El Principado de Mónaco ofrece un sistema de gestión de residuos eficiente y sostenible

El Principado de Mónaco tiene una población de 36.371 habitantes y ocupa una superficie de 2,02 km², siendo el segundo país más pequeño del mundo y el de mayor densidad de población. Su clima mediterráneo atrae a turistas llegados de los resorts turísticos costeros de la zona y de otras partes del mundo. Además, el Gran Premio de Fórmula 1, que se celebra anualmente, añade durante esos días un gran número de visitantes y, por ende, aumenta el volumen de residuos. Para mantener un alto estándar de limpieza e higiene, la gestión de los residuos es una tarea fundamental en el Principado. La responsabilidad de esta actividad recae en Societe Monegasque D’Assainissement (SMA), una compañía privada con unos orígenes que se remontan al año 1938, cuando hizo su primer servicio para Mónaco.

SMA proporciona actualmente la recogida de las basuras municipales, comerciales e industriales, así como de los materiales reciclables secos tales como papel, cartón, plásticos-Tetrapack, HDPE, PET, cartones de bebida, aerosoles, cristal, envoltorios, equipos eléctricos y electrónicos y residuos peligrosos: aceite usado, baterías, pinturas, disolventes, etc.

Recogida de basuras en el Principado de Mónaco.

En el corazón del distrito Fontvieille, SMA dispone de una planta incineradora con una capacidad de procesamiento de 80.000 toneladas de residuos por año, usando para ello energías renovables. Inicialmente, la planta fue construida con tres hornos idénticos pero la planta sólo trata actualmente un máximo de unas 50.000 toneladas de residuos por año para reducir las emisiones de CO₂ y cumplir con el protocolo de Kyoto. Esto lo logra empleando dos de los tres hornos de forma continua y manteniendo el tercero en stand-by para ponerlo en marcha cuando alguno de los dos primeros esté en fase de mantenimiento.

Es también responsabilidad de SMA proporcionar los servicios de limpieza en calles y playas, lo cual incluye la limpieza de vías públicas, calles, galerías comerciales, parkings, túneles y áreas industriales.

Los servicios de recogida de basuras de SMA en el Principado contemplan varias modalidades. Para hoteles, casinos y restaurantes se suministran contenedores de 660 y 1.100 litros de capacidad, para recoger los grandes volúmenes de desperdicios alimenticios y de envases que se generan en estos establecimientos. También existen puntos de recogida comunitarios con contenedores de 240, 660 y 1.100 litros de capacidad, situados cerca de los chalets. En algunas partes del Principado, se suministra además un servicio de recogida puerta a puerta, para que los residentes puedan depositar sus basuras en bolsas de plástico sobre el propio asfalto.

La recogida de residuos municipales y comerciales se lleva a cabo usando una flota de equipos satélite de carga trasera de la firma Provence Bennes, montados sobre chasis Toyota Dyna de dos ejes y 7,5 toneladas de capacidad, así como con equipos mayores de carga también trasera Geesinknorba GPM Mini, Grange Variopress y Farid T1SM montados en chasis Renault Midlum de dos ejes y 12/15 toneladas, y Renault Premium e Iveco Eurocargo de dos ejes y 18 toneladas.

Los equipos Provence Bennes y Geesinknorba GPM Mini se emplean en áreas muy congestionadas, tales como callejones y playas, así como en zonas de chalets donde no se generan grandes cantidades de basura.

Los más grandes Faun Grange y Farid T1SM se usan para recoger grandes cantidades de basura producidas por hoteles, casinos, restaurantes, etc. Cualquier excedente que esté fuera de los contenedores también es recogido para mantener estas zonas en condiciones higiénicas y evitar los olores procedentes de la descomposición de los residuos cuando hace calor.

SMA también suministra compactadores móviles, los cuales se sitúan cerca de los locales comerciales y hoteles. Se vacían diaria o semanalmente, dependiendo de cantidad de residuos generados. Estos contenedores están equipados con sus propios dispositivos de activación por lo que el usuario puede activar él mismo el mecanismo de compactación situado dentro del contenedor. Están totalmente sellados y retienten todos los lixiviados producidos en el proceso de compactación, que mantiene una relación 6:1. Estos contenedores son recogidos y vaciados por los camiones Iveco Eurocargo de SMA (dos ejes y 18 toneladas), los cuales montan equipo de gancho, y que finalmente llevan la mercancía a la incineradora de Fontvieille.

Un caso aparte es el empleo del sistema de recogida de neumáticos usados en el distrito de Fontvieille. Los residuos en esta ocasión son transportados mediante canalizaciones hasta un almacén especial de la planta incineradora, lo que reduce la necesidad de una infraestructura de almacenamiento adicional.

Los sistemas soterrados se emplean también para la recogida de materiales reciclables secos como el papel, cartón, plásticos y demás. Los contenedores soterrados son vaciados mediante camiones Iveco Stralis de tres ejes, 26 toneladas y equipados con grúa detrás de la cabina. Descargan directamente el material sobre un contenedor abierto ubicado en el camión.

Una vez el contenedor está lleno o el vehículo ha finalizado su ruta, el contenedor es cubierto para ser transportado a las instalaciones de SMA o directamente al procesador.

Los equipos más pequeños de Provence Bennes recoge residuos plásticos, cartones de bebida, recipientes de acero y aluminio, aerosoles… usando contenedores de 660 litros situados en puntos comunitarios, en áreas donde no es posible instalar versiones soterradas.

Y el equipo más grande Renault Midlum de 15 toneladas recoge papel y cartón en contenedores de 240 litros, donde no hay suficiente espacio para colocar contenedores soterrados.

Equipos de recogida durante la disputa del Gran Premio de F1 de Mónaco.

El servicio de recogida de residuos cuenta con una plantilla de 40 trabajadores, los cuales trabajan los siete días de la semana. Dos tercios de los residuos son recogidos durante el día y el tercio restante durante la noche. SMA proporciona los recursos necesarios (personal y vehículos) para realizar los servicios de recogida en el Estado de Mónaco en la comuna de La Turbie.

Para el uso de los vehículos hay diferentes modalidades. Los vehículos satélites suelen ser empleados por un conductor y por uno o dos operarios, mientras que los camiones mayores son operados por un conductor y dos operarios cargadores. Por último, los camiones con grúa destinados a elevar los contenedores soterrados emplean únicamente a un conductor.

La historia de la planta incineradora del Principado de Mónaco se remonta a 1898, cuando se construyó la primera instalación de este tipo en Fontvieille. Su sistema de tratamiento fue empleado con éxito hasta que en 1938 se sustituyó por una nueva incineradora en el mismo sitio, que estuvo activa hasta 1980.

En ese año se acabó la construcción de la tercera incineradora del Principado, la cual ocupa en Fontvieille un área de 1.500 m² con un diseño vertical. La planta está continuamente quemado residuos municipales, comerciales e industriales, las 24 horas del día, los siete días de la semana, y los 365 días del año. Se trata de una instalación muy eficiente, capaz de reducir el volumen de los residuos en un 90% y un 75% su peso.

Vehículo satélite descargando contenedor.

La planta se construyó para resistir terremotos y la chimenea se ubicó dentro del propio edificio, de tal forma que no es visible al ojo humano. Esto era un aspecto importante ya que la planta está ubicada en el corazón del distrito de Fontvieille y cerca del puerto. El vapor de agua generado tradicionalmente en los procesos de incineración, se calienta para ser eliminado totalmente.

La planta fue reformada en 1994 para cumplir con la directiva de la UE sobre contaminación del aire. Durante esos trabajos se incorporó un sistema de tratamiento de las emisiones producidas durante el proceso de incineración, previo a su salida por la chimenea. En 2006, el proceso de incineración fue nuevamente actualizado, incorporando el uso de la tecnología SCR para reducir aún más estas emisiones.

La planta incineradora trata cerca de 50.000 toneladas de residuos al año y produce energía para ser usada como electricidad, calor o frío en los sistemas de aire acondicionado. La electricidad proporciona a su vez la energía necesaria para tener activa la planta incineradora, lo que la hace autosuficiente. El excedente se envía a la Societe Monegasque de l Electricite et du Gaz, la compañía eléctrica del Principado de Mónaco. Con esta electricidad se cubre las necesidades anuales de alumbrado público de todo el país.

El vapor producido durante el proceso de incineración es enviado a una planta térmica cercana para ser reconvertido en calor y fluidos fríos. El calor y el agua enfriada son distribuidos en dos redes, una para suministrar agua caliente a 95 °C y otra para agua fría a 5 °C, para su uso como aire acondicionado en las oficinas del sector público de Fontvieille.

Una vez llega a la planta incineradora, el residuo entrante es pesado en una báscula de 30 toneladas y 8 m de longitud. Los vehículos son pesados al entrar y al salir de las instalaciones, lo que permite controlar la carga transportada. La planta gestiona todos los residuos generados en el Principado, así como de las regiones vecinas de la Communaute d’Agglomeration de la Rivera Francaise, la cual incluye las ciudades de Beausoleil, Roquebrune Cap Martin y La Turbie. Aproximadamente, el 70% de los residuos que entran en la planta son municipales, mientras que un 23% corresponde a residuos de envases, residuos no peligrosos y residuos procedentes de espacios abiertos. Estas instalaciones también reciben los fangos de la red de alcantarillado.

Descarga de residuos.

Después de que los camiones hayan sido pesados, entran en un edificio insonorizado y descargan su mercancía en un almacén de 1.200 m³ de capacidad, en el que pueden mantenerse los residuos entre 2 y 4 días. Los residuos procedentes del sistema de recogida de neumáticos son transportados a la planta incineradora, y descargados directamente en el almacén. Se ha instalado además una astilladora para reducir el tamaño de residuos vegetales antes de ser incinerados.

El almacén cuenta con presión negativa para eliminar los malos olores que generan los residuos frescos. El material es mezclado continuamente mediante dos grandes grúas equipadas con pulpos, que los separa en dos grandes áreas de alimentación a los hornos. El fango del alcantarillado suministrado a la planta se bombea directamente al horno usando una IC 850, donde es desintegrado a 850 °C.

Los residuos caen a las tolvas de alimentación de los hornos por gravedad y son empujados por una rampa hidráulica al ‘Martin Reverse Acting Stoker Grates’, uno de los dos hornos, inclinado en un ángulo de 27º, dando una productividad de unas 4,5 toneladas de residuos por hora. Las rejillas ocupan una superficie de 15,3 m² y manipulan residuos con un valor calorífico neto de 2.400 kcal/kg.

La composición calorífica de los residuos tiene su origen en la dieta mediterránea y en las grandes cantidades de desperdicios alimenticios generados en hoteles, casinos, restaurantes así como entre la población del Principado.

Las cintas de los ‘Martin Reverse Acting Stoker Grates’ se mueven hacia delante y hacia atrás y los residuos prenden instantáneamente cuando entran en el horno.

La planta de incineración cumple completamente con las directivas europeas IPPC (96/61/EC), 2000/76/EC (incineración de residuos) y 2010/75/EU (emisiones industriales), y quema a una temperatura de 850 °C. Existen quemadores auxiliares que trabajan con gasolina para mantener la temperatura estable en caso de que ésta caiga de los 850 °C. La energía surgida del proceso de combustión se recupera en tres modalidades: electricidad, calor y refrigeración.

Manipulación de residuos mediante pulpo.

La ceniza generada en el proceso de incineración (IBA) llega hasta los 250 kg por tonelada. Ésta es procesada, enfriada y extraída. La ceniza es transportada en una cinta donde se separan los materiales férricos de los no férricos. Los primeros van a un procesador de metales y los segundos a un depósito de 170 m³ de capacidad, donde mediante una grúa son cargados en camiones para ser transportados a una planta procesadora. Este material se convierte en componentes útiles en el sector de la construcción, especialmente para el desarrollo de carreteras y en edificación, permitiendo reducir el uso de materias primas.

La reducción del polvo se realiza mediante dos filtros electroestáticos, que rebajan los niveles hasta los 30 mg/Nm³ antes de pasar por un tratamiento final. La ceniza generada en este segundo proceso, conocida como ‘Air Pollution Control Residues (APCR) equivale a 25 kg por tonelada de residuos.

Para cumplir con los exigentes controles medioambientales (directiva europea sobre contaminación del aire), se fueron introduciendo nuevas tecnologías en 1994 y 2006 (en ese año la tecnología de Reducción Catalítica Selectiva – SCR). El objetivo de estas actualizaciones era garantizar una reducción drástica de los niveles de cloro, azufre y metales pesados (dioxinas) y además mejorar la filtración del polvo.

La planta de tratamiento separa los materiales contaminantes empleando precipitación, floculación y asentamiento. Se extrae el agua empleada mediante un filtro y los residuos restantes forman lo que se conoce como torta de filtrado (filter cake), que es el tercer residuo generado por la incineración. El agua que se ha empleado en el proceso vuelve a ser filtrada varias veces antes de salir de las instalaciones.

Manipulación de cenizas generadas durante la incineración.

La tecnología SCR de CNIM Lab reduce además las emisiones calentando los gases a 250 °C mediante quemadores operados mediante gas natural. Los gases son mezclados con amoniaco. La reacción catalítica transforma las dioxinas en nitrógeno y vapor de agua.

Las cenizas APCR (Air Pollution Control Residues) son almacenadas en un silo antes de ser transportadas dentro de grandes sacos sellados. Debido a la peligrosidad de estos residuos, se transportan directamente a vertederos especiales donde se encapsulan sus constituyentes tóxicos antes de enterrarlos.

La torta de filtrado, el tercer elemento extraído de la incineración, es enviado también a un vertedero especial ya que contiene cloro y materiales pesados. Se estabiliza y se solidifica para aislar sus componentes tóxicos antes de ser enterrados.

Una vez los gases han sido limpiados, son expulsados a la atmósfera a través de la chimenea, donde existen sondas de muestreo conectadas a un analizador. Esto permite medir continuamente los contaminantes expulsados a la atmósfera y cambiar la configuración en caso de que se excedan los límites permitidos.