Un equipo internacional de científicos remarca la necesidad de hacer frente al aumento de contaminantes emergentes en el agua
Científicos de reconocido prestigio internacional han colaborado en un grupo de trabajo, coordinado por la JPI del Agua (Water JPI, Water Joint Programming Initiative), con el objetivo de revisar, identificar lagunas y consolidar el conocimiento existente sobre el comportamiento de los contaminantes emergentes en el medio ambiente, así como su impacto a largo plazo en la salud y la vida de los ecosistemas y de los ciudadanos. Como resultado de dicho trabajo, se ha publicado un informe que proporciona una visión del conocimiento actual de los contaminantes emergentes, de los métodos existentes de detección y de las opciones de tratamiento, con unos mensajes clave para seguir avanzando en la solución del problema. La intención es que el informe estimule el debate y la colaboración entre todos los agentes implicados para que se produzca el cambio necesario.
Para complementar el informe, los científicos también han diseñado una serie de infografías que se difundirán a través de las redes sociales con el objetivo de incentivar el diálogo entre los ciudadanos respecto al problema de los contaminantes emergentes. “Es crucial actuar y difundir el conocimiento para afrontar este reto, informando de los recientes avances científicos e innovaciones a los responsables de la toma de decisiones, los legisladores, y otros agentes implicados”, expone Dominique Darmendrail, coordinadora de la JPI del Agua y de la French Research Funding Agency (ANR, por sus siglas en francés).
En el grupo de trabajo de la JPI del Agua han colaborado investigadores españoles: Damià Barceló, director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), Javier Marugán, profesor e investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, e Ignasi Rodriguez-Roda, investigador del ICRA y profesor de la Universidad de Girona.
La imagen muestra el recorrido que hacen los contaminantes derivados de residuos humanos o animales, pesticidas, del desgaste de los materiales de las tuberías e infraestructuras existentes, entre otros.
España, pionera en el campo de la investigación de los contaminantes emergentes
Entre otros ejemplos existentes a nivel nacional, un reciente estudio realizado en colaboración entre la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto Catalán de Investigación del Agua, la Universidad Católica Portuguesa, FCC Aqualia y el IDAEA–CSIC, publicado en la revista internacional Science of The Total Environment, ha analizado la eliminación de sustancias antibióticas y de genes de resistencia a antibióticos en los procesos de depuración de aguas residuales urbanas.
El trabajo realizado en una planta depuradora ha permitido evaluar la utilización a gran escala de diferentes procesos avanzados de tratamiento basados en la utilización de luz UV, tanto sola como en combinación con sustancias oxidantes como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) o el peroximonosulfato.
Los resultados obtenidos han demostrado la capacidad de estos procesos para la eliminación tanto de los antibióticos como de los genes, aunque las condiciones de operación del tratamiento deben ser cuidadosamente optimizadas para lograr el objetivo de tratamiento manteniendo suficientemente bajos los costes de depuración de las aguas.
Mejoras en la depuración de aguas para eliminar nuevas sustancias
La protección del medio ambiente y los recursos naturales es crucial para la sociedad actual. Tiene especial relevancia la mitigación y adaptación al cambio climático, que puede determinar la disponibilidad y la calidad de los recursos hídricos existentes. Sin embargo, millones de personas reciben cada día agua potable con el riesgo de que contenga, entre otros factores, contaminantes derivados de residuos humanos o animales, pesticidas, del desgaste de los materiales de las tuberías e infraestructuras existentes, o de la gestión ineficiente de las mismas.
Cada día se emplea un mayor número de compuestos químicos. El crecimiento de la población ha incrementado el uso de productos de aseo y cuidado personal, de medicamentos y terapias avanzadas, y de la producción intensiva de comida. A diario se añaden 4000 nuevas sustancias en el catálogo oficial de compuestos químicos. En concreto, los contaminantes emergentes, que en general no se monitorizan debido a la dificultad técnica de su análisis pese a que se sospecha que pueden tener un efecto adverso en la salud humana y de los ecosistemas, pueden acabar en el agua residual. Las estaciones depuradoras de aguas residuales no están diseñadas para la eliminación de todos estos contaminantes emergentes y algunos pueden cambiar su estructura química, y por ello son vertidos al medio ambiente junto al agua tratada.
Los científicos plantean la necesidad de revisar de forma exhaustiva la legislación actual con el fin de introducir medidas proactivas que evalúen el aumento de estos contaminantes y garanticen la sostenibilidad del ciclo del agua con agua apta para su reutilización y el consecuente beneficio para el medio ambiente y la sociedad.
Fuente: Universidad Rey Juan Carlos