AIFIm destaca el esfuerzo del sector de la impermeabilización para incrementar el porcentaje de materia prima reciclada en sus productos
El consumo de productos plásticos ha crecido de forma exponencial en los últimos años, alcanzando los 62 millones de toneladas en 2018 (dato de hace 3 años) solo en Europa. El sector de la producción de envases (39,9%) y el de la construcción y edificación (20%) son los que más demanda generan y, según datos de la Unión Europea, se espera que en los próximos 20 años esta cifra se duplique.
La Comisión Europea lanzó en el año 2018 la Estrategia de la UE para el plástico en una economía circular, con medidas para reducir el impacto ambiental. Sin embargo, el papel de las empresas y entidades particulares es fundamental para poner en marcha estrategias que aborden la producción de productos derivados del plástico desde criterios de circularidad, garantizando una importante reducción de la demanda de materias primas, energía y de los recursos consumidos, y apostando por el reciclaje como herramienta clave.
Buen ejemplo de ello es la iniciativa Vinylplus, un compromiso voluntario para el desarrollo sostenible de la industria europea del PVC. Está acción se marcó como objetivo lograr reciclar 800.000 toneladas de Cloruro de Polivinilo (PVC), el termoplástico más empleado en construcción, antes de 2020, e ir incrementando esta cifra en años posteriores. Atendiendo a los datos recogidos en su informe PVC Recicling Tecnologies, de los 5,5 millones de toneladas de PVC fabricadas en Europa, dos tercios son empleadas por el sector de la construcción como materia prima para la fabricación de soluciones como tuberías, ventanas, o membranas y sistemas para la impermeabilización en edificación.
Desde AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, comparten los retos de esta iniciativa. Como parte de ESWA (European Single Ply Waterproofing Association), la asociación promueve el conocimiento y difusión de estas acciones entre los agentes del sector, e incentiva las buenas prácticas en materia de economía circular. “Las empresas del sector están realizando importantes esfuerzos para incorporar cada vez porcentajes más altos de materia prima reciclada a sus procesos productivos, además de implementar medidas para el aprovechamiento de productos recuperados, a través de plantas de reciclaje”, afirma Gonzalo Causin. “Aunque todavía no podemos hablar de una tasa global de reciclaje para el mercado de la impermeabilización o de contenido reciclado en su composición –ya que es muy distinto en el caso de impermeabilización bituminosa, sintética o líquida–, hay que destacar las diferentes iniciativas puestas en marcha entre nuestros asociados no solo en lo referido al reciclaje, sino también para lograr la reducción del gasto energético y una mejor gestión de los recursos, como el agua”.
En este sentido, desde la asociación señalan que dependiendo de las distintas gamas, materiales y procesos, la velocidad para implementar un sistema productivo basado en criterios de circularidad varía. “Donde más se ha avanzado es en impermeabilización sintética con productos derivados del PVC, como muestra el informe de Vinylplus”, explica Gonzalo Causin. “Sabemos que el camino todavía es largo, pero los fabricantes de productos de impermeabilización están dispuestos a transitarlo”.
El Cloruro de Polivinilo o PVC es el tercer plástico más popular en Europa y el más utilizado en el sector de la construcción. Es un material versátil, resistente y de carácter sostenible. Su composición (57% de sal de roca, 47% de hidrocarburos procedentes del petróleo) hace que su fabricación dependa menos del petróleo frente a otros termoplásticos. Además, gracias a su resistencia y durabilidad, su carga ambiental es mínima si se compara con otros materiales como el vidrio o el metal. Si a eso le sumamos su baja conductividad térmica, nos encontramos con un material capaz de contribuir a la sostenibilidad del edificio, reduciendo el gasto energético y contribuyendo a la salud y el confort de los ocupantes.
“Pero quizás una de sus características más destacadas es que es reciclable”, apunta el presidente de AIFIm. “El PVC tiene la historia de reciclaje más larga de todos los plásticos. Por eso, en la actualidad, contamos con avanzados sistemas de reciclaje y disponemos de grandes cantidades de PVC para su transformación, la mayoría procedentes de la construcción”.
Según datos de ESWA, de los 2,9 millones de toneladas de residuos de PVC disponibles, 1,1 millones de toneladas provienen del sector de la edificación. Además, según señala en su informe PVC Recicling Technologies, en construcción, soluciones como las tuberías, perfiles, etc., pueden reciclarse hasta 8 veces, por lo que se dispondría de una materia prima con una vida útil de cientos de años”.
Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, AIFIm quiere destacar las ventajas de las soluciones para la impermeabilización de la cubierta fabricadas a partir de productos plásticos, destacando que estos son soluciones recicladas y reciclables, fabricadas siguiendo criterios de economía circular. “Los beneficios de los productos fabricados a partir de plásticos son indudables. En construcción hablamos de soluciones que mejoran el confort, pero también la eficiencia energética del inmueble, y que tienen una vida útil muy larga. Hablamos de productos reciclados, o que se fabrican con elevados porcentajes de materias primas recicladas, pero también hablamos de productos reciclables, que pueden volver a la cadena de fabricación al final de su vida útil, dando lugar a nuevas soluciones. Nos encontramos por tanto, con productos que no solo aportan a la sostenibilidad, sino que son sostenibles en sí mismos”, finaliza Gonzalo Causin, presidente de AIFIm.