Proyecto Optibag: la eficiencia en la recogida selectiva de residuos
Optibag es un referente a nivel mundial en plantas de selección óptica de residuos y forma parte de un proyecto piloto que ha sido desarrollado en Getafe. El director de Producción de LYMA Getafe, César Rico Vallejo, y el director de Operaciones de Optibag, Jürgen Jacovy, se encargaron de explicar más en detalle, en el marco de la XXV edición de las Jornadas Técnicas de Medio Ambiente, Anepma -celebradas en la ciudad de Sevilla-, las principales ventajas de este novedoso sistema frente a los sistemas de recogida tradicional y hablaron sobre el test realizado en la ciudad de Getafe.
Optibag es una compañía sueca con sede en Mjölby propiedad al 100% de Envac. Su primera instalación, tal y como señaló César Rico Vallejo durante la ponencia, se remonta a 1994 en la ciudad de Borâs (Suecia) y en la actualidad son más de dos millones los usuarios que utilizan diariamente el sistema en Suecia, Noruega y Francia. En concreto, “Optibag fabrica, instala y opera sistemas de selección óptica que comercializa a través de una red internacional de oficinas del grupo que lo hace posible”, informó Rico Vallejo asegurando que, antes de 2020 “tenemos que llegar a un estado de más del 50% en cuestión de reciclaje” y, por ello, “nosotros planteamos como solución Optibag”.
El director de Operaciones de Optibag, Jürgen Jacovy (izda.), y el director de Producción de LYMA Getafe, César Rico Vallejo, durante la presentación del proyecto que tuvo lugar en las XXV Jornadas de Anepma.
Según manifestó, el usuario recicla en varias bolsas de colores que le da el Ayuntamiento y las introduce en un mismo contenedor que recoge un solo camión, lo que supone grandes ventajas como la minimización de costes y la reducción de emisiones de CO2. Una vez el camión recoge los residuos del contenedor, éstos van a parar a la planta Optibag.
¿Cómo funciona la planta Optibag?
Cuando el camión llega a Optibag, éste vierte los residuos en una tolva donde una cinta alimenta con un flujo constante el sistema, tal y como indicó Rico Vallejo. A continuación, un sistema de cintas transportadoras separa las bolsas las cuales, gracias a los detectores ópticos, son separadas por colores con un éxito del 96%. Finalmente, las bolsas quedan almacenadas en contenedores para su tratamiento en el destino final. De esta manera, “Optibag responde al concepto de Economía Circular”.
Análisis económico
El sistema Optibag no sólo responde a criterios medioambientales y de sostenibilidad, sino que también supone ventajas económicas. Según expuso Rico Vallejo, el coste de inversión de una planta Optibag es de 4 millones de euros para cuatro fracciones y su coste de operación es de 120.000 euros al año.
En 10 años, el coste de un sistema de recogida tradicional es de 6,2 millones de euros, mientras que, en el mismo periodo de tiempo, el coste de una recogida Optibag es de 5,3 millones de euros, lo que se traduce en un ahorro de casi un millón de euros frente al sistema de recogida tradicional.
Ventajas de Optibag
Tras explicar las ventajas económicas que supone este sistema de clasificación óptica, Rico Vallejo, expuso los principales beneficios de Optibag. Con la clasificación óptica, el número de fracciones es flexible y puede ser ampliable; se reducen los camiones (lo que supone que sea más económico, que se minimicen las emisiones de CO2 y que aumente la facilidad de uso); y es higiénico y aplicable todo el año.
“La referencia más importante de Optibag es Oslo (Noruega), que desde el año 2009 es la mayor planta del mundo. Oslo tiene un problema de falta de espacio y por ello Optibag es una buena solución”, señaló Rico Vallejo e hizo alusión también a los test realizados con bolsas de colores en Estocolmo. “La ciudad de Estocolmo en el año 2013 realizó un test sobre 2.800 viviendas para la implantación de la recogida de la fracción orgánica mediante la separación óptica. El 84% de las viviendas realizaron separación usando la bolsa verde y se consiguió más de un 93% de pureza de la fracción”, informó haciendo referencia también a otros casos de test como el de Halsnaes (Dinamarca), Ámsterdam (test realizado en 2014) y Bern (test planteado para verano de 2018).
Proyecto piloto de Optibag desarrollado en Getafe
Para finalizar, Rico Vallejo aludió a uno de los últimos test que están realizando: el desarrollado en la ciudad de Getafe. Se trata de un test de 30 días de duración en zona residencial con 200 viviendas, donde realizaron una presentación in situ a los vecinos repartiendo flyers, cubos y bolsas para separar tres fracciones: envases, restos y orgánico.
Applus fue l encargada de hacer las caracterizaciones durante la duración del test. En concreto se realizaron cinco caracterizaciones:
- 25 de septiembre: antes de realizar la campaña de información.
- 10 de octubre: después de la campaña.
- 17 de octubre
- 4 de octubre: después de la campaña de refuerzo
- 31 de octubre
“Las bolsas utilizadas para realizar la separación decidimos que fueran 100% reciclables de la empresa Relevo, que proceden de plásticos reciclados”, aseguró el director de Producción de LYMA Getafe, señalando, a continuación, las principales conclusiones que han extraído tras la realización del proyecto piloto:
- Para una población habituada al reciclaje, el hecho de usar bolsas de colores es un estímulo porque resulta más lógica e intuitiva la asociación de colores con las fracciones.
- Sorprende la buena calidad de la orgánica en una población que la recicla por primera vez y que sabían que era simplemente un test.
- El comercio es el que menos recicla. Entendemos que entregándoles bolsas de colores de mayor tamaño facilitaría su compromiso y el seguimiento por parte de los inspectores municipales de su colaboración.
- Es interesante comprobar que por muy fácil que se lo pongamos al ciudadano, cuando éste no quiere colaborar, cualquier sistema falla.