Contra la sequía, regeneración, planificación y concienciación

El año hidrológico 2022-2023 será recordado como uno de los más secos del primer cuarto del siglo XXI. Los escasos 560,7 litros por metro cuadrado que cayeron en el país, de acuerdo con los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), no fueron suficientes para revertir una situación de sequía de dos años seguidos y que afecta especialmente a las comunidades del sur y el este de la península. Regiones en las que por enésima vez la desalación y reutilización del agua han servido para calmar la sed de personas, campos e industrias, ya que en España se producen alrededor de 5.000.000 de m3 de agua desalada al día para abastecimiento, riego y uso industrial.

Dado que se prevé que los periodos de sequía cada vez serán más frecuentes e intensos —no lo digo yo, sino el propio Gobierno en un informe publicado el pasado 12 de septiembre, apenas medio mes antes de finalizar el año hidrológico—, es de recibo incidir en la necesidad de una adecuada planificación que permita aprovechar los recursos hídricos de los que dispone el país de la forma más racional y sostenible posible, porque se necesitará la concurrencia de distintas soluciones para remediar la falta de agua.

La carencia de esa planificación puede provocar que no haya suficiente apoyo del agua desalada o regenerada cuando se necesite, puesto que construir una desaladora o una planta de tratamiento de aguas residuales es un proceso que dura años. Además de la búsqueda de la financiación, fácilmente más de cinco años en el caso de una desaladora entre la aprobación de permisos, los estudios de impacto ambiental, la tramitación de la concesión y otros requisitos y la construcción propiamente dicha. Vamos, que no se dispone de sus servicios de un día para otro. Y cinco años de sequía son muchos…

En este contexto celebramos nuestro 25º aniversario como asociación y reunimos en un congreso con un formato especial a casi cuatro centenares de personas y 92 ponentes de trece países en Granada. Un evento que se ha convertido ya en un referente internacional para el sector de la desalación y reutilización del agua. La necesidad de planificación, inversión y financiación fue, precisamente, una de las temáticas abordadas en el mismo. Pero en las 130 ponencias se debatió, además, sobre la eficiencia energética y las energías renovables, la economía circular y la sostenibilidad, la digitalización en el mercado del agua, la minería del concentrado, las últimas innovaciones en la técnica de membranas o cómo abordar la reutilización del agua en la agricultura, entre otras. Y, paralelamente, organizamos la I Muestra Tecnológica de Desalación y Reutilización, donde las empresas participantes pudieron mostrar sus desarrollos más innovadores, y aprovechamos el foro para entregar nuestros premios anuales a la Excelencia, la Innovación, la Sostenibilidad, la Comunicación y la Iniciativa Humanitaria.

Desaladora de Carboneras (Almería). Foto cedida a AEDyR por GS Inima.

Un asunto, el de la reutilización del agua en la agricultura, que regula un esperado reglamento europeo que entró en vigor el pasado 26 de junio, dos años después de su aprobación. El Reglamento (UE) 2020/741 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de mayo de 2020 sobre los requisitos mínimos para reutilización del agua depurada de forma segura en la agricultura nos afecta como sector porque promociona, y regula, el uso del agua regenerada para los cultivos. La norma clarifica la situación que había hasta ese momento, pues establece unos parámetros comunes para todos los Estados miembros de la UE (excepto, eso sí, para los que se hayan acogido a una cláusula de exclusión voluntaria). Pero, por otro lado, nos obliga a las empresas a realizar inversiones para adaptar procesos e instalaciones al cumplimiento de esos requisitos.

Sin salir del marco europeo, también es de recibo reconocer que algunas compañías del sector han podido optar a las ayudas económicas procedentes de los fondos de Recuperación y Resiliencia destinados al PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, que ya va por su segunda convocatoria y que busca la transición digital en esta industria.

En el entorno más interno, AEDyR ha vivido en 2023 un proceso electoral, que culminó el 23 de mayo, para designar un nuevo Consejo de Dirección. Los quince nuevos miembros elegidos para este órgano ejercerán su mandato durante los próximos dos años, como establecen nuestros estatutos.

Y, aparte de nuestro ya citado gran evento del año, el XIII Congreso, hemos intervenido en diversas jornadas. En marzo colaboramos con Esamur, la Entidad de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia, en la organización de las ‘XV Jornadas Técnicas de Reutilización de Agua Regenerada. Nuevos Retos, Nuevas Soluciones’, que se celebraron en Cartagena. En ellas se analizaron en profundidad las novedades del reglamento europeo citado más arriba. También pudimos constatar que el plan de riesgos medioambientales de dicha norma era lo que más preocupaba a los técnicos antes de su entrada en vigor, y promover el cambio de mentalidad para que se acepte el uso potable de las aguas regeneradas, a los organizadores.

Asimismo, fuimos el ponente principal en el Water Madrid Forum, un evento que puso el foco en las tecnologías de desalación y reutilización de agua en España, organizado por la Saline Water Conversion Corporation (SWCC) de Arabia Saudí. Y organizamos una visita con representantes de la Asociación Internacional de Desalación (IDA) y Aladyr (Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua) a la planta de regeneración de aguas de Benidorm, Alicante, uno de los mejores ejemplos de reutilización y gestión sostenible del agua del país.

Otras actividades en las que hemos participado son la organización de la Cumbre sobre Agua y Cambio Climáticos de la IDA, celebrada en Sevilla en octubre, la Jornada Técnica ‘Reutilización regenerada del agua’ de Balsas de Tenerife (Balten), las jornadas ‘Agua 2.5’, organizadas por Cajamar Innova, y el Consejo de Orientación Estratégica del ICEX.

En el ámbito de la formación, que consideramos uno de los pilares fundamentales de nuestro quehacer como asociación, hemos continuado impartiendo con la Universidad de Alicante, el primer y único título universitario oficial de especialista en desalación y reutilización del agua, que en 2024 ya cumplirá su décima edición. AEDyR aportará once de los 26 profesores. Y hemos intensificado el apoyo a la investigación mediante un acuerdo con la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, para convocar becas para estudiantes universitarios.

En línea con nuestro interés por hacer que el sector sea más sostenible y por buscar nuevas líneas de negocio para las empresas que integran la asociación, hemos firmado un memorando de entendimiento con la Asociación Española del Hidrógeno (AeH₂). Así, nos hemos comprometido a colaborar para optimizar el uso del agua de cara a la futura implementación de la economía del hidrógeno verde en España. Consideramos que existen muchas posibilidades de interacción entre esta energía alternativa y nuestra actividad, dado que una de las técnicas de obtención del hidrógeno verde, la electrólisis, necesita agua, de la que se separan las moléculas de este y del oxígeno, y nuestras empresas pueden garantizar tanto la disponibilidad como la calidad de esta materia prima. A su vez, el hidrógeno verde puede complementar o sustituir a las energías tradicionales en desaladoras y plantas de tratamiento. Algo que favorece tanto su eficiencia como su sostenibilidad. A través de esta alianza pretendemos buscar tecnologías innovadoras que permitan utilizar el agua desalada y reutilizada como materia prima para producir hidrógeno verde, así como organizar eventos conjuntos y estudios sobre el impacto de la producción de hidrógeno verde en el agua.

Con la confianza de que el hidrógeno verde es una fuente energética factible, colaboramos con la Federación Onubense de Empresarios en la organización del I Congreso Nacional de Hidrógeno Verde, que se celebrará entre el 7 y el 9 de febrero de 2024 en Huelva, que reunirá a industria, académicos y representantes gubernamentales para debatir el papel de este combustible en la descarbonización del planeta.

Nuestros objetivos para 2024 se centrarán, aparte de profundizar en lo anterior, en continuar trabajando para concienciar a la sociedad sobre la calidad y seguridad del agua desalada y reutilizada, potenciar la eficiencia energética y la sostenibilidad, incrementar nuestra presencia en universidades, cursos y actividades de formación, así como en aumentar la relación con otras asociaciones nacionales e internacionales, pymes y proveedores, realizar estudios técnicos, congresos, seminarios y jornadas técnicas, y potenciar el área de reutilización.

"El Reglamento (UE) 2020/741 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de mayo de 2020 sobre los requisitos mínimos para reutilización del agua depurada de forma segura en la agricultura nos afecta como sector porque promociona, y regula, el uso del agua regenerada para los cultivos"

"La carencia de una planificación adecuada puede provocar que no haya suficiente apoyo del agua desalada o regenerada cuando se necesite, puesto que construir una desaladora o una planta de tratamiento de aguas residuales es un proceso que dura años"