Modelando la industria de la clasificación basada en sensores
El 50 aniversario de Ifat que se ha celebrado este año en Múnich también ha marcado un hito importante para la división de reciclaje de Tomra, que conmemora dos décadas de éxito empresarial. Nacida en 1996 como la compañía noruega Titech Autosort, la empresa surgió de un proyecto de I+D iniciado en 1993. Combinando su consolidada experiencia y sus conocimientos de tecnologías avanzadas y pioneras, Tomra Sorting Recycling hoy diseña y fabrica innovadoras tecnologías de clasificación basada en sensores para la industria global del reciclaje y la gestión de residuos.
Responsable del desarrollo del primer sensor de infrarrojo cercano (NIR) del mundo para la clasificación de residuos, Tomra Sorting Recycling se mantiene como empresa pionera y comprometida con la industria, centrada en el diseño de sistemas complejos para la extracción de fracciones de alta pureza del flujo de residuos, maximizando el rendimiento y la rentabilidad.
Su portafolio de sensores se ha ampliado a través de importantes adquisiciones de compañías, como RealVisionsort, CommodasUltrasort, Odenberg y Best, mientras que, con el uso de combinaciones de sensores, simples y múltiples, también ha ampliado la gama de aplicaciones de la clasificación basada en sensores. Esta estrategia sigue generando nuevas oportunidades de recuperación de materiales reciclables para las compañías, lo que les permite responder cada vez con mayor flexibilidad a las demandas presentes y futuras del mercado. Asimismo, ha crecido el número de aplicaciones que Tomra Sorting Recycling ha desarrollado conjuntamente con los clientes, adquiriendo un perfil claramente internacional y actualmente existen más de 4.400 de estos sistemas instalados en 50 países de todo el mundo.
Gracias a la innovación continua, la tecnología de clasificación automática ha experimentado un salto cualitativo en las dos últimas décadas, consiguiéndose mejoras importantes en la resolución de los sensores. Ahora, sofisticadas fuentes de luz facilitan la clasificación de los materiales con un grado de precisión y eficiencia antes inimaginable, al tiempo que se ha reducido el consumo de energía. Actualmente, estos avances tecnológicos permiten la detección de fracciones ultra finas, de hasta 0,5 mm de diámetro con algunos materiales y tecnologías, mientras que los objetos más grandes se pueden escanear con una precisión mucho mayor.
Las tendencias del mercado y otros factores de impulso
La demanda mundial de materias primas recicladas continúa creciendo y el incremento de los costes de mano de obra en los países emergentes está provocando la adopción de tecnologías para la automatización de la clasificación. Los residuos sólidos urbanos (RSU) por ejemplo, también son importantes en estos países.
Con las normativas nacionales que establecen claramente cuáles deben ser las tasas de recuperación de residuos y que exigen la separación de diferentes tipos de materiales en fracciones homogéneas, la clasificación basada en sensores, acompañada desde su implantación por un servicio de asistencia integral, ofrece una solución técnica, comercial y ambiental perfecta para cumplir con estos objetivos cada vez más estrictos.
Óptimo rendimiento, seguridad y estabilidad
En un mercado en el que los precios son bajos, los márgenes de beneficios son ajustados y el acceso a la financiación sigue siendo difícil, la fiabilidad y la alta calidad del producto se convierten en lo más importante, ya desde el inicio del proceso de planificación. Los clientes de TOMRA confían en un asesoramiento experto en todo lo que se refiere a la mejora de la gestión de los residuos. Además de seleccionar el equipo más eficaz, su función incluye proporcionar ideas y sugerencias sobre cómo reciclar productos y envases, así como recomendaciones sobre las modificaciones viables del producto para hacerlo más fácil de clasificar y reciclar.
Así, Tom Eng, director general de Tomra Sorting Recycling, explica: “El futuro de toda la empresa está en juego cuando se invierte en los equipos, y esto puede ser en el contexto de una planta de millones de euros. Así valoramos lo importante que es hacer las cosas bien desde el principio”.
Eng continúa: “Veinte años es un verdadero hito en la industria de la clasificación basada en sensores. Veinte años significa que un cliente puede confiar en nuestros productos. Se trata de dar a los clientes esa seguridad.”
Eng cree que la razón por la que los clientes pueden estar tranquilos es muy simple: “Desde el principio ha sido por las personas. Tenemos grandes profesionales desde el primer día, que actualmente siguen en la compañía. Esto representa una riqueza y profundidad de conocimiento que va más allá del producto que se venda”.