Agreca colabora en el proyecto CirculaRCD para fomentar la Economía Circular en el sector cerámico andaluz
La Asociación de Empresas Gestoras de Residuos de Construcción y Demolición de Andalucía, Agreca, firma un convenio con la Fundación Innovarcilla para colaborar en el proyecto CirculaRCD: ‘Activación Alcalina de Residuos de Construcción y Demolición (RCDs). Una Economía Circular para el sector Cerámico Andaluz’. El objetivo de este trabajo es el de determinar las posibilidades económicas y técnicas de la recuperación de RCDs para la obtención de materiales de activación alcalina. Para ello, se tendrán en cuenta las limitaciones actuales en lo que se refiere al acondicionamiento de dichos residuos a lo largo de su gestión, en especial en su clasificación.
En esta colaboración, que tendrá vigencia hasta finales del año 2020 con posibilidad de renovación, Agreca se encargará de proponer los RCDs de mayor disponibilidad y que por sus características contribuyan al desarrollo del proyecto. Además, participará en el análisis de viabilidad de gestión actual de RCDs y difusión del proyecto CirculaRCD en el sector. Así como también, servirá de enlace entre la Fundación Innovarcilla y las plantas de gestión de RCDs para cooperar en el desarrollo del proyecto.
El proyecto CirculaRCD
Los restos procedentes de las obras de construcción y demolición son el segundo residuo, en volumen y peso, que más se producen en España tras los urbanos, pero sólo un pequeño porcentaje de los RCDs se somete a una valorización adecuada realizada por gestores autorizados que permitan garantizar su transformación de residuo a recurso para su aprovechamiento como áridos reciclados de calidad.
Los RCDs suponen en España una producción aproximada de 20 MTn, de los que, buena parte de ellos son 'gestionados' de forma incorrecta, ilegal y en muchos casos delictiva, generando graves impactos ambientales y paisajísticos. En la actualidad, el propio sector de la construcción ha valorizado poco más del 25% de ellos, convirtiéndolos principalmente en áridos reciclados para carreteras, hormigones, prefabricados, etc.
Con todo, apenas el 14% de los escombros que se generan en España son reutilizados en forma de áridos reciclados. Desde la Unión Europea y para hacer frente al agotamiento de los recursos naturales, plantean como prioridad la incorporación de estrategias de economía circular y sostenibilidad en el sector, para la consecución del objetivo de valorización del 70% de este tipo de residuos.
En este contexto, el proyecto CirculaRCD persigue el desarrollo de prototipos de materiales 'ceramizables' a partir de RCDs, cuantificando el ahorro energético y la materia prima generada, realizando paralelamente acciones de transferencia de resultados y de internacionalización. El proyecto, liderado por la Fundación Innovarcilla, cuenta con la participación de empresas y asociaciones del sector de los materiales de construcción de toda Andalucía, como es el caso de Agreca, así como otras entidades públicas de investigación de carácter nacional e internacional.
Además de la investigación, con CirculaRCD, se pretende desarrollar técnicas eficientes para la gestión de los RCDs, y fomentar el uso de materiales más sostenibles y que puedan ser reciclados frente a otros que resultan más complicados de reciclar, como es el caso del yeso.
CirculaRCD es un proyecto de investigación orientado a los retos de la sociedad andaluza, financiado por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y la Universidad de la Junta de Andalucía y cofinanciado por la UE mediante fondos FEDER, en el marco del programa de ayudas a la I+D+I, en régimen de concurrencia competitiva, en el ámbito del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020).
El yeso, un problema en los RCDs y sus alternativas
Un material muy utilizado en la construcción y en la decoración es el yeso, pues representa el 30% de los residuos de construcción y demolición totales generados en este sector. Se estima que el volumen de residuos de yeso procedentes de construcción, renovación o demolición de edificios es de aproximadamente 2.350.000 t/año.
Con el yeso, se elabora la escayola, el alabastro y el cemento, además de estar cada vez más demandado para la fabricación de paneles de yeso laminado. Solo en Europa al año se utilizan más de 1.600 millones de metros cuadrados de tabiques de placas de yeso laminado para los interiores de edificios.
Así como el yeso es unos de los materiales más utilizado en el sector de la construcción, también es un producto que no tiene reciclaje posible de forma habitual en la construcción y que son enviados de forma continuada a vertederos para su eliminación.
Se pueden reciclar únicamente aquellos sobrantes de almacén de materiales, o los elementos defectuosos no empleados en obra, pues ciertos fabricantes los valorizan siempre que se pueda demostrar que es de su propia marca. Esto es, que lleven el código de barras incluido en la práctica. En el resto de casos, la gran mayoría, este residuo acaba en vertederos de residuos no peligrosos. Se trata de un producto que reacciona disolviéndose en el agua, por lo que puede contaminar las aguas superficiales o subterráneas, por lo que debe ser tratado en vertederos específicos.
Además, hay que tener en cuenta que los restos de yeso que entran en las plantas de reciclaje perjudican los áridos reciclados obtenidos de la valorización de residuos de la construcción y demolición, al disolverse. Una pequeña cantidad puede contaminar una partida entera, provocando que deba ser depositada en vertedero para su eliminación, en lugar de su comercialización como nuevo material de construcción.
En la actualidad, existen numerosas alternativas al yeso y sus derivados, que resultan más sostenibles y a la vez se pueden reciclar muy bien obteniendo áridos reciclados de gran calidad y con garantías. Un ejemplo de ello es el ladrillo que se viene usando en el sector desde hace cientos de años. Se trata de un material de construcción que cumple a la perfección como aislante térmico y acústico, además de contar con una gran capacidad portante, pero sobre todo cuenta con múltiples medios para su reciclaje y valorización, así como, dispone de mercado para el árido reciclado obtenido.