Del brik, hasta los andares
14 de septiembre de 2011
Ya es factible obtener residuo cero en el reciclado de envases de Tetra Pak. La idea surgió en 2003 de dos estudiantes holandeses y de un químico mejicano; tras muchos años de investigación, la puesta en marcha corrió a cargo de StoraEnso, multinacional especializada en la producción de pulpa de celulosa y papel; el lugar elegido para hacer realidad el proyecto fue la localidad barcelonesa de Castellbisbal, a donde llegan diariamente miles de envases brik que, tras un complejo proceso, cobran nueva vida. En la actualidad, la planta recibe envases de toda España, así como de países europeos como Francia, Portugal, Bélgica y Reino Unido. Sus responsables afirman que está preparada para procesar hasta 30.000 toneladas de envases de Tetra Pak al año.
Así funciona
Al contenedor amarillo de nuestras ciudades llegan todo tipo de envases. Un camión los recoge para después proceder a su separado según su tipología. Las balas de briks compactados viajan a la planta de Castellbisbal. Es aquí donde comienza un proceso que logra la recuperación total de los materiales utilizados en la fabricación de un brik. La parte del proceso más sencilla es la que recupera la fibra de cartón, que representa el 75% del envase. Esta fibra sirve para fabricar cartón reciclado que después se volverá a transformar en envases. El producto resultante, es decir, las capas de aluminio y polietileno, que hasta ahora acababan en un vertedero, se somete a un proceso más complejo: el Project Clean, basado en pirolisis. Estas láminas de plástico-aluminio se introducen en una cámara de calor que transforma el polímero en gas caliente y que deja el aluminio intacto. Éste se transforma en pequeños copos que se comprimen después para formar briquetas (pequeñas balas) de aluminio apto para su reutilización como materia prima en la fabricación de productos como ollas y cafeteras o, incluso, de un nuevo brik.
En el pulper de la planta se trituran y limpian los envases para separar la fibra de papel del plástico y el aluminio.
¿Y qué ocurre con el gas? Según explica la compañía, se extrae y se procesa. “El cambio de temperatura provoca que parte del gas se mantenga como tal y que el resto pase a ser aceite líquido. La cámara se calienta con parte del aceite y del gas obtenido. El resto se utiliza para producir vapor para la fábrica de cartón”.
“Un ejemplo a seguir”
El president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, fue el encargado de inaugurar oficialmente el pasado 6 de septiembre las nuevas instalaciones, operativas ya desde hace unos meses. Durante su intervención, destacó lo importante que es que los ciudadanos sepan de la existencia de este tipo de proyectos, y mostró su satisfacción porque “en tiempos de dificultad surjan ideas tan innovadoras como ésta”. El president, que espera que se venda la idea en el extranjero y que se pueda adaptar a otros productos, felicitó a los responsables del proyecto y reconoció su tenacidad “por no tirar la toalla” tras tantos años de investigación. “Es un ejemplo a seguir”, concluyó.
Al acto de inauguración también asistieron el conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, y los alcaldes de Castellbisbal, Concepció Llurba, de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca, y de Martorell, Salvador Esteve, así como el director general de StoraEnso Barcelona, Juan Vila, y el director general de Palwaste Recycling, Hans Cool.
El emperador de los envases
El Tetra Brik, muy común en el envasado de leche, zumos y bebidas, es un envase mixto multicapa compuesto por tres materiales, dispuestos en seis láminas superpuestas: cuatro de polietileno, una de aluminio y una de cartón (papel kraft). El aluminio evita pérdidas de aromas y que entre en el interior oxígeno y luz, mientras que las diferentes capas de plástico ofrecen adherencia y evitan que el contenido esté en contacto con el aluminio. Este tipo de envases es muy apreciado ya que garantiza la cantidad nutricional del alimento, protege a éste de la luz y el calor y preserva su sabor y aroma.