Tomra Sorting Recycling crea un nuevo puesto directivo para reforzar sus acciones referentes a la ‘New Plastics Economy’
Tomra Sorting Recycling ha ascendido al ingeniero de Desarrollo de Negocios, László Székely, al nuevo puesto de director de la Nueva Economía del Plástico (New Plastics Economy - o NPE por sus siglas en inglés). Esta medida refuerza el compromiso de Tomra con los objetivos de la Nueva Economía del Plástico, y surge con la intención de dirigir el progreso en ese campo, cuyos objetivos son distintos de los del resto de actividades de desarrollo comercial de la empresa.
El equipo Tomra de la Nueva Economía del Plástico trabajará para fomentar la clasificación y el reciclaje de plástico postconsumo, como poliolefinas y estirénicos, y así cambiar la práctica generalizada de incineración de dichos materiales, o su acumulación en vertederos. Tomra también colabora con plantas productoras de envases en tres direcciones ayudándolas a que sus envases sean más reciclables; a reducir la dependencia de materias primas que tiene la producción de envases así como a impulsar la mejora de los plásticos postconsumo, de forma que se utilice más material reciclado y menos materias primas.
En palabras de László Székely: "Es un gran honor que se reconozca mi dedicación y mi experiencia porque el avance hacia la Nueva Economía del Plástico resulta clave hoy en día. Cuando empecé a trabajar en Tomra estaba entusiasmado porque admiraba que la compañía fuera pionera en el campo técnico y líder del mercado; siete años después, conservo ese mismo entusiasmo debido a su espíritu innovador”.
A nivel directivo, Jürgen Priesters, vicepresidente y director del Departamento de Desarrollo de Negocio del área de Reciclaje, y Charlotte Glassneck, ingeniero de Desarrollo de Negocios, también van a participar en las tareas NPE de Tomra.
La visión de la ‘New Plastics Economy’, que aplica los principios de la economía circular, es obra de la Fundación Ellen MacArthur, y tiene tres objetivos: crear una economía eficaz del plástico usado, que pretende lograr mediante la incorporación y mejora de los sistemas de reciclaje, la reutilización de materiales y biodegradación controlada para aplicaciones específicas; reducir drásticamente la cantidad de plástico que acaba en la naturaleza (especialmente en el mar); y la reducción de la producción de plástico de las materias primas de origen fósil. Si bien estos objetivos se lanzaron en 2016 dentro de una iniciativa de tres años de duración, servirán de inspiración durante los próximos años.