La biotecnología, crucial para reducir el uso de combustibles fósiles y desarrollar energías alternativas
Coincidiendo con el Día Mundial de la Energía, celebrado el 14 de febrero, AseBio ha emitido un comunicado en el que reflexiona sobre el papel de la biotecnología a la hora de reducir el uso de combustibles fósiles y para el desarrollo de fuentes de energía alternativas que sean limpias, accesibles, asequibles, sostenibles y fiables. Bioenergía, biocombustibles, tratamiento biológico de residuos y de las aguas residuales, reducción de las emisiones atmosféricas o mejora de la eficiencia energética, son sólo algunos ejemplos de las respuestas que ofrece el sector biotecnológico frente a este desafío.
“La bioenergía y biocombustibles agrupan alternativas como biodiesel, bioetanol, biogás, biometano, biohidrógeno o biomasa. Los subproductos agroalimentarios, en función de su naturaleza y de la tecnología aplicada, pueden transformarse en una u otra de estas alternativas”, explica Begoña Ruiz, directora de Tecnologías de Ainia, compañía con más de 30 años de experiencia en el impulso de la competitividad de las empresas a través de la innovación.
Por su parte, la biomasa cuenta con un gran potencial como alternativa sostenible. A pesar de que su uso como fuente de energía no es novedoso, sí lo es hacerlo de forma eficiente. Este es el caso de CLaMber (Castilla-La Mancha Bio-Economy Region) cuya biorrefinería de I+D dispone de dos líneas principales de investigación: fermentación con cultivo puro y digestión anaerobia para la valorización de biomasa húmeda fermentable.
La biotecnología no sólo es pionera, sino que también es instrumento, en la búsqueda de nuevas fuentes de energía. Si nos preguntamos cuáles son los elementos de una estrategia de lucha contra el cambio climático que pueden conducir a la neutralidad climática a partir de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, en esta hoja de ruta hacia las cero emisiones destacan elementos como la eficiencia energética de la edificación, los procesos y los vehículos utilizados, por ejemplo.
Una realidad que nos sitúa ante el necesario proceso de descarbonización. “Asesoramos en temas como tecnología de energía térmica, medidas para mejorar la eficiencia de las plantas, estrategias de descarbonización y análisis exhaustivos del flujo de energía, junto con sus correspondientes conceptos de medición. Nuestra especialidad es la optimización energética integral”, explican desde Zeta, grupo especializado en el diseño, construcción, automatización, digitalización y cualificación de plantas biofarmacéuticas a medida para soluciones de procesos asépticos.