Mal olor y prevención de formación de H2S (ácido sulfhídrico)
La causa de esta contaminación reside en la liberación a la atmósfera de ciertos compuestos (orgánicos volátiles, compuestos nitrogenados -aminas...-, compuestos de azufre -sulfhídrico, mercaptanos...-, entre otros) que aun en muy bajas concentraciones son capaces de provocar molestias olfativas, pudiendo ocasionarlas en puntos muy alejados de la zona potencial de emisión. Naturalmente, la atmósfera juega un papel fundamental en este tipo de impactos olfativos, al ser el vehículo de transmisión de las especies generadoras de los malos olores, así como potenciar o disminuir la incidencia de los mismos. Como ocurre con cualquier otra especie química liberada a la atmósfera, la dispersión efectiva depende de los procesos atmosféricos que se desarrollan en los estratos superficiales, que a su vez resultan fuertemente condicionados por el entorno orográfico y cobertura del terreno.
El tratamiento de las aguas residuales implica numerosas fases, que se inician ya desde la propia red de alcantarillado y colectores, algunas de ellas abiertas al ambiente atmosférico, lo que permite el transvase hacia este de aquellas sustancias causantes del problema de malos olores, generalmente asociados a procesos anaerobios. Aunque las aguas residuales frescas emiten sustancias causantes de malos olores, la mayor parte de las especies químicas asociadas típicamente a dichos problemas se originan en ambientes en los que se ha consumido todo el oxígeno y nitratos disponibles en disolución (condiciones de fermentación anaeróbica). Por otra parte, el transvase de sustancias hacia el ambiente atmosférico depende de diferentes factores, entre los que se encuentra la propia concentración en agua de la sustancia, coeficientes de volatilización, temperatura ambiente, diseño de la planta, etc. Aunque el sulfuro de hidrógeno de manera aislada no es una medida suficiente de la generación de malos olores debidos a una planta de depuración de aguas, sí podría considerarse que su concentración podría generar un olor a huevos podridos muy característico.
Los peligros del sulfuro de hidrógeno ó ácido sulfhídrico en los sistemas de drenaje o alcantarillado se presentan en la siguiente tabla:
Concentración H2S en el aire (ppm) | Reacción en el ser humano |
0,2 | Umbral de olor |
3 – 5 | Fuerte olor a huevos podridos |
7 | Límite máximo de concentración para una jornada de 8 horas de trabajo |
10 – 50 | Irritación ocular |
50 – 100 | Irritación del sistema respiratorio |
100 – 200 | Tos, daño ocular y dolor de cabeza |
300 – 500 | Riesgo para la vida constante |
500 – 700 | Grave irritación del sistema nervioso |
>700 | Desmayo inmediato al inhalar |
Los filtros anti-olor Sugarpod con carbón activo producidos por Iverna están diseñados para eliminar diversos tipos de olores del sistema de alcantarillado, cámaras de inspección, fosas sépticas, plantas de tratamiento de aguas residuales, estaciones de bombeo... La función principal de los filtros de carbón activo anti-olor de Iverna es minimizar los efectos de sustancias químicas (olorosas e inodoras) provenientes de sistemas de alcantarillado. Debido la alta capacidad de absorción del carbón activo impregnado utilizado en los filtros, es posible volver a llevar una vida cotidiana sin preocuparse de olores desagradables. El material con base de carbón es convertido en carbón activado mediante descomposición térmica usando una atmósfera y calor controlados. El producto resultante tiene una gran superficie por unidad de volumen, y una red de poros submicroscópicos donde tiene lugar la absorción.
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