Estabilización ecoselectiva al servicio de una enología de excelencia y respetuosa
La historia familiar del emprendedor Pere Ventura está íntimamente ligada al auge vitícola y económico del Penedès. Adaptándose a las nuevas técnicas pero manteniendo el respeto por la tradición, Pere Ventura renovó su bodega y apostó por el equipo de estabilidad tartárica STARS de Oenodia gracias a su distribuidor en España Tecnoequip.
La historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando el bisabuelo de Pere Ventura trabajaba para el famoso productor de vino catalán Codorniú. Su empleador viajó a Champagne donde conoció los secretos del método tradicional de elaboración de los vinos espumosos: nació el cava, la versión catalana del champagne.
A su vez, el abuelo de Pere Ventura se formó dentro del grupo Moët & Chandon, luego fundó Torreblanca, la bodega familiar en Cataluña. Torreblanca se traspasó al padre de Pere Ventura, luego a Pere Ventura y a sus hermanos. Sin embargo, él sólo –y tras renunciar a la herencia familiar–, Pere Ventura se embarcó en la creación de su propio proyecto vitícola, impulsado por una fuerte visión personal y una ambición internacional. Eso fue en el 1992.
Actualmente, Pere Ventura Wine Estate es un grupo de 3 bodegas catalanas que emplean a más de 100 personas en un viñedo de 200 hectáreas. Su facturación supera los 20 millones de euros y su fama internacional va en aumento. Gracias a ello, la compañía invirtió 4 millones de euros para hacer de su bodega de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) una joya de la innovación y la tecnología.
Exigir la excelencia y respetar el medio ambiente
El éxito de Pere Ventura no es casual. Por el contrario, se apoya sobre una sólida ética de trabajo y unos principios rectores.
El respeto por la tierra es fundamental: las viñas se cultivan según los principios de la agricultura ecológica. La intervención humana se limita a lo estrictamente necesario. Se determina si se mantiene un cultivo de cobertura, que regula naturalmente el vigor de la vid y captura el CO2. Con ello, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son prioridades en cada etapa de la elaboración del vino. La nueva bodega y el equipamiento que alberga están diseñados, hasta el más mínimo detalle, en este sentido.
El proyecto se ideó para minimizar el consumo de agua y energía, ya que se monitorea la huella carbono. Por ejemplo; la bodega es mayoritariamente subterránea –por lo que su temperatura está naturalmente adecuada para almacenar el vino– y preserva el paisaje natural.
Por otro lado, el enfoque enológico es sostenible e inteligente: las mejores tecnologías se seleccionaron con cuidado, a menudo inspiradas en el ejemplo de la Champagne.
Por último, el uso de insumos y aditivos está minimizado. En este sentido, los vinos de Pere Ventura son fruto de un equilibrio delicado: por un lado, dejar que el terroir hable por sí mismo; por el otro, guiar con cuidado y paciencia las vides y los vinos hasta su mejor expresión.
Cuando la modernidad sirve la tradición
El proyecto Pere Ventura muestra que un uso inteligente de la tecnología permite mantener vivas y en crecimiento las producciones tradicionales, respetando tanto el medio ambiente como el consumidor.
Con todo, la estabilización tartárica STARS encontró su lugar de forma natural en el proceso de elaboración del vino. Pere Ventura tomó prestado el principio de gestión óptima del flujo del mundo industrial, con un dimensionamiento de equipos muy bien pensado.
La completa automatización de la estabilización tartárica STARS se ajusta a esta filosofía, y fue un elemento clave en la decisión de inversión. El bajo consumo de energía de la estabilización ecoselectiva, en comparación con la alternativa del frío, también fue estratégico.
Por supuesto, y sobre todo, STARS permite que la bodega logre sus objetivos enológicos: la fiabilidad de la tecnología permite evitar la pérdida de vino, el gerbage al degüelle y garantizar la estabilidad tartárica para la exportación, por tan lejos que sea. La ligera caída del pH que acompaña la estabilización por STARS es bienvenida y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático en los vinos de esta región soleada.
Esta unidad STARS en Cataluña confirma el potencial de la tecnología entre los productores de cava y vinos espumosos en general.