El sensor radar VEGAPULS 69 mide el nivel de astillas de madera en un búnker
La planta de biomasa Bando d’Argenta (FE) es una de las más eficientes de su tipo, con una capacidad instalada de aproximadamente 21 MW y una producción de electricidad neta del 25 %. La planta está dirigida por San Marco Bioenergie SpA, miembro del Grupo F2i. La producción anual de energía de alrededor de 176 000 MWh satisface las necesidades de unos 27 000 habitantes. Esta planta también fue especial para el equipo del servicio técnico de VEGA. Por ejemplo, los sensores de VEGA debían sustituir la supervisión habitual del personal, que debía calcular el stock de biomasa en una de las plantas de biomasa más grandes del norte y el centro de Italia.
La planta de biomasa consta de dos líneas idénticas que utilizan vapor sobrecalentado, una turbina de vapor, un generador eléctrico conectado y varios sistemas para reducir las emisiones a la atmósfera (que incluyen, por ejemplo, filtros, sistemas DeNOx, y sistemas SNCR con inyección de urea y bicarbonato). La biomasa utilizada para la combustión es de origen vegetal. Se compone principalmente de residuos de plantas que se cultivan especialmente y los residuos de la poda de bosques y álamos.
Uno de los principales desafíos fue el almacén de biomasa, debido a sus enormes dimensiones. Hasta entonces, el personal de San Marco Bioenergie SpA comprobaba el nivel de stock de la biomasa procesada de un vistazo. Este procedimiento es bastante factible en búnkeres abiertos, donde la biomasa se puede trasladar de un lado a otro con una cargadora sobre ruedas si se tiene un poco de práctica. Sin embargo, se seguía realizando una estimación de la cantidad de material que se consumía y de la cantidad de reabastecimiento necesaria.
Es aquí donde el VEGAPULS 64 suministra unos valores de medición precisos.
Aunque esta solución funcionó durante varios años, no resultó del todo satisfactoria por dos razones. Por un lado, las capacidades del almacén de biomasa no podían utilizarse al completo, ya que para no llenar el almacén en exceso, era mejor ir sobre seguro. Por otro lado, desde el punto de vista de los responsables, el personal de operaciones seguía perdiendo demasiado tiempo calculando si había suficiente stock y durante cuánto tiempo. Estaban muy lejos de una gestión eficiente del nivel de stock, de modo que buscaban una solución sencilla y fiable.
La biomasa se almacena en forma de pellets de madera, que se depositan en búnkeres grandes con unas dimensiones de 30 x 5 x 8 m. Se necesita una gran capacidad de almacenamiento para responder al aumento de la demanda durante la temporada de uso de la calefacción. Además, no se puede interrumpir el proceso de la central eléctrica. Para una planificación óptima de la logística del material era necesaria una medición fiable del contenido del silo. El reto: Las condiciones operativas en el búnker son muy complejas debido a la suciedad y el polvo. De vez en cuando, el material se empuja hacia dentro incluso con tractores y vehículos de orugas con el fin de garantizar cierto movimiento.
Sensor radar VEGAPULS 69 como solución resistente para la medición de nivel en almacenes de biomasa
Para responder a la creciente demanda se necesitaban grandes capacidades de almacenamiento en el búnker.Sin embargo, estas condiciones no disuadieron en absoluto al equipo de VEGA. Para medir el volumen del almacén de biomasa, se propuso el VEGAPULS 69. Este instrumento prometía ser la solución perfecta para la medición de nivel en el silo de pellets, ya que es insensible al polvo y a las oscilaciones de temperatura. Además, las paredes de chapa ondulada no deberían causar ningún problema al sensor radar.
Al final se instalaron dos sensores en cada búnker. Un sensor mide el nivel desde arriba (es decir, desde el techo), y el segundo mide el espacio libre en sentido horizontal. Esto permite evaluar el tipo de adherencias. A todo esto hay que tener en cuenta que la biomasa de astillas y pellets se conduce al sinfín de transporte con la ayuda de rastrillos. Por lo tanto, San Marco Bioenergie no solo quería conocer el nivel de pellets en el búnker, sino también su posición en horizontal.
En este caso, la posición correcta de los sensores radar fue decisiva. Gracias a las intensas conversaciones entre el cliente y VEGA, fue posible encontrar la posición correcta de los sensores en los grandes búnkeres.
VEGA tomó la iniciativa en este proyecto. Aquí, el factor decisivo fue la estrecha colaboración con el cliente. Intuitivamente, todas las partes estaban de acuerdo en que se necesitarían dos VEGAPULS 69 para determinar de manera fiable el nivel de stock de astillas de madera y pellets. Sin embargo, solo se confirmó tras la instalación. Actualmente, los sensores de VEGA permiten garantizar el reabastecimiento para suministrar pellets a la central eléctrica durante todo el día, y la capacidad de almacenamiento también se ha incrementado sin tener que invertir en nuevos búnkeres. Asimismo, estos instrumentos impresionaron al personal en su uso diario: el equipo operativo está muy satisfecho por el hecho de que los sensores radar funcionan de forma fiable incluso con un alto nivel de suciedad y no requieren mantenimiento.