Autoconsumo eléctrico: es legal y viable (y se está haciendo)
El autoconsumo eléctrico es toda una revolución. Una revolución lenta y silenciosa, si lo prefieren. Pero toda una revolución, que va a poner patas arriba el sistema eléctrico actual. Durante los últimos meses centenares de personas ya han instalado en sus casas kits de autoconsumo, conectando uno o dos paneles fotovoltaicos en sus enchufes para autoproducir con el sol parte de su electricidad, reduciendo así el consumo eléctrico de la red. Les mueve sobre todo la ilusión de ser más sostenibles y autosuficientes. Les mueve el no depender tanto de un sistema eléctrico que consideran abusivo, muy poco transparente, irresponsable y contaminante. Les mueve el deseo de ser activos no sólo como consumidores, sino también como productores de electricidad. Les mueve, en definitiva, formar parte de un sistema eléctrico más eficiente, sostenible, limpio, justo y democrático.
Pero no sólo han optado por el autoconsumo eléctrico estos usuarios particulares muy concienciados con la necesidad de un cambio en el sistema energético de este país (les podríamos considerar activistas y pioneros del autoconsumo; guerrilleros solares). También muchas empresas, escuelas, ayuntamientos y muchos otros edificios ya han optado por instalar paneles fotovoltaicos o pequeños aerogeneradores para generar su propia electricidad. Les mueve también el deseo de ser más eficientes y sostenibles. Pero sobre todo tienen un motivo económico. Y es que hoy en día ya es más económico autoproducir la electricidad con paneles fotovoltaicos que comprarla en la red eléctrica. Veamos los datos: el precio de la electricidad no ha hecho más que subir en los últimos años. Según datos de la asociación de consumidores Facua, sólo en el último año la electricidad ha aumentado un 17,7%. Mientras que el precio de los paneles fotovoltaicos no ha hecho más que bajar: una reducción del 80% en los últimos siete años. Así que en enero de 2015 el precio medio del kWh se ha situado en 16,40 céntimos, mientras que producir electricidad con paneles fotovoltaicos supone hoy un coste por debajo de los 5 céntimos el kWh.
Tengamos en cuenta, además, que la inversión en paneles fotovoltaicos se realiza al principio, cuando se hace la instalación, y que luego el sol no pasa factura, por lo que el precio de generación es definitivo; mientras que el precio de la electricidad de la red difícilmente se mantendrá, y menos aún bajará. Por ello, la diferencia de precio entre la generación con fotovoltaica y de la red seguirá en aumento una vez realizada la instalación solar.
Todo este autoconsumo eléctrico se está haciendo a pesar de la desinformación general e interesada por parte de las principales compañías eléctricas. Es evidente que el autoconsumo eléctrico va a restar kWh’s de su negocio, y que además aporta un nuevo papel protagonista a los nuevos autoproductores. El autoconsumo significa un cambio del paradigma energético, que debe cambiar el sistema eléctrico actual, y es normal que las grandes compañías que hasta ahora han estado dominando el sector se pongan nerviosas e intenten evitar (con su evidente influencia en el gobierno) el avance del autoconsumo. Es normal también que desde los principales medios de comunicación (todos patrocinados por estas grandes compañías) se lancen mensajes confusos, amenazadores y negativos sobre el autoconsumo. Hay mucha desinformación interesada sobre el autoconsumo.
Intentemos clarificar las cosas. No es cierto que el autoconsumo eléctrico sea ilegal. Autoconsumir electricidad es totalmente legal y viable. Y como hemos visto antes, se está haciendo. En SUD Energies Renovables llevamos años realizando instalaciones para autoconsumo y legalizándolas, como también están haciendo muchas otras empresas del sector. Tenemos el marco legal para hacerlo (RD842/2002; Ley 24/2013; DRL9/2013; etc); y cada comunidad autónoma con competencias propias en energía tiene su propio procedimiento.
Tampoco es cierto que actualmente haya un impuesto o tasa al autoconsumo. Lo que hay es la previsión (un borrador) por parte del Gobierno de España de aprobar una normativa específica que regule el autoconsumo. Y en dicho borrador se consideran unos peajes al autoconsumo, que vendría a ser un impuesto a la autogeneración. El planteamiento es del todo irracional e injusto. Plantea la posibilidad de que por cada kWh que se ha producido en la planta fotovoltaica (o eólica) se pague una tasa, independientemente de que estos kWh se hayan autoconsumido o que haya sido un excedente que haya ido a la red. Lo razonable sería lo que se conoce como Balance Neto y que ya se está haciendo en otros países como Bélgica o EE UU: que si una instalación destinada al autoconsumo tuviera excedente de kWh’s (porque no hay suficiente consumo) estos pudieran ir a la red eléctrica, siendo contabilizados por el contador eléctrico (los digitales inteligentes lo permiten), y que en otro momento (durante la noche, por ejemplo) pudiéramos consumir esos kWh’s, pagando una pequeña tasa de utilización de la red eléctrica como si esta fuera una batería, según los kWh’s autoconsumidos que hubieran pasado por la red eléctrica (autoconsumo en diferido).
Instalación de autoconsumo realizada por SUD Energies Renovablesun en un edificio del Ayuntamiento de Barcelona para asuntos sociales.
No tiene sentido que se pretenda cobrar un impuesto por unos kWh’s que se han autoconsumido en nuestra propia red interior, directamente, sin que haya intervenido la red eléctrica en el proceso de autoconsumo. Imaginen que por cada tomate que plantamos en nuestra casa para consumo propio nos cobrasen un impuesto, justificando que este impuesto es para contribuir a mantener el sistema de supermercados. ¿Sería totalmente absurdo y muy abusivo, verdad?
Pero todavía no se ha aprobado esta normativa que introduciría el peaje al autoconsumo. Y hace más de dos años que se la espera. El último rumor (uno más), apunta a que dicha normativa sería aprobada durante este primer trimestre de 2015. Veremos. En cualquier caso, el sentido común y las normativas europeas, apuntan a lo contrario, a que el autoconsumo no debe penalizarse, sino al contrario, se debe promover. La Directiva Europea 2010/31/UE de eficiencia energética de edificios establece la obligación para los Estados miembros de elaborar planes nacionales de edificios de consumo de energía casi nulo para que en 2020 los nuevos edificios y la rehabilitación de los existentes, y en 2018 los edificios públicos, se hagan con criterios de mínimo consumo de energía y con autoconsumo.
Veremos lo que acaba aprobando el Gobierno de España. En cualquier caso, si se atreven a aprobar semejante peaje, se plantearían estas dudas: ¿afectaría a todos los kWh’s autoconsumidos o sólo a los que se vierten a la red? ¿Cuánto duraría dicho peaje? (veremos cómo cambia en los próximos meses el panorama político en España). ¿Haría Europa con dicho peaje al autoconsumo lo mismo que ya hizo con el céntimo sanitario de la gasolina, que lo derogó? Veremos. De momento lo más razonable parece guiarse por el sentido común y seguir apostando por el autoconsumo eléctrico. Tenemos todos los argumentos a favor.