Según datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa
La facturación de los servicios urbanos creció un 3,3% en 2019
Las empresas dedicadas a la prestación de servicios urbanos obtuvieron en 2019 una facturación agregada en España de 5.835 millones de euros, tras experimentar una variación media anual superior al 3% durante el período 2017-2019, según los datos recogidos en el Observatorio Sectorial DBK de Informa.
El aumento de la producción de residuos generados en una coyuntura económica positiva, el creciente volumen de residuos tratados de acuerdo con los objetivos de recuperación y reutilización, y la menor contención del gasto público posibilitaron esta tendencia.
El segmento de recogida y transporte de residuos se mantuvo como el de mayor participación en el mercado nacional, con un volumen de negocio en 2019 de 2.030 millones de euros, el 34,8% del total, contabilizando un crecimiento del 2,0% respecto al año anterior. La actividad de tratamiento y eliminación de residuos, que ha mostrado el comportamiento más dinámico en los últimos años, aportó una facturación de 1.710 millones de euros, un 6,2% más, reuniendo el 29,3% del total.
Los servicios de limpieza viaria conforman la tercera actividad más importante, generando en 2019 ingresos por valor de 1.350 millones de euros, con un aumento del 2,3% y una cuota de participación del 23,1% en el mercado total. El área de otros servicios aportó el 12,8% restante.
Las empresas de este sector se enfrentan a corto plazo a un escenario marcado por las consecuencias derivadas de la pandemia COVID-19. A la reducción del volumen de recogida de residuos, con una incidencia especialmente negativa en el negocio de explotación de plantas de tratamiento, se añade el previsible ajuste de presupuestos municipales en una coyuntura económica adversa.
Los cinco primeros operadores en términos de facturación por prestación de servicios urbanos en España reunieron en 2019 el 71% del mercado total, elevándose esta participación hasta el 78% al considerar a los diez primeros.
Los grandes grupos privados acaparan un creciente número de concesiones. Además, su política de adquisición de empresas ya establecidas les ha permitido ampliar su dimensión y capacidad de diversificación por actividades y zonas geográficas, lo que ha fortalecido su liderazgo.