Entrevista a Santiago de Andrés, director general de Veterindustria
28 de febrero de 2012
Empecemos hablando de los retos que el sector de sanidad animal tiene por delante para 2012. Uno de los primeros es, por supuesto, controlar los brotes que amenazan nuestra cabaña ganadera. ¿Cómo se está siguiendo la expansión por Europa del brote de Schmallenberg?
De todos modos, hay que señalar que si bien es cierto que el número de países afectados es amplio, en cambio el número de animales infectados es menor en comparación con otras enfermedades como la Lengua Azul. La industria de sanidad animal española sigue muy de cerca la evolución de esta enfermedad para poder empezar a trabajar lo antes posible en el desarrollo de herramientas para prevenir, controlar y tratar esta nueva enfermedad y reducir así al máximo su incidencia en la cabaña ganadera de nuestro país o de otros.
¿Qué peligro corren el ganado vacuno, ovino y caprino español? ¿Se están tomando medidas desde todas las administraciones para prevenir la entrada del virus?
Por ello, todas las administraciones están muy pendientes de esta enfermedad. De hecho, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente celebró a primeros de febrero una reunión con los jefes de servicio veterinarios de las Comunidades Autónomas, en la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria, en la que se analizó la situación de la enfermedad de Schmallenberg en la Unión Europea. En dicha reunión, y como medida de precaución, se decidió poner en marcha un programa de vigilancia basado en la detección de números anormales de abortos, malformaciones o cuadros nerviosos en animales recién nacidos en las explotaciones de bovino, ovino y caprino.
¿Un ejemplo del trabajo bien hecho puede ser la forma en que todo el sector, junto a las administraciones, ha colaborado hasta prácticamente erradicar la Lengua Azul?
¿En qué otros proyectos importantes se está trabajando y colaborando desde Veterindustria?
Son varias las actuaciones que está llevando a cabo en los diferentes eslabones que comprenden la cadena de innovación en sanidad animal, desde la identificación de necesidades sectoriales, pasando por la investigación, la transferencia de tecnología y la puesta en el mercado de las herramientas de sanidad animal.
Entre ellas, hay que destacar la publicación de la Agenda Estratégica de Investigación, que recoge las recomendaciones prioritarias de la plataforma de cara a futuras convocatorias de los organismos financiadores; el desarrollo de un Boletín de Vigilancia Tecnológica en Sanidad Animal en colaboración con la OEPM que recopila las solicitudes de patentes que se publican a nivel internacional en sanidad animal; la elaboración de catálogos de oferta y demanda tecnológica del sector e iniciativas en el marco de la disponibilidad y el uso responsable de medicamentos veterinarios. Su página web es un fiel reflejo de todas sus actividades y referencia en este campo.
En un momento de fuertes recortes en todos los ámbitos, ¿qué le pediría a la nueva administración entrante?
En este sentido, somos conscientes de la importancia que la nueva Administración da a este tema y estamos seguros de que podremos coordinar esfuerzos entre el ámbito público y el privado, para que se traduzcan en beneficios para el sector en particular y la sociedad en general como objetivo último de nuestro trabajo.
Por otro lado, en una situación como la actual, quizás se podría sugerir la necesidad de una adecuada priorización de sus actuaciones, tanto en cuestiones relacionadas con el gasto o las inversiones públicas (I+D+i, etc.), como en lo que respecta a medidas que puedan afectar a los requisitos para los operadores comerciales que pudieran afectar su competitividad. Estamos en momentos de eliminar barreras y facilitar las cosas a los sectores económicos para volver a la senda del crecimiento y la generación de empleo.
En estos últimos meses se está incidiendo mucho en el ámbito del bienestar animal, motivado principalmente por una normativa implacable marcada por Europa. ¿Era quizás uno de los aspectos en los que menos se había trabajado hasta ahora?
Desde la industria de sanidad animal colaboramos para que el adecuado estado sanitario de los animales contribuya al bienestar de los mismos, su productividad y, en definitiva, a la rentabilidad, competitividad y sostenibilidad de la ganadería en nuestro país.
¿Qué peso tiene actualmente la industria de nutrición y sanidad animal española a nivel europeo?
Un reconocimiento internacional que no es fruto de la casualidad, sino del gran esfuerzo de trabajo e inversión realizado por los laboratorios españoles para abrir nuevos mercados, los cuales tras reconocer la alta calidad y garantía de nuestros productos se abren a nuestras empresas en más de 40 países, si bien algunos de nuestros asociados llegan a tener representación en más 80, principalmente de Europa, Iberoamérica, Sudeste Asiático, Oriente Medio y el Magreb.
En las próximas semanas se darán a conocer los resultados de la industria en 2011. ¿Volverá a superar los 1.000 millones de 2010, empujado sobre todo por una exportación que representó más del 30% del volumen total?
En concreto estimamos que el mercado nacional habrá crecido en torno al 4%, lo mismo que las exportaciones que rondarán el 4 ó 5 por ciento, y aunque no han crecido tanto como en otros ejercicios, siguen aumentando, aunque más despacio que en años pasados. Nuestra industria se consolida un año tras otro en el mercado exterior, que cada vez más tiene al sector español de sanidad animal como un referente en cuanto a la calidad, seguridad y eficacia de sus productos.
Desde Veterindustria se viene trabajando desde hace más de 30 años en unir y hacer fuerte el sector. ¿Qué retos quedan aún por alcanzar?
Pero concretando, creo que debemos seguir trabajando como hasta ahora para mejorar aspectos relacionados con el registro de nuestros productos dentro de lo establecido por las normativas vigentes, incrementar la colaboración con organismos y entidades públicas y privadas, así como con las administraciones, para poder obtener soluciones a las necesidades de la ganadería española y del segmento de animales de compañía que aumenta cada vez más.
Debemos ser capaces también de trasladar más y mejor a la sociedad el extraordinario papel que jugamos en áreas tan vitales como la salud animal y humana o la seguridad alimentaria de la que somos un pilar esencial para su mantenimiento, además de mejorar en todo lo relacionado con la disponibilidad de herramientas de diagnóstico, colaboración técnica o la formación de nuestro capital humano.