El análisis del ciclo de vida, clave para el éxito de un mercado único de productos verdes en la UE
El mercado único de productos verdes es una iniciativa de la Unión Europea que, para hacerse realidad, debe estar medido por unos sistemas comunes a todos los países que permitan certificar el impacto ambiental de dichos productos, lo que ayudará a tomar decisiones más razonables desde el punto de vista medioambiental. Esos impactos deben ser evaluados a través del análisis del ciclo de vida, “la métrica más objetiva”, a juicio del doctor Pere Fullana, director de la Cátedra Unesco de ciclo de vida y cambio climático de la Universidad Pompeu Fabra-ESCI.
En una intervención en el Foro EDS de la Energía organizado por la Cámara de Comercio de Valencia, Pere Fullana, aseguró que “el enfoque de ciclo de vida implica adoptar una visión integrada sobre la relación entre los productos y el medio ambiente, esto es, la concepción del producto como un sistema; las diferentes etapas del ciclo de vida y los diferentes tipos de impacto ambiental. Así, la perspectiva de ciclo de vida contribuye a la toma de decisiones que conduzcan a una mejora ambiental real”.
La Iniciativa de un Mercado único para productos verdes establece dos métodos para medir el comportamiento ambiental a través del ciclo de vida de productos (PEF) y empresas (OEF). Así, recomienda el uso de dichos métodos a los Estados Miembros, empresas, organizaciones privadas y comunidad financiera; provee de principios para el desempeño de la comunicación ambiental, como transparencia, fiabilidad, integridad, comparabilidad y claridad; y apoya esfuerzos internacionales hacia una mayor coordinación en el desarrollo metodológico y la disponibilidad de datos. El programa está diseñado para dar al público información fiable y comparable sobre el impacto medioambiental y las referencias de los productos y organizaciones. Esto les ayudará a tomar decisiones con conocimiento de causa y a reducir el coste de las empresas.
Para Pere Fullana, “el problema está en cómo se genera la opinión y las decisiones sobre el medioambiente, más basadas en una cierta ideología que en la ciencia. Se suele considerar erróneamente que hay materiales buenos o malos, que hay prácticas de gestión mejores que otras, cuando en realidad lo importante es la aplicación concreta, y lo que puede determinar qué es mejor en cada caso (tipos de envases, reutilización o reciclaje, SIG o SDDR…) es el análisis del ciclo de vida de los productos y procesos”.