Primera biorrefinería del mundo en producir biodiésel a partir de madera
A principios de año la empresa finlandesa UPM comenzó la producción a escala industrial de biodiésel a partir de madera en la ciudad de Lappeenranta, Finlandia. Con una capacidad de producción de 120 millones de litros de diésel UPM BioVerno al año, la biorrefinería es la primera del mundo de este tipo.
En los últimos años el transporte por carretera es uno de los pocos sectores donde las emisiones han aumentando rapidamente. Esto es debido a que el 95% del carburante consumido proviene de combustibles fósiles haciendo que el sector del transporte vaya en camino de convertirse en la mayor fuente emisora de CO2 en la UE.
Los biocombustibles avanzados producidos a partir de madera son una alternativa muy importante para el sector de la energía renovable europea, para conseguir una reducción de las emisiones del tráfico y de la dependencia del petróleo, y a la vez, aumentar la autosuficiencia de la economía.
Europa es una de las regiones más ricas en bosques del mundo, teniendo en su haber el 25% de los recursos forestales mundiales.
Se prevé que en el futuro los biocombustibles jueguen un importante papel en el transporte por carretera a pesar de que el marco regulatorio a largo plazo sigue siendo incierto. Para que la UE crezca en la producción local de biocombustibles es necesario fijar un objetivo ambicioso y realista para el sector de los biocombustibles avanzados para que siga una trayectoria clara más alla de 2020.
Según un reciente informe de título “Wasted – Europe’s Untapped Resource” publicado por la European Climate Foundation, el International Council on Clean Transportation, la industria de biocombustibles y ONGs como WWF, Transport & Environment and Birdlife, los residuos tienen un potencial tal que podría reemplazar al 16% de los combustibles fósiles en el sector del transporte. Esta cantidad equivale a 37 millones de toneladas de petróleo al año. Si los biocombustibles avanzados alcanzasen el potencial calculado, se disminuirían las emisiones de CO2 en un 60%-85% en la mayoría de los casos, consiguiéndose los objetivos climáticos y de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en la UE.