Más de 12.000 toneladas de residuos en tres meses
29 de enero de 2011
El modelo catalán de gestión de residuos considera a éstos como un recurso, hecho que implica modificar de manera radical la estrategia de gestión y tratamiento de los materiales de deshecho de la actividad humana. Las características que definen el modelo catalán de gestión de residuos son:
- Tratamiento 100% de los residuos mediante procesos de selección, mecánicos y biológicos, con el objetivo de recuperar el máximo de recursos.
- Recogida y tratamiento de toda la materia orgánica de los residuos municipales.
- Aplicación de medidas preventivas para reducir la generación de residuos.
- Planificación de las instalaciones de tratamiento y disposición final para racionalizar el desplazamiento/transporte de residuos.
- Mejora de la eficiencia de los procesos de recogida selectiva y reciclaje de todas las fracciones: orgánica, envases, papel y cartón, vidrio, etc.
El tratamiento mecanicobiológico de todos los residuos que provienen de la fracción resto es un rasgo identificador y diferenciador del modelo catalán de gestión de residuos. Ello implica que en Cataluña no haya ningún residuo que vaya a disposición final sin que haya pasado antes por un tratamiento que asegure su máximo aprovechamiento y la valorización de sus fracciones segregadas.
El despliegue del modelo catalán de gestión de residuos se hace buscando la máxima coordinación y cooperación con ayuntamientos y otros entes locales. Así, la Agència de Residus de Catalunya se ha integrado en el Consorci per a la Gestió de Residus del Vallès Occidental, con el objetivo de abordar de manera conjunta las decisiones que afecten a ese territorio en materia de residuos.
Programa de gestión integral de residuos municipales del Vallès Occidental (PGIRM)
El PGIRM contiene una planificación hasta 2012 de la generación de residuos y recogidas selectiva para cada uno de los municipios. Por otra parte, se planifican también las infraestructuras necesarias para tratar los residuos previstos teniendo en cuenta las directrices del nuevo modelo de gestión que incluye el Progremic (Programa de Gestión de Residuos Municipales de Cataluña), que prevé el tratamiento de todas las fracciones, incluida la ‘resto’, antes de su disposición definitiva. El PGIRM fue aprovado por el pleno del Consorci per a la Gestió de Residus del Vallès Occidental en septiembre de 2006.
En 2009, en Cataluña se recogieron selectivamente el 37,6% de los residuos municipales que se generaron, un dato que está muy por encima de la media del resto de España (17%) y de los países que integran la OCDE (30%). El Govern de la Generalitat, a través del Departament de Medi Ambient i Habitatge y l’Agència de Residus de Catalunya, está impulsando un modelo de gestión de residuos basado en la prevención y el reciclaje. Así, se está realizando actuaciones para elevar el porcentaje de recogida selectiva de las diferentes fracciones. El Centre de Tractament de Residus del Vallès Occidental, situado en Vacarisses, es una pieza clave en esta concepción de la gestión de residuos, ya que allí se realiza el tratamiento de la fracción resto, elemento que distingue y define el modelo catalán de gestión de residuos.
Cómo es el CTR – Vallès
La puesta en marcha del CTR-Vallès permitió la clausura y la recuperación del histórico depósito controlado de Coll Cardús, que recibía desde hacía 30 años las basuras de todos los municipios de la comarca. Sus instalaciones ocupan una superficie total de 43.900 m2, de los cuales 37.128 m2 son de superficie construida. En una primera fase se pone en marcha la planta de tratamiento de la fracción resto. Posteriormente se complementa con una planta de tratamiento de la fracción orgánica recogida selectivamente (restos de comida y restos vegetales de pequeño tamaño).
La fracción resto que llega a la planta se somete a un tratamiento mecanicobiológico para recuperar los materiales aprovechables que puedan volver al ciclo productivo (papel, metales, envases, etc.), y se estabiliza la materia orgánica que pueda haber en éstos. Finalmente, el deshecho resultante del proceso de tratamiento se embala en balas retractiladas con un porcentaje de biodegradabilidad muy bajo.
En la planta de tratamiento de la fracción orgánica recogida selectivamente, los residuos que allí lleguen se someterán a un proceso de compostaje para obtener abono apto para usos agrícolas. Otro aspecto a tener en cuenta es que la nueva planta de tratamiento supone una reducción de los residuos biodegradables que irán a tratamiento final, cosa que atenúa las emisiones de gases de efectos invernadero, como el metano y el CO2.
El CTR–Vallès tiene una capacidad de tratamiento de la fracción resto de 245.000 toneladas al año, y de 20.000 toneladas para la fracción orgánica. Cuenta con instalaciones para el tratamiento del aire y el agua, un taller de mantenimiento, zona de oficinas y control de entrada de vehículos. Todas las nuevas edificaciones están parcialmente soterradas, con el objetivo de recuperar la topografía del lugar.
Los procesos de tratamiento
En cuanto a la fracción resto, los principales procesos que se realizan en el CTR-Vallès son:
- Recepción y pretratamiento mecánico.
- Estabilización aerobia.
- Refino y almacenaje de bioestabilizado.
Recepción y pretratamiento mecánico
La fracción resto de los residuos llega a la planta y se descarga en las fosas de recepción, desde donde se alimentan tres líneas de pretratamiento (cada una con capacidad de 21 toneladas cada hora). Cada una de las líneas cuenta con: una cabina de selección para separar manualmente objetos voluminosos, vidrio, papel y cartón; un abrebolsas; etapas de separación sucesivas a partir de cribas rotativas o trómels; mesas inclinadas o separadores balísticos; separadores magnéticos de férricos; separadores de inducción; aspiradores de plástico film y separadores ópticos.
Los materiales valorizables que se consiguen recuperar (PET, PEAD, film, plásticos mezclados, bricks, papel–cartón, materials férricos y aluminio) se envían a los gestores de residuos correspondientes para su reciclaje. El desecho, casi inerte, que ya no puede ser aprovechado, se empaqueta en paquetes retractilados con plástico y se envía a un depósito controlado. Finalmente, la materia orgánica que contenían los residuos queda preparada para el proceso biológico posterior.
Estabilización aerobia
La materia orgánica presente en la fracción resto de los residuos que han entrado en planta, se estabiliza en una nave cerrada una vez ha sido separada en el proceso de pretratamiento. Este proceso de estabilización se lleva a cabo mediante una descomposición de la materia en contacto con oxígeno. La nave mantiene una presión inferior a la atmosférica para evitar olores externos. Mediante una máquina denominada rotopala, se da la vuelta a la materia orgánica que ha sido apilada durante seis semanas para que pueda realizarse el proceso de compostaje.
Refinamiento y almacenaje de bioestabilizado
Una vez finalizado el proceso de compostaje, se obtiene un material bioestabilizado que se refina mediante una criba rotativa y dos mesas vibradoras para depurarlo de posibles impurezas. En esta última etapa del tratamiento se obtiene un material apto como relleno para restaurar taludes en actuaciones de obra pública.
Por otra parte, los principales procesos que se realizan en la planta de tratamiento de la fracción orgánica recogida de manera selectiva (restos de comida y pequeños restos vegetales) son:
- Recepción de materia orgánica.
- Túneles de fermentación y refinamiento primario.
- Túneles de maduración.
- Refinamiento y almacenaje de compost.
Recepción de materia orgánica
La fracción orgánica recogida selectivamente de los residuos municipales llega a la nave de tratamiento, donde es triturada hasta conseguir la medida requerida.
Túneles de fermentación y refinamiento primario
La fracción orgánica se mezcla con la fracción vegetal triturada y se desposita en túneles aireados, donde se realiza una fermentación intensiva durante cuatro semanas. El material pasa luego a través de una criba rotativa para eliminar parte de las impurezas que pueda contener.
Túneles de maduración
El material inferior a 80 milímetros se deposita en túneles de maduración durante ocho semanas.
Refinamiento y almacenaje de compost
El material obtenido del proceso de compostaje es sometido a un refinamiento secundario para eliminar impurezas y recuperar materiales valorizables. La operación se hace mediante una criba rotativa, una mesa vibradora y un separador magnético. El producto resultante es un compost apto para ser reautilizado como abono en agricultura y jardinería.
Capacidad de tratamiento:
Planta de fracción resto: 245.000 toneladas / año.Planta de fracción orgánica: 20.000 toneladas / año.
Consumo de agua:
Agua del proceso: 31.812 m3/año.Lixiviado recirculado (del proceso mismo): 13.166 m3/año.
Agua potable: 3.588 m3/año.
El agua utilizada procede de:
Recogida de agua de lluvia: 15.692 m3/año.Permeado de la depuradora: 16.120 m3/año.
Lixiviado recirculado: 13.166 m3/año.
Red pública (potable): 3.588 m3/año.
Potencia eléctrica instalada: 4,5 mW.
Los residuos en la comarca del Vallès Occidental
A pesar del incremento de población, la generación de residuos por ciudadano y día pasó de 1,31 kilos en el año 2008 a 1,26 kilos en 2009. Este dato sitúa al Vallès Occidental por debajo de la media de residuos generados en Cataluña (1,54 kilos por habitante y día).
Los datos muestran, por otra parte, cómo la ciudadanía ha incorporado en su hábitos cotidianos el reciclaje de residuos. Así, en 2009, en la comarca se recogieron selectivamente el 36,5% de los residuos generados. Este porcentaje se sitúa ligeramente por debajo de la media catalana que es del 37,6%, pero consolida la tendencia al alza.
- Financiación de las obras: 100% a cargo de la Agència de Residus de Catalunya (ARC) en el marco del contrato-programa con la Generalitat de Catalunya.
- Importe de la adjudicación de las obres: 74.900.098,43 euros.