales, los operadores de los hoteles pueden instalar hoy detectores que tienen el mismo color que el fondo y se integran de forma casi invisible en los techos. Un buen ejemplo es el hotel Múnich City Hilton, en el que, en el marco de una reforma general, se instalaron detectores de incendios de la serie 500 de Bosch y que apenas se pueden ver.

En resorts grandes con una gran variedad de edificios, un único panel de incendios no siempre puede proporcionar la suficiente flexibilidad para garantizar que se cubran todas las zonas con detectores de incendios. En esos casos se pueden utilizar sistemas en red, con lo que los cables no tienen que ser tan largos, permitiendo así soluciones hechas a medida para los distintos edificios. Estos sistemas individuales se pueden integrar fácilmente en un único centro de operaciones para garantizar una respuesta rápida ante incidentes. Estos sistemas modulares permiten también una ampliación muy flexible en el caso de que el resort se amplíe.

La detección de incendios tiene que ir siempre de la mano de un sistema de evacuación de cualquier tipo. Las investigaciones han demostrado que las advertencias por voz se entienden mejor que las alarmas acústicas o visuales. Por eso los sistemas de evacuación por voz son los más modernos – más aún en hoteles en los que los clientes no suelen estar muy familiarizados con las condiciones locales. Estos sistemas deberían cubrir múltiples zonas diferentes, ya que en las distintas áreas del resort se van a requerir, por lo general, distintas estrategias de evacuación. Durante el servicio estándar, estos sistemas se pueden utilizar para el hilo musical o para realizar anuncios en las áreas públicas como en un centro de conferencias. El lujoso ‘Pravet Golf & Spa Resort’ en Bulgaria utiliza el sistema Plena de multizonas para conducir a sus clientes por el edificio principal del hotel, en los búngalos que se encuentran repartidos en el terreno y, en caso de necesidad, incluso en el campo de golf adjunto, de tal manera que los operarios pueden dar unas instrucciones de evacuación específicas e individuales en caso de emergencia.

En el caso de una evacuación, las cámaras de vigilancia, normalmente utilizadas para garantizar la seguridad de los clientes, se pueden utilizar para controlar los procedimientos y ayudar a las autoridades en la coordinación de las medidas de rescate.

Debido a que en la mayor parte de regiones del mundo, los operadores de hoteles no pueden imponer medidas de seguridad intrusivas, tales como escaneo total y control de identidad, los hoteles son un excelente ‘objetivo’ blando para robos y, especialmente durante la última década, ataques terroristas. Por eso, la videovigilancia tiene un papel cada vez más importante para la seguridad en hoteles. La mayor parte de clientes valoran bastante más los beneficios de seguridad que la incómoda sensación de sentirse observados. La videovigilancia se utiliza primordialmente para asegurar áreas públicas, puntos de acceso o zonas de entrega de suministros. Otra aplicación clásica es la prevención o investigación de robos en habitaciones a través de cámaras en los pasillos. Incluso en los ascensores pueden prevenir las cámaras asaltos y vandalismo. En un entorno integrado con un sistema de gestión central, las cámaras también se pueden utilizar de forma muy eficiente para verificar alarmas de sistemas de control de entradas o de detección de intrusos. En combinación con un sistema inteligente de análisis de vídeos, las cámaras de vigilancia también pueden asegurar el perímetro del hotel, reducir los riesgos que supone el equipaje abandonado o ayudar a investigar sucesos como un accidente en la piscina o en el garaje.

Igual que los sistemas de detección de incendios, la videovigilancia no tiene por qué estropear el ambiente de tranquilidad. Aunque las cámaras nunca se pueden ocultar del todo – además, no deberían ocultarse ya que sirven como prevención – el mercado ofrece una amplia gama de cámaras de alta resolución de pan tilt zoom, así como modelos para poca luz que se ajustan perfectamente al diseño de interiores y permiten a los operadores ver cada detalle, siendo muy discretas.

Los robos son un problema importante en casi todos los hoteles del mundo, y también el sabotaje (algunas veces efectuado por empleados descontentos) no es un hecho poco común.

La primera línea de defensa contra estas amenazas es la restricción del acceso a las áreas no públicas, tales como cocinas, ascensores de servicio, escaleras y habitaciones de servicio.

Así se podrán reducir riesgos permitiendo a los empleados el acceso sólo a esas zonas a las que tienen que acceder para poder realizar su trabajo.

Los sistemas modernos de control de acceso permiten otorgar derechos de acceso muy específicos, diferenciando entre individuos, grupos de empleados, ejecutivos y, si se requiere, incluso proveedores o personal de servicio externo.

El control de acceso es especialmente importante cuando se trata de áreas muy críticas, como la sala donde se encuentra el servidor o la sala HVAC (calefacción, ventilación, aire acondicionado), ya que son objetivos importantes para todo tipo de sabotaje. Al menos aquí se debería complementar el control de acceso con un sistema de detección de intrusos que permita detectar movimientos y disparar una alarma en el caso de que se presente un incidente no previsto. La videovigilancia se puede utilizar entonces para verificar o anular esta alarma.

La mayor parte de los hoteles de gran categoría, en la actualidad no sólo albergan a clientes durante la noche, también disponen de instalaciones, más o menos grandes, para realizar banquetes y conferencias, en las que se realizan eventos que pueden ir desde bodas a conferencias internacionales con más de 1.000 asistentes. Para dar seguridad en estas instalaciones no se puede utilizar la misma tecnología que en otras partes del hotel, se trata de un concepto totalmente diferente. Por eso es importante utilizar sistemas de seguridad estandarizados y flexibles que se puedan adaptar a distintos entornos, pero que, sin embargo, se puedan operar como una unidad homogénea a través de un sistema de gestión integrado.

Cuando se realizan conferencias, algunos proveedores como Bosch, van más allá de la seguridad y ofrecen una gama completa de dispositivos y productos para conferencias.

El sistema estrella de Bosch para conferencias, el Digital Congress Network, se puede configurar de forma rápida y flexible con distintas opciones con y sin cable. Puede ofrecer interpretación simultánea a través de transmisores de IR para los asistentes que la necesitan sin molestar a los demás. Los ponentes también se pueden apoyar en soluciones de sonido profesionales de Electro-Voice o Dynacord para transmitir su mensaje a través de un sonido que transmite todos los matices de la voz. En caso de una emergencia, estos sistemas se pueden convertir en sistema de evacuación que permitirá la comunicación eficaz con los participantes, incluso bajo condiciones difíciles.

En un resort grande se tienen que gestionar y coordinar diariamente en el centro de control de seguridad cientos o, incluso, miles de notificaciones y alarmas desde todas las áreas de seguridad e instalaciones tecnológicas. Esto solo se puede dominar de forma eficiente, si todos los sistemas de seguridad están integrados en un sistema de gestión central de alarmas y notificaciones. Aparte de administrar los sistemas de seguridad, este tipo de sistemas deberá permitir también el control de otros sistemas técnicos como calefacción, ventilación y aire acondicionado o el control de los ascensores. Para ello, Bosch ha desarrollado su Building Integration System (BIS) que permite administrar todos los sistemas de seguridad y otras tecnologías del edificio, ya que se integra fácilmente en los sistemas de gestión de edificios comunes.

En un sistema de gestión centralizado como éste se resumen, visualizan y procesan todas las notificaciones entrantes de los subsistemas conectados en una interface de usuario uniforme. De esta manera el BIS soporta la administración centralizada de:

• Detección de incendios
• Detección de intrusos
• Sistemas de videovigilancia (CCTV)
• Sistemas de control de acceso
• Vigilancia del entorno exterior
• Gestión de las entradas de suministros, de garajes y de aparcamientos
• Ubicación dinámica de alarmas e imágenes
• Control de las salidas de emergencia
• Sistema Intercom
• Sistema de megafonía
• Gestión de vídeos y verificación de empleados por vídeo
• Base de datos de empleados y autorizaciones de acceso
• Control de ascensores

El Building Integration System ofrece al operario ver todos los subsistemas, todas las áreas centralizadas e, incluso, el estado de cada uno de los detectores. De esa manera se garantiza que haya una reacción adecuada en caso de alarmas o notificaciones. Sin embargo, esto sólo se puede garantizar si la alarma llega primero al sistema de gestión. Para ello puede ser necesario disponer de alguna redundancia en subsistemas críticos, de tal manera que sigan funcionando como deben, incluso en caso de fallo. Por otro lado no sirve de nada si una alarma entra pero nadie reacciona. Si eso sucede, el sistema BIS puede escalar esa alarma siguiendo protocolos predefinidos para garantizar que haya una reacción.

Los sistemas de gestión centrales se simplifican a través del creciente uso de las tecnologías de redes clásicas como Ethernet o IP, de tal manera que hay disponible una plataforma técnica común y económica para todas las áreas de tecnología de seguridad. La información que se transmite a través de cámaras de video, de detectores de humos y de incendios o los controles de las puertas se puede coordinar a través de protocolos uniformes como TCP/IP e interfaces estandarizadas como OPC. Esto permite, incluso, la integración de subsistemas de terceros en tecnologías de edificios y de seguridad.