¿Qué hacer con el aceite industrial usado?
13 de mayo de 2010
La normativa sobre aceites usados (RD 679/2006) establece una serie de obligaciones que afectan a un amplio espectro de compañías: tanto a las que fabrican y venden en España aceite lubricante (ya sean aceites hidráulicos, térmicos, dieléctricos, de corte o mecanizado, desmoldeantes, etc.) como a aquellas que importan estos productos desde otros países para su comercialización o consumo directo en España. A unas y otras la ley les atribuye el papel de ‘fabricantes’ de aceites industriales, por lo que quedan sometidas a las exigencias del mencionado Real Decreto en relación a los aceites usados.
Por otro lado, en múltiples procesos industriales se importan componentes, piezas y maquinaria de todo tipo que ya contienen algún tipo de aceite industrial (por ejemplo, robots industriales, máquina-herramienta, vehículos industriales, etc). A este respecto, las empresas que ponen en el mercado español estos equipos también son consideradas como ‘fabricantes’ de aceites industriales y, por lo tanto, están afectadas por las exigencias de la mencionada normativa.
Solución para el cumplimiento de la ley
Todas estas empresas están obligadas por ley a garantizar y financiar la recogida y gestión —conforme a determinados requisitos legales— de los aceites usados resultantes del consumo de los aceites industriales puestos en el mercado por ellas. Además, el RD 679/2006 contempla otra serie de obligaciones de índole administrativo (informar anualmente a las administraciones competentes, elaborar Planes Empresariales de Prevención, etc.). Como en otros sectores —envases, neumáticos, aparatos electrónicos…— la normativa prevé que los fabricantes puedan cumplir estas obligaciones a través de su participación en sistemas integrados de gestión (SIG).
Sigaus es el SIG que agrupa el 90% del mercado de aceites industriales en España (más de 110 compañías), encargándose en toda España de la recogida y posterior tratamiento del aceite usado, tanto de procedencia industrial como de vehículos.
La adhesión a esta entidad sin ánimo de lucro no solo es una solución en el cumplimiento de la ley para las compañías afectadas, sino que además les supone un valor añadido de cara a clientes y terceros, ante los que se demuestra el compromiso medioambiental de la compañía. El SIG se financia a través de una cuota que pagan las empresas adheridas: 0,06 euros por cada kilo de aceite comercializado/importado.
Garantía de recogida y gestión para los productores
Gracias a estas aportaciones, Sigaus trabaja para la recuperación del aceite industrial usado, con el objetivo de reducir su impacto ambiental y extraer de él el máximo aprovechamiento posible. Sigaus ofrece cobertura de recogida y gestión en todo el territorio nacional gracias a una extensa red de gestores de aceites usados. En 2009 la entidad recuperó 154.775 toneladas de aceite usado, de las cuales dos terceras partes se destinaron a procesos de regeneración (mediante los que se obtienen nuevas bases lubricantes) y el tercio restante a valorización energética (que permite producir energía, eléctrica o calorífica, del residuo recuperado).