Sea cual sea su color, el vidrio siempre es verde
22 de diciembre de 2009
Un material 100% natural
El vidrio está en perfecta sintonía con el movimiento actual a favor del desarrollo sostenible, que se ha reconocido como básico para la supervivencia de nuestro planeta. Procedente de la naturaleza en forma de arena, sosa y caliza, se trata de una de las formas de envasado más puras de la Tierra.
El vidrio es autosuficiente, porque constituye su propia materia prima: una vez reciclada, una botella se tritura y se funde para crear una nueva botella, sin perder un ápice de calidad. Por cada 10% de calcín utilizado, se gasta al menos el 2,5% menos de energía en el proceso de fusión. El calcín procedente del reciclaje de una única botella produce suficiente energía para encender una bombilla de 60 vatios durante 4 horas.
A diferencia de otros materiales, el reciclaje del vidrio se considera viable y sostenible: el vidrio es simplemente vidrio, sin necesidad de añadir capas o revestimientos, por lo que el proceso de reciclaje es muy sencillo. Además, las botellas de vidrio no contienen bisfenol A, ITX (isopropiltioxantona), Deha (di-2-etilhexil adipato), tereftalatos, polietileno, poliestireno o policarbonatos.
Probado y testado durante 3.000 años como material sano
Puro y natural, el vidrio no necesita que se añada una capa entre contenido y continente. A diferencia de algunos materiales (como los creados a partir del petróleo), que sólo se han usado durante unas cuantas décadas, sabemos que el vidrio no tiene efectos adversos para nuestra salud. Después de ser usado durante más de 3.000 años para conservar y servir alimentos y bebidas, se ha comprobado que es 100% seguro.
En Europa, actualmente se reciclan más del 62% de las botellas, con lo que el reciclaje del vidrio se convierte en una de las historias de éxito de la lucha por el medio ambiente. Y eso no resulta sorprendente si se piensa en los beneficios. El envasado en vidrio puede generarse a partir de envases de vidrio ya existentes, conservando así los materiales vírgenes y nuestro entorno. De este modo se ahorra energía y se reducen los residuos domésticos. O-I utiliza hasta un 90% de calcín (vidrio reciclado) para realizar nuevos recipientes. Esto ofrece varias ventajas. En términos medioambientales, reciclar significa que:
• puede reducirse drásticamente la extracción de materias primas;
• puede evitarse la generación de 2 millones de toneladas de residuos domésticos;
• se produce menos CO2 en la fabricación porque el calcín se funde a menor temperatura que las materias primas, por lo que se necesita menos energía para calentar el horno.
O-I: Béziers, una planta con lo último en equipamiento
La planta de Béziers se inauguró en 1999, cuando se tomó la decisión de situar la instalación en pleno corazón de la región vinícola del Languedoc-Rosellón, con sus numerosas bodegas y vinos de denominación de origen, que abarca los cuatro departamentos de Gard, Hérault, Aude y los Pirineos. La planta inició su producción en septiembre del año 2000, centrada principalmente en satisfacer las necesidades de los profesionales vinateros ofreciéndoles envases de calidad con unos plazos de entrega muy ajustados.
Gracias a su inversión en investigación y desarrollo, O-I ha intentado mejorar continuamente la calidad y la eficiencia de su equipamiento. Las líneas actuales de Béziers pueden gestionar una producción diaria de tres millones de unidades. Estas líneas de muy alta velocidad exigen un control óptimo de los procesos de producción y la erradicación de cualquier variación dentro del proceso –desde la materia prima en los hornos hasta el equipamiento que fabrica, manipula, inspecciona y envasa el producto acabado–. Puesto que O-I es el constructor de toda la maquinaria, la empresa es capaz de recurrir a sus propios conocimientos de cada departamento para garantizar que mantiene un control total sobre cada uno de los procesos básicos utilizados en la producción de sus envases de vidrio de alta calidad.
Como resultado de la iniciativa de calidad de la empresa O-I en todo el mundo, la instalación obtuvo el certificado ISO 9000, y gracias a varios procesos implementados que limitan su impacto medioambiental, también obtuvo el ISO 14000.
Un filtro de alto rendimiento para el polvo y una planta de purificación de agua
La instalación de un filtro de polvo en la planta de Béziers formaba parte de un importante programa de O-I para toda Europa. Cada proyecto representa una inversión de entre 1,5 y 5 millones de euros y ha tenido una duración de 18 meses, desde la inspección hasta la implementación, incluidas las especificaciones y las adquisiciones.
Dirigido por equipos de O-I especializados en ingeniería y producción en Europa, este gran proyecto fue gestionado por equipos multidisciplinares en los que se incluían todas las capacidades necesarias para garantizar su éxito en términos ecológicos: ingeniería, producción, logística y finanzas. El nuevo equipamiento significa que la cantidad de polvo es más de cinco veces menor que la prevista, lo que ha provocado una reducción drástica de las emisiones atmosféricas. Además, el polvo se recicla en el horno como materia prima, con lo que se neutralizan sus efectos y se evita la generación de más residuos.
O-I también ha invertido en la calidad del agua de Béziers para garantizar que no perjudique el medio ambiente. La instalación posee maquinaria que filtra continuamente el agua y que la procesa para asegurarse de que está tan limpia después de usarla como antes.
El centro IPAQ de reciclaje
Situado en la planta de Béziers, el centro de procesado IPAQ transforma el vidrio reciclado en calcín y lo suministra a la planta según sus necesidades específicas en cuanto a color. Para trasladar el calcín en la corta distancia que separa el centro de procesado de la planta, se utilizan cintas transportadoras, lo que genera un ahorro de CO2 equivalente a 20 camiones diarios.
El calcín se separa mediante láser, cámara digital y detección por UV para garantizar que es de la mejor calidad: este proceso supone una inversión de 6 millones de euros. El centro IPAQ recicla hasta 180.000 toneladas de vidrio al año procedentes de nueve puntos de recogida, de los cuales alrededor del 95% es calcín reutilizable que puede fundirse para crear nuevos recipientes de vidrio.
Cómo se producen los envases de vidrio en las plantas de O-I
Composición y fusión
La composición es la mezcla de materias primas que se introducen en el horno. La mayoría de plantas de O-I utilizan alrededor de un 70% de vidrio reciclado. Para complementarlo, se mezclan otras materias primas (arena, cal y sílice) y luego se calientan en el horno a una temperatura de 1.550 °C. Se derriten y se convierten en vidrio fundido.
Producción
El vidrio fundido se lleva del horno a las máquinas de producción mediante alimentadores. Los glóbulos de vidrio, conocidos como ‘gobs’ (gotas), se forman y pasan por moldes sucesivos. Una vez cortados, esos ‘gobs’ se transforman en botellas gracias a una compleja serie de movimientos de la máquina. El primer molde se conoce como el molde “pulidor”, porque pule las partes rugosas de las botellas o frascos, mientras que el molde “de acabado” les da su forma final. Entonces, las botellas se cuecen y se enfrían gradualmente dentro de un arco de cocción. Al entrar y salir del arco, se aplica un tratamiento de “superficie” para evitar la abrasión y mejorar la suavidad de la superficie y la calidad de la resistencia mecánica del vidrio.
Garantía de calidad para los consumidores
O-I se ha propuesto cumplir siempre con la tarea de conservar y mejorar su sistema de calidad, proporcionando una garantía de calidad para los consumidores. Todos los equipos realizan varios meses de formación en calidad y durante todo el proceso se utiliza un plan de control de la calidad para asegurar que se cumplen las normas, desde la materia prima hasta la entrega final.
Selección y envasado
Aquí se incluyen las fases de comprobación, envasado y entrega. Las botellas y frascos están sujetos a varias comprobaciones visuales, electrónicas y de calidad durante este proceso.