Entrevista a Marino Gómez, responsable del Departamento de Fabricación y Postventa de Corinsa
Reducir, Reutilizar y Reciclar; conocidas como las 3Rs, son la base sobre la que se sostiene la economía circular, tan demandada por nuestra sociedad y las leyes comunitarias. Impulsada por una normativa cada vez más estricta, la industria del equipamiento para la construcción es cada vez más sensible con los retos medioambientales a los que nos enfrentamos. Corinsa cumple desde hace años con este propósito con su servicio de reacondicionamiento de maquinaria. Gracias a él, equipos usados obtienen una segunda vida y alargan sus horas de uso con todas las garantías técnicas y de seguridad del fabricante. Marino Gómez, responsable del Departamento de Fabricación y Postventa de Corinsa, nos cuenta en esta entrevista cómo funciona y qué ventajas ofrece su servicio de reacondicionamiento de maquinaria.
¿En qué consiste el servicio de reacondicionamiento de maquinaria que ofrece Corinsa?
¿Qué requisitos deben cumplir los equipos para poder ser reacondicionados?
Lógicamente, que sean de nuestra propia marca y que tengan una edad de más de 10 años. El número de horas de trabajo suele estar por encima de las 10.000 aunque no es un requisito imprescindible.
¿Cuánto tiempo de media puede llevar completar un trabajo de reacondicionamiento?
¿Cuáles son las principales ventajas de las máquinas reacondicionadas, tanto desde el punto de vista de los costes como desde los aspectos medioambientales?
Desde el punto de vista de costes, siempre existe un ahorro al mantener el principal material del equipo, el metal. Esto impacta directamente en el aspecto medioambiental y en la huella de carbono del equipo, ya que evitamos utilizar hierro de nueva producción y rompemos la cadena de emisiones de CO2 que esto implicaría como cuando realizamos nuevas producciones.
Los equipos están compuestos prácticamente de metal o hierro, ¿cómo lo tratáis en el reacondicionamiento?
Se desmontan todas las piezas de chapa, calderería y calderería mecanizada. Se analizan y, habitualmente, entre un 85 y un 95% de ellas se pueden reutilizar. Así que se verifican para ver que sigan manteniendo sus medidas y tolerancias según plano, se llevan a chorrear o granallar y se pintan pieza por pieza en cabina de pintura como si fuesen nuevas. Esto, por supuesto, incluye el chasis, la pieza más grande de la máquina.
¿Cuáles son las mayores dificultades a la hora de afrontar un trabajo de reacondicionamiento?
¿En qué casos es recomendable reacondicionar una máquina frente a la inversión en un equipo nuevo?
Si miramos por la sostenibilidad y la etiqueta verde, siempre. El proceso de reacondicionamiento más intensivo que ofrecemos implica incluso la sustitución del motor térmico por uno de nueva generación EPA Stage V para cumplir con los requerimientos de emisiones actuales. Finalmente, el precio al que se ofrece este 'nuevo equipo' siempre es inferior al de un equipo de nueva producción, pero el cliente obtiene unas ventajas en materia de sostenibilidad que no tiene cuando adquiere nuevo.
Durante el proceso de reacondicionamiento todas las piezas se pintan en la cabina de pintura como si fuesen nuevas.
¿Qué diferencia de costes hay entre reacondicionar un equipo y acudir al mercado de ocasión?
En Corinsa se ofrecen productos de ocasión de diferentes niveles de precios en función del estado, del año y del número de horas de trabajo; pero siempre revisados y garantizados.
Reacondicionar un equipo conlleva pocas o muchas horas de trabajo y de retratamiento de materiales si el cliente lo desea; por tanto, no podemos comparar costes directamente ya que dependerá del precio del equipo usado y del nivel de restauración que necesite.
¿De qué modo se garantiza que la maquinaria reacondicionada funciona como nueva? ¿Se ofrece algún tipo de garantía comercial adicional?
Dependiendo del nivel de restauración se puede ofrece desde 6 meses hasta 1 año de garantía, como en un equipo nuevo. Esto es así porque muchas veces las instalaciones hidráulicas, instalaciones eléctricas, bombas hidráulicas y otros sistemas más críticos se sustituyen por nuevos, y si a eso le sumamos las restauraciones de motores, de cajas de cambio, de diferenciales o de suspensiones; esto hace que la garantía pueda ser como la de un equipo nuevo.
¿Qué demanda de este servicio habéis tenido en los años que lleváis ofreciéndolo? ¿Cuál ha sido la tendencia en los últimos años?
En los últimos tres años hemos realizado una media de tres rehabilitaciones completas, no es algo que se realice con la frecuencia que se debería, pero el interés y los presupuestos realizados no han hecho más que crecer.
Al final del proceso de reacondicionamiento los equipos quedan 'como nuevos'.
¿Qué respuesta habéis recibido de los clientes que lo han llevado a cabo?
¿Qué proyección tiene Corinsa en cuanto a la demanda de maquinaria reacondicionada para los próximos años?
Las empresas tienen cada vez más departamentos dedicados a la sostenibilidad para intentar ser neutros en emisiones de CO2.
El hecho de poder rehabilitar sus equipos de forma integral evitando activar toda la cadena de suministros y producción de hierro es un gran avance que debería ser demandado cada vez más si quieren ser competitivos medioambientalmente en el mercado.
"El mayor reto es ofrecer un producto usado, pero con la vida de un producto nuevo; esto implica un trabajo meticuloso a la hora del desmontaje y del montaje y un control de calidad aún más preciso que cuando se fabrica un equipo nuevo"
"El proceso de reacondicionamiento más intensivo que ofrecemos implica incluso la sustitución del motor térmico por uno de nueva generación EPA Stage V para cumplir con los requerimientos de emisiones actuales"