Fachada Fútbol Club: Jugando en equipo

17 de febrero de 2015. Diario Deportivo de la Construcción. El Fachada FC ha ganado el título de campeón de la Supercopa de Europa de la Construcción. (Figura 1).

Cuando los jugadores van siempre detrás del balón para intentar conseguirlo, así una vez, otra vez, otra vez y muchas más, y no saben por qué pero nunca consiguen tener el balón. Ir detrás del balón puede durar un tiempo ya que todos empezamos los proyectos con ganas y energía pero al final los jugadores se cansan de correr y correr por todo el campo de fútbol sin poder quitar el balón al equipo contrario.

¿Por qué no se le quita el balón al contrario? Porque cada uno de los jugadores actúa por su cuenta, cada una de las empresas busca su propio objetivo y beneficio (que es absolutamente lógico y lícito) pero la Champions League de la Construcción no es una suma de excelentes productos sino el conjunto de soluciones eficientes para conseguir una óptima fachada. Si las empresas actúan de forma conjunta aportando soluciones integrales entonces es más fácil que el cliente nos escuche, es decir es más fácil recuperar el balón y tener la posibilidad de meter gol con una buena solución y hacer un negocio rentable. El objetivo final del equipo es meter gol o hacer negocio. Al final ganaremos todos, y todos nos beneficiaremos del valor añadido e innovación del equipo y por consiguiente también cada una de las empresas que colaboran de forma conjunta. En el fondo las empresas somos compañeros de vestuario y nos vamos encontrando durante estos últimos años en los pocos proyectos y obras que se han jugado en los campos de futbol del territorio nacional.

Esta comparación con el mundo del fútbol intenta explicar que el Fachada FC en el mundo de la construcción debe actuar con una estrategia y una táctica de conjunto entre las diferentes empresas para jugar de forma coordinada y poder conseguir los objetivos a nivel global como equipo y a nivel individual como empresa.

Hasta 2007 había muchos torneos y balones para todos y los partidos eran fáciles. Cada empresa había actuado o jugado por su cuenta para conseguir el balón (el negocio). Pero ahora la situación económica ha cambiado en el mundo de la construcción y las empresas deberían cambiar, reciclar y actualizar la forma de jugar.

El cliente, que en el fondo a veces somos nosotros mismos, ya no quiere que cada empresa le explique su excelente y revolucionario catálogo. El cliente no quiere una suma de increíbles y maravillosos productos. Tampoco quiere la solución más barata ni la más cara. Quiere la solución óptima con el coste óptimo para las necesidades de su edificio o vivienda.

El equipo Fachada FC quiere jugar al fútbol con una solución completa e integral de la fachada aportando una mejor respuesta a la mayor parte de los requerimientos de nuestros clientes.

Ahora que ya formamos parte del Fachada FC, un equipo con posibilidades de competir para poder ganar la Champions League de la Construcción, necesitaremos una forma de jugar o táctica. Las más famosas y habituales son el tiki-taka, contragolpe, catenaccio, el autobús, 4-3-3, etc. (Figura 2)

La mayoría de equipos o empresas ya tienen asumidas una serie de tácticas tradicionales de estanqueidad, seguridad a viento y acústica en sus fachadas. Pero el fútbol ha cambiado. La sociedad está cambiando constantemente. En el fútbol moderno se juega con falsos 9 y donde los números de la camiseta no indican la posición sino que son una forma de marketing y merchandising. Actualmente los nuevos y rehabilitados edificios tienen nuevas prioridades como conseguir Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN) o NZEB (Net zero Energy Building). La energía ya se sitúa en el centro del campo y la sostenibilidad de la construcción como táctica de juego.

Recordemos que aunque se incorporen nuevos criterios de sostenibilidad hay unas reglas del juego que debemos cumplir de forma obligatoriamente según el CTE:

• Estanqueidad
• Radiación
• Iluminación
• Acústica
• Térmica
• Seguridad (viento + intrusión + incendio)

Para cumplir con todos los valores no es necesario poner la solución más cara de cada una de las partes y después sumar. Deberíamos buscar la solución óptima de cada una de las partes para conseguir la óptima global. Como ejemplo, no por poner las mejores piezas en un coche es más eficiente y corre más sino que hemos de buscar el equilibrio entre cada una de las piezas para conseguir el óptimo confort, seguridad y ahorro energético.

Como ejemplo, con la opción de colocar en las nuevas ventanas el triple vidrio (en Alemania es obligatorio) mejoramos la Transmitancia Térmica y Acústica de la fachada pero el factor solar no mejora. Seguimos teniendo excesiva radicación aunque tengamos 3 vidrios que incrementan el coste de la ventana. Se busca el equilibrio de cada una de las partes (U, Fs o g, TL) para conseguir una fachada óptima en cuanto a confort, seguridad y ahorro energético (Figura 3).

Con la aprobación en septiembre de 2013 del nuevo código técnico de la edificación y DB HE los nuevos edificios de oficinas deberán tener calificación energética B para uso de oficina o terciario con consumos entre 50-70 kWh/m². Ese es el objetivo. Ese es el gol que hemos de conseguir como equipo Fachada Fútbol Club para asegurar nuestro negocio en el futuro. ¿Cómo?

Una propuesta de juego es que la fachada vuelva a ser el primer control energético del edificio y para poder conseguir dichos objetivos requiere de 3 elementos fundamentales.

• TL: Transmitancia lumínica. Cantidad de luz natural que entra por la fachada.
• U.: Transmitancia térmica. Cantidad de calor o frío que entra por la fachada.
• Fs o g: Factor solar. Cantidad de radiación solar que entra por la fachada.

El equipo está formado por 3 líneas básicas sobre el terreno de juego: la defensa, media y delantera. Podemos hacer un símil de defensa (g), media (U) y delantera (TL). Cada línea está formada por varios jugadores que tienen que jugar en su posición aunque también juegan dentro del equipo. Consideramos que esa es la clave del buen juego.

Estos son los tres valores fundamentales para conseguir los objetivos de sostenibilidad y Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Por lo tanto, la táctica del Fachada FC para conseguir Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN) es buscar los valores óptimos de cada uno de los elementos.

Sólo recordar que la unidad de medida del factor solar (g) es en %, la unidad de Transmitancia Térmica (U) es en W/m² x K y la Transmitancia Lumínica (TL) en %.

Ahora no vale sólo con ganar, también hay que jugar bien al fútbol. El socio que va a un estadio o el público que está en casa frente al televisor también quiere disfrutar del partido. Las personas que estamos trabajando en la oficina, escuela, hospital queremos disfrutar del espacio sin pasar calor, sin deslumbramientos, sin ráfagas de aire acondicionado directas que producen resfriados y afonías, etc. El edificio ha de responder a un entorno urbanístico y arquitectónico pero sin renunciar a la sostenibilidad, respeto por el medio ambiente, confort y ahorro energético. Por lo tanto, como usuarios de los espacios cada vez somos más exigentes y queremos edificios que den una respuesta completa a todas las necesidades. A fecha de hoy no es suficiente un edificio icono o representativo de la imagen de una marca que sólo sea entendido desde el exterior sino que en su interior debe proporcionar confort, bienestar y calidad de vida.

El confort térmico y lumínico influye directamente en la productividad de las personas (Figura 4).

Las empresas, para conseguir estos objetivos, han de colaborar de forma conjunta. Durante varias décadas el vidrio o muro cortina ha intentado dar una respuesta a todas las necesidades de confort, seguridad y ahorro energético. Pero no es posible que una parte de la fachada pueda resolver todas las necesidades. La arquitectura de las fachadas desde los romanos se ha ido enriqueciendo con capas que van dando respuesta a las diferentes necesidades del usuario. Deberíamos recuperar esa cultura de las capas o filtros de una fachada como se puede ver en edificios del siglo XlX en el Paseo de la Castellana de Madrid o Passeig de Gràcia de Barcelona. El control solar es un elemento tradicional que siempre ha estado presente en la arquitectura del sur de Europa. Deberíamos recuperarla y actualizarla a 2015 para conseguir los nuevos objetivos que nos plantea la sociedad de edificios sostenibles con Consumo Casi Nulo.

Ante la ausencia de capas o filtros de control solar en nuestras fachadas, a medida que son necesarias se incorporan ‘a posteriori’ en función del uso y requerimientos del usuario. El proceso más habitual de diseño de una fachada tradicional es el siguiente, con tres fases claramente diferenciadas:

El arquitecto proyecta el muro cortina para dar respuesta a una serie de necesidades requeridas por el cliente. Dicho muro cortina no dispone de ninguna capa o control solar externo aparte de la efectividad de sus propios vidrios.

El decorador o interiorista cuando las plantas se alquilan es quién habitualmente diseña unas cortinas interiores para cada uno de los usuarios debido a que el deslumbramiento lumínico es muy alto y se quiere mejorar la intimidad o privacidad del interior. El diseño se intenta adaptar a la arquitectura de proyecto original del arquitecto.

El responsable o gestor de mantenimiento del edificio intenta buscar una solución de control solar exterior para ahorrar energía y evitar el alto consumo en climatización. La solución se intenta adaptar a la fachada de proyecto original.

En lugar de ir haciendo las cosas sobre la marcha a medida que el usuario o propietario las va pidiendo por necesidades de uso, proponemos trabajar en equipo desde la fase de proyecto: Hacer un Pack de fachada (Figura 5).

Recordemos la táctica. El equipo está formado por 3 líneas básicas sobre el terreno de juego: la defensa, media y delantera. Podemos hacer un símil de defensa (g), media (U) y delantera (TL).

La fachada tradicional siempre ha tenido diferentes y variados filtros que proporcionaban un nivel personalizado de intimidad y privacidad, tamizando y ajustando a la intensidad de la luz natural. Todas estas necesidades de los usuarios se realizaban con cortinas, persianas, porticones, toldos y otros elementos de protección solar que permitían un control solar dentro de la arquitectura del sur de Europa.

Si la solución proyectada y ejecutada no responde a las necesidades de los usuarios, una vez finalizada la obra el usuario, por propia iniciativa, irá añadiendo los filtros o capas necesarios para conseguir los niveles de confort. Dichas acciones suponen al final colocar las 3 partes necesarias pero con el agravante que no están integradas en el diseño original del proyecto de la fachada. Proponemos previsión del Pack de fachada con el Control Solar Exterior + Muro Cortina tradicional + Control Solar Interior para que todas las partes necesarias y suficientes para dar respuesta a las necesidades del cliente estén diseñadas de forma integral y evitemos tener que improvisar una solución posterior.

Las empresas del vidrio y la protección solar siempre intentan demostrar que cada una de sus soluciones tiene mejor Factor Solar (Fs o g). Cuando en realidad ambas aportaciones son necesarias y suficientes. Consideramos mucho más interesante en lugar de demostrar si es mejor el vidrio o la protección solar para reducir el factor solar de la fachada, sería mucho más efectivo la colaboración entre empresas de vidrio y control solar. Esto significa salir de nuestra zona de confort y asumir otros argumentos que al final nos harán crecer y hacer unas fachadas que nuestros clientes tengan la confianza que son fruto del trabajo en equipo (Fachada Fútbol Club), es decir fachadas que sean el primer control energético del edificio aportando confort lumínico, térmico, acústico, seguridad y ahorro energético. Siempre podemos mejorar las fachadas para conseguir los edificios de Consumo Casi Nulo (EECN)

El Pack Fachada es parte del juego que hay que optimizar para mejorar los siguientes aspectos fundamentales en:

La calidad de vida de las personas que están dentro de los edificios:

• Confort Térmico.
• Confort Lumínico y Luz natural.
• Confort Acústico.
• Privacidad e intimidad.
• Espacios Saludables
• Calificación energética. (Mínimo letra B en edificios terciarios)
• Reducción emisiones de CO₂.
• Reducción del consumo de energía. (50-70 kWh/m²)
• Mejorar la huella de carbono
• Sostenibilidad.

Adjuntamos un círculo con el resumen de los aspectos que puede mejorar la fachada, y en especial qué podemos aportar con un nuevo jugador de equipo que es la fachada dinámica que este año se ha jugado en el Fachada Fútbol Club (Figura 6).

Figura 6. Valor añadido de Fachada Fútbol Club.

La fachada dinámica es una nueva incorporación al equipo de Fachada Fútbol Club. La fachada es el primer control energético del edificio. Las fachadas tradicionalmente se han adaptado al lugar y al entorno arquitectónico aunque respecto al clima del lugar son fachadas estacionales que sólo dan una respuesta en verano o en invierno. Los nuevos edificios de consumo casi nulo o NZEB necesitan algo más que una fachada estacional… Proponemos una fachada dinámica que según las necesidades del usuario (interior del edificio) reaccione en tiempo real en función del clima exterior. La fachada dinámica aporta un mayor confort térmico-lumínico, reducción de las emisiones de CO₂ respetando el medio ambiente y mejora notablemente el ahorro de energía y la certificación energética del edificio (Figura 7).

Las fachadas dinámicas tienen 4 características:

• Inmediata. Reacción instantánea de la fachada adaptándose cada minuto a los cambios climáticos exteriores y las necesidades interiores del usuario. No es una fachada estacional que se comporta bien en verano o invierno… en cada momento aporta la mejor opción de confort y ahorro energético.
• Flexible. La fachada puede cambiar con el cambio de uso del edificio sólo con cambios de programación sin necesidad de obras en la fachada. La flexibilidad de las fachadas dinámicas favorece que se puedan adaptar a los procesos de alquiler de plantas.
• Invisible. Respeta la imagen arquitectónica y estética de la fachada ya que sólo actúa cuando es necesario para mejorar el confort y el ahorro energético. Si no hace falta la protección solar está oculta.
• Integrada. Las fachadas dinámicas se pueden integrar con la climatización y la iluminación en un mismo equipo o sistema de gestión-control del edificio para reducir el consumo de un edificio. La climatización y la iluminación suponen aproximadamente entre el 70-75% del consumo de un edificio.

La fachada dinámica tiene una importante incidencia en la climatización e iluminación del edificio, que son los consumos más importantes de energía del edificio:

• Potenciar la luz natural, reduciendo el consumo de luz artificial y aumentando la vida útil de las lámparas.
• Reducción del consumo de Climatización. (Aire Acondicionado y Calefacción).
• Mejorar el confort térmico- visual del usuario.
• Reducción de la emisión de CO₂ y respetuoso con el medio ambiente.
• Integrar la gestión de la fachada dentro del sistema de control del edificio donde también estarán la iluminación y la climatización.
• El sistema de gestión integrado permite detectar las incidencias en tiempo real.

Una opción muy interesante de protección solar es el tejido técnico. El tejido técnico tiene su valor diferencial en su bajo Factor solar total (gtot) que es el porcentaje de energía solar que penetrará efectivamente en la estancia a través del tejido y del acristalamiento. Un valor bajo o cercano a 0 indica un rendimiento térmico eficaz (Figura 8).

Cuando no podemos poner control solar exterior debido a que el muro cortina es perfectamente liso o catalogado existe la opción interior. Los nuevos tejidos interiores de doble color ofrecen una óptima protección térmica y lumínica evitando los excesos de deslumbramiento en los interiores de los edificios: la cara del tejido de color blanco en la zona del vidrio y la cara de color oscuro en la zona de la oficina. Proporciona que la cara blanca del tejido que se encuentra delante del cristal, refleje hacia el exterior parte de esa radiación y el resto del calor que se acumula entre el tejido y vidrio pueda ser conducido hacia el retorno de climatización. Es necesario un espacio entre el tejido y el vidrio para disipar el calor absorbido. Esta mejora térmica y lumínica se optimiza con el color oscuro del lado de la oficina que proporciona confort lumínico (no deslumbra) y deja ver parcialmente la vista a través del tejido. También bajar la temperatura interior entre 2-3°C ahorrando sobre todo en refrigeración. Además con esta solución podemos recuperar esos 2 metros de perímetro que en muchas oficinas no se puede trabajar debido a la radiación solar intensa.

Las protecciones solares de las fachadas y los sistemas de control solar integrados son piezas indispensables para conseguir edificios de consumo cero conjuntamente con una racionalidad del uso del edificio y un programa de mantenimiento. El Facility Management como técnico imprescindible en los edificios será el nuevo gestor energético que ayudará a controlar y gestionar los consumos eléctricos de los diferentes sistemas y equipos para poder optimizarlos.

Durante estos últimos años se han utilizados los fichajes galácticos con precios desorbitados para poder tapar las deficiencias del equipo. Son productos ‘salvadores’ que en la actual situación de crisis son una huida hacia adelante y consideramos que no es el camino ideal a seguir ya que posiblemente sea como explica el refrán “pan para hoy y hambre para mañana”. No es lo mismo fichaje estrella o galáctico que un jugador de equipo. No es lo mismo tecnología que innovación.

Aunque las dos palabras puedan parecer similares en cuanto a contenido no tienen nada que ver como respuesta a una nueva situación. Consideramos que en este nuevo escenario de crisis todos debemos adaptarnos a las nuevas situaciones y necesidades de un mercado sostenible en constante evolución. Por ejemplo uno de los nuevos requisitos de sostenibilidad desde Europa y ahora ya a nivel nacional son los Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Por lo tanto incluir la innovación dentro de los proyectos nuevos o de rehabilitación de EECN es dar un valor añadido para el equipo.

La tecnología resuelve problemas pero no crea soluciones… La tecnología facilita los procesos pero no los empieza… La tecnología en sí puede no servir para nada ya que aplicada sin una necesidad aparente puede producir un efecto negativo de complejidad… La tecnología en sí puede abrumar y descolocar ya que no es fácil manejarla como usuario y es imprescindible explicarla para todos los públicos.

Consideramos que en época de post-crisis se necesita sobre todo innovación y después tecnología para realizarla. Es decir primero hace falta un lápiz y papel para saber qué necesitamos en el Equipo Fachada Fútbol Club y luego la tecnología con los fichajes para reforzar el equipo. Además nos faltaría un elemento muy importante aparte de lápiz y papel… la goma de borrar. Debemos aprender a equivocarnos como método de aprendizaje para encontrar las buenas ideas y poder avanzar. La tecnología ahí no ayuda… Primero la idea de equipo y luego se ficha a los jugadores necesarios para el equipo. No se ficha primero a los jugadores galácticos y después se complementa el equipo en función de los jugadores estrella. Necesitamos la innovación para crecer y mejorar nuestro entorno. Como técnicos muchas veces nos protegemos o escudamos con los avances tecnológicos. Las ideas que sólo están basadas exclusivamente en la tecnología pueden acabar en el cajón sin ninguna utilidad.

La innovación es necesaria para renovar las soluciones constructivas pero siempre dentro de la filosofía del equipo Fachada Fútbol Club. La fachada como solución tradicional con varias capas o filtros que permiten una optimización de la luz natural y temperatura interior. Dichas fachadas tradicionales son estacionales, es decir, se comportan bien en invierno o en verano. Proponemos dar un valor añadido a la fachada pasiva mediante el movimiento del control solar. Proponemos que la fachada se comporte de forma óptima en cada momento, y que en cada caso el usuario tenga la mejor opción de control solar sin renunciar a los beneficios que aportaba la fachada tradicional.

La fachada dinámica es un jugador de equipo que aporta su dinamismo a la fachada tradicional de vidrio, aislante, carpintería e intenta jugar en equipo con todos ellos.

Un jugador de equipo es la fachada dinámica que también aporta un sistema de control y optimizador de la luz natural (Sun Tracking) como opción interesante e innovadora. Consiste en aprovechar el proyecto de arquitectura de la fachada digitalizado en 3D para que cada hueco sea un elemento personalizado con unas condiciones óptimas de 21-26°C y 300-500 lux que tendrá cada hueco en función de las condiciones climatológicas. En la misma fachada los edificios colindantes o el propio edificio pueden arrojar sombras sobre las fachadas haciendo que parte de los huecos estén en sombra y parte con radiación solar. Este jugador innovador y de equipo optimiza las fachadas incluyendo una capa digital pero respetando su tradicional construcción y arquitectura.

El sistema Sun Tracking moverá la protección solar asociada en cada hueco con la función de los datos del usuario interno y el clima externo para dar el mayor confort, seguridad y ahorro energético en función de las opciones de presencia o no presencia. Esta función permite una gran precisión de las sombras en la fachada del edificio optimizando aún el confort de las personas y consumos de energía (Figura 9).

El futbol depende económicamente del socio, del merchandising y sobre todo de las televisiones. Las televisiones, a su vez, dependen de la audiencia o público que vea los partidos para poder financiarse. Por lo tanto, no se pueden hacer campeonatos donde no se tenga en cuenta al público o socios. La parte más importante que hay que cuidar o mimar en cualquier negocio es siempre el público y cliente.

En los edificios es igual. No podemos construir edificios sólo para expresar la imagen de marca o icono. Los edificios o viviendas hay que disfrutarlas, habitarlas para mejorar nuestra calidad de vida, sensación de bienestar y confort con un respeto por el medio ambiente y sostenibilidad haciendo edificios de consumo casi nulo. Los clientes deben estar orgullosos de su vivienda, disfrutarla y compartirla con sus amigos. Esas nuevas viviendas que aportan nuevos valores de innovación y sostenibilidad serán las que en un futuro moverán el mundo de la construcción ya que todos queremos mejorar nuestros hogares. Por lo tanto, aportemos un juego interesante y que además gane nuestro equipo.

El Fachada FC en el mundo de la construcción debe actuar como un Club, donde aparte de los jugadores o empresas es imprescindible el papel de los técnicos, y administraciones públicas. Para conseguir este objetivo es necesario que las tres partes fundamentales de la construcción estén coordinadas. El Fachada FC es un equipo formado por: administración + técnicos + empresas.

La administración aporta la legislación y normas para impulsar los proyectos. Los técnicos aplican dichas normas y con las necesidades de los clientes se diseñan los nuevos edificios de Consumo Casi Nulo. Las empresas aportan la innovación para poder mejorar cada día y avanzar en el mundo de la construcción con nuevas soluciones. Y esto es un círculo que se retroalimenta y avanza. Pero es necesario que las 3 partes estén implicadas y coordinadas para poder dar respuesta a las necesidades de la sociedad.

Hemos de pensar en conjunto y no en individual. Deberíamos utilizar el gran angular de la cámara de fotos y no el zoom en el que sólo vemos nuestra parcela de negocio. Las empresas han de buscar alianzas para poder dar una respuesta global a un cliente cada vez más exigente.

También la mejora de la calificación energética del edificio supone una mejor imagen y mayor valor inmobiliario del inmueble. La mejora de la certificación del edificio (letra A, B, etc) es un valor diferencial cuando un futuro cliente o consumidor ha de escoger para alquilar una oficina o bien para una futura venta del propio edificio. A fecha de hoy ya es una realidad con la aprobación del RD 235/2013 de 5 abril de 2013 sobre certificación y rehabilitación energética de edificios existentes.

En el Reino Unido la diferencia entre una A y una D ya está tasado por los agentes inmobiliarios. Una casa sólo por obtener una calificación energética A tiene un 15% más de valor inmobiliario que la misma casa con una letra D. Por lo tanto ya es un dato objetivo tasable la mejora en la calificación energética del edificio.

Un edificio de oficinas tiene un coste de ejecución de aproximadamente 1.000€/m² de planta sobre rasante y 700€/m² de aparcamiento. Cuando se finaliza el edificio el promotor inmobiliario puede alquilarlo entre 10 y 20€/m² al mes por superficie de oficina. Por lo tanto si reducimos el coste energético del edificio bajamos el coste de explotación y estaremos incrementando su margen de beneficio del promotor inmobiliario además de aportar un valor añadido de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.

En una época de crisis en la construcción de obra nueva, la rehabilitación energética es una oportunidad de negocio. Con los datos facilitados por empresas de Facilities Management podemos saber cuál es la importancia de la energía en el gasto global de un edificio. En 2011 ya suponía un 30% del total de coste de explotación de un edificio. Si tenemos en cuenta que la tasa de crecimiento del precio de la energía duplica el incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC), es lógico suponer que la importancia del consumo energético también continuará creciendo. La previsión es que en 20 años constituirá el 40% de los costes de explotación de un edificio. Conforme el precio de la energía vaya creciendo, la Certificación Energética se irá convirtiendo en una premisa de proyecto además de un distintivo de calidad. Así se usa ya en muchos países europeos, donde la calificación energética está visible a la entrada de los edificios aportando un valor añadido.

La fachada es el primer control energético del edificio y proponemos que recupere sus capas y filtros como valor añadido con una actualización innovadora de fachada dinámica para dar una respuesta óptima de confort, seguridad, ahorro energético y conseguir el reto de los Edificios de Consumo casi Nulo (EECN).

Sobre el autor

Albert López es arquitecto y actualmente es responsable en Somfy del departamento de Somfyarquitectura. Ejerce de ponente en diferentes seminarios y jornadas técnicas de arquitectura y eficiencia energética y es docente en la universidad, masters y postgrados. Está especializado en Construction Management y Consultoría Energética, y, entre otras funciones, ha trabajado como Project Management para el Grupo ‘La Caixa’.