Aislamiento térmico de fachadas mediante perlas de Neopor
BASF y la empresa de rehabilitación DGI ThermaBead Ibérica, en el marco del modelo Smart Mediterranean City, han desarrollado un proyecto que pretende reducir el gasto energético de los edificios a través del aislamiento de fachadas con perlas de Neopor, unas perlas de peso ligero que permiten conservar el calor.
El edificio escogido para realizar este aislamiento ha sido el colegio César August, situado en Tarragona, una de las ciudades que desde hace un par de años se ha propuesto liderar el cambio en el modelo de ciudad tradicional y llevar a cabo una transformación urbanística como Smart City. Este proyecto de transformación está vinculado al legado de los Juegos del Mediterráneo de 2017, un hecho que junto con la creación de una Fundación como iniciativa público-privada, han permitido a Tarragona incluirse en los grupos de trabajo de la European Innovation Partnership on Smart Cities and Communities (EIP-SCC).
La fachada del edificio escogido para reducir su gasto energético ha sido tratada con perlas de Neopor de poliestireno expandible totalmente hidrófugas. Un método que se utiliza para modernizar fachadas compuestas de albañilería de doble tabique y mejorar la eficiencia energética reduciendo el consumo de calefacción y disminuyendo también las emisiones de CO2.
Además, es un método que no necesita obras ni mantenimiento posterior, lo cual ha permitido que el proyecto se lleve a cabo en dos fases sin interrumpir la actividad de los escolares. La primera de ellas en las vacaciones de Semana Santa y la segunda, al terminar el curso escolar. Así, en un primer momento se realizó un inyectado de 750 m2 con cámaras de 4 a 12 cm, para lo cual se emplearon tres días; y posteriormente, en el periodo estival, se aislaron los otros 700 m2 de fachada con cámaras de 4 a 8 cm también en 3 días.
Las perlas de Neopor son ligeras y su peso aproximado es de 18 kg/m3, además de que su distribución de partículas al ser muy uniforme, impide que el agua de la lluvia pueda introducirse en el interior de los materiales de albañilería a través de la capa de aislamiento.
Esta técnica permite que se mantenga una capa de aire entre los dos tabiques de la fachada para su posterior relleno con materiales de aislamiento. Puesto que la estructura de doble tabique limita irremediablemente el grosor del aislamiento, cuanto mayor sea la capacidad de aislamiento, mejores serán los resultados. Por tanto, para realizar la mejora, se revisa previamente el interior de las paredes con una cámara endoscópica a fin de observar si realmente existe hueco, ya que el aire comprimido se utiliza para insuflar las perlas de Neopor a través de un tubo, o bien, se introducen dentro de la capa de aire existente entre las dos paredes. De este modo, las perlas quedan sedimentadas de manera permanente sin dejar ningún espacio hueco.
Este aislamiento es de color gris plateado debido a que contiene grafito, un material que realza la capacidad de aislamiento hasta en un 20 por ciento, lo que permite hablar de aislamiento eco-eficiente que reduce los costos de calefacción en más de un 35% y aumenta el valor de los edificios de forma respetuosa con el medio ambiente.
También se reducen las emisiones de CO2 en más de 9 toneladas por año, lo que equivale a unos 464 árboles; se produce un ahorro económico anual de 2.511 € en calefacción y se obtiene un retorno de la inversión de 12.9 años produciendo un beneficio social superior a 50 años.
Estos beneficios hacen que este modo de aislamiento mediante la inyección de perlas expandidas de Neopor en las cámaras de aire de las fachadas esté muy presente en el mercado inglés. En España, además, ya se ha sido incluido en otros proyectos como el de la localidad barcelonesa de Terrasa, donde BASF realizó el mismo tipo de intervención en varios bloques de viviendas.
Tras el aislamiento se ha comprobado por parte de la auditoría independiente PGI Engineering que se ha producido un ahorro energético del 35 por ciento. Una cifra que según Erwin Rauhe, responsable de las actividades de BASF en el Sur de Europa, llevará al sector de la construcción a orientarse hacia la rehabilitación energética.
Si tenemos en cuenta que en España se calcula que existe un parque potencial de 11 millones de viviendas sin aislamiento alguno, lo que se traduce en un importante potencial de negocio, no es descabellado pensar que el mercado de la construcción deba reorientar su actividad hacia la rehabilitación energética de las viviendas, apunta.
