Un proyecto convierte basuras marinas en mobiliario instalado en la Marina de Valencia
AIMPLAS, con la financiación de CaixaBank y Fundación Bancaja, ha finalizado un proyecto para la valorización de redes de pesca fuera de uso y otras basuras marinas que ha dado como resultado nuevo mobiliario 100% de plástico reciclado. Un banco de seis metros de longitud y más de 800 kilos formado por perfiles de material plástico reciclado con un contenido del 15% de redes de pesca y otras basuras marinas se ha presentado en su ubicación junto al Puerto de Valencia en un acto celebrado en las instalaciones de Innsomnia.
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, ha completado con éxito un proyecto de valorización de basuras marinas que ha contado con la financiación de CaixaBank y Fundación Bancaja en el marco de su segunda convocatoria de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Este proyecto ha hecho posible la fabricación de nuevos elementos de mobiliario, concretamente un banco de 840 kilos de peso y seis metros de longitud fabricado 100% con material plástico reciclado que incluye en su composición un 15% de redes de pesca fuera de uso y otras basuras marinas. El banco se ha ubicado en la Marina de Valencia, en las instalaciones de Innsomnia y se ha presentado al público en un acto celebrado ayer.
Presentado por Guillermo Fernández, Lead Project Manager Smart Ports e Industria 4.0 en Innsomnia, el acto contó con la intervención de Sonia Albein, investigadora principal del proyecto y líder de Reciclado Mecánico en AIMPLAS, quien explicó los detalles técnicos del proyecto. “Desde AIMPLAS hemos logrado convertir en un recurso estos residuos plásticos gracias a su reciclado mecánico y darles una segunda vida en forma de mobiliario con la creación de un diseño innovador que emula las olas del mar”, indicó. El acto fue clausurado por Juan Manuel Díez Orejas, jefe de Planificación Estratégica e Innovación de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) que incidió en la importancia que para la entidad tiene la sostenibilidad medioambiental.
El proyecto ha contado con la participación de la empresa CM Plastik que ha sido la encargada de elaborar el mobiliario y también con la colaboración de Mares Circulares y Asociación Vertidos Cero, que han aportado al proyecto una parte de los residuos recuperados del mar para su valorización.