La industria valora la situación del sector juguetero y las previsiones para 2022 (Parte 1)

“Creemos que los precios de los juguetes van a aumentar de manera significativa y, ante esta situación, no sé si el consumidor va a estar preparado para asumirlos. En la actualidad, encontramos que los niños cada vez son más individualistas y se divierten con juegos en los que no necesitan a nadie que interactúe físicamente con ellos, mientras que los padres prefieren juegos que socialicen. Por su parte, el e-commerce sigue avanzando de manera imparable. Lo único que ha traído el confinamiento ha sido la posibilidad de dar a conocer este canal de compra a los que no querían la compra online. Creo que sería necesario un mayor apoyo a la tienda física por parte del Gobierno”.

“Se aprecia una animación en lo que se refiere a las ventas. Sin embargo, los incrementos de las materias primas y costes de transporte a nivel global no están ayudando al sector, ya que se están incrementando los precios, afectando al consumidor final. En este escenario, el e-commerce ya ha conseguido encontrar un espacio en los hábitos de consumo y este va a perdurar. Hay que tener en cuenta que facilita la compra de productos de las marcas que el consumidor conoce de forma rápida y sencilla sin moverse de casa. No obstante, hay una tipología de juguetes que necesita una explicación que solo el retail puede ofrecer, por ello la tienda física debe tener una orientación de prescriptor de producto y no solo de vendedor”.

“Es muy arriesgado predecir nada, pues todo va muy rápido, pero entendemos que la distribución va a tomar decisiones y modificar sus hábitos de compra, dando prioridad a su seguridad en las compras y la fabricación local. El principal desafío sigue siendo la venta online que sigue creciendo y es el futuro a corto plazo. La distribución tiene que adaptarse. El sector juguetero junto a la fabricación nacional tiene una reputación cada día más reforzada, pero es una pena que las instituciones no apoyen y avalen más a este sector manufacturero para que finalmente tenga una posición más sólida de cara al consumidor”.

“El sector del juguete, al igual que muchos otros, se encuentra en una situación compleja por todos los problemas que han aparecido en el último año, derivados de la pandemia o no. En mi opinión, hay una incertidumbre tanto a corto plazo como a medio, pero lo cierto es que el incremento de precios es una realidad y se calcula que la repercusión de la subida de las materias primas, la luz, el transporte, etc., está siendo a día de hoy de más del 25% y sigue subiendo. Las empresas debemos hacer los deberes y retroceder en el tiempo para pensar qué hacíamos y cómo lo hacíamos antes de que se instalara la fabricación en China. Con estas subidas de precios, muchos de nosotros nos planteamos trasladar parte de las producciones a Europa, ya que son subidas que jamás habíamos conocido en la era reciente”.

“La evolución del e-commerce y los cambios en los hábitos de compra han marcado las tendencias en el sector juguetero este año y lo seguirán haciendo en los próximos. El problema de la logística será grave en 2022. China, el principal productor, atraviesa una crisis, lo que provoca que tengamos que ser muy hábiles y precavidos para que no nos afecte. En términos generales, las tendencias en el sector juguetero se dirigen hacia juguetes innovadores, creativos, capaces de sorprender y de calidad. Además, cada vez tienen un papel más importante todos aquellos artículos con valores asociados al medioambiente y la sostenibilidad”.

“El mercado juguetero es un sector que sufre grandes cambios en poco tiempo, por lo que siempre es necesario adaptarse, buscando nuevas oportunidades de negocio, tanto dentro como fuera de nuestro mercado. El aumento de costes en materias primas nos obligará a todos a intentar trabajar con nuevos materiales o intentando tener un enfoque más novedoso para poder salir de esta situación. Creemos que la parte tecnológica seguirá siendo un pilar fundamental en el desarrollo de nuevos productos, así como el uso de materiales reciclados y reciclables, buscando ser cada vez más sostenibles. Los niños, empujados por las licencias y el consumo de contenidos audiovisuales, cada vez buscan más la inmediatez, y cada vez irá a más”.

“Todos trabajamos para cautivar a un consumidor saturado de impactos. Hay grandes esfuerzos por adaptar los puntos de venta según las tendencias percibidas desde los consumidores. Hemos visto algunos de ellos realmente bien logrados y que sabemos que dan muy buenos resultados comerciales. También la comunicación hacia el cliente ha dado un salto de gigante y es un vehículo imprescindible. Con dedicación se consigue informar y fidelizar a los clientes con éxito. Con el ritmo de cambio que mantenemos es muy difícil pensar en tendencias a largo plazo. Aunque sí parece que hay algunas que han venido para quedarse, como los juguetes para kidults, los coleccionables y los juguetes con valores educativos y sostenibles”.

“La situación actual es complicada, ya no por la pandemia, sino por la crisis del transporte de Oriente y la escasez y subida del precio de las materias primas. Ahora mismo hay un gran problema de disponibilidad de mercancía. Esta subida de precios y falta de producto son los principales desafíos a los que nos enfrentamos. Hay que buscar alternativas a la fabricación en Oriente, así como valorar otras fuentes de materia prima. Con la normalización de la situación, volverá a crecer el producto licenciado y crecerá la demanda de artículos eco-friendly. Nuestras estrategias están focalizadas en la búsqueda de productos respetuosos con el medio ambiente y la sostenibilidad del planeta”.

“El juguete debe adaptarse a la realidad de cada época sin dejar de aportar todos los valores que lleva consigo. Cada día somos más sensibles con los materiales que se utilizan en la producción, con el reciclaje de los mismos y creo que hay una tendencia clara hacia la sostenibilidad. Por otro lado, también hay una tendencia importante hacia la coleccionabilidad que tampoco debemos obviar. El e-commerce, sin duda, lleva ya varios años ganando adeptos en los hábitos de compra y las empresas han sabido adaptarse al cambio. Sin embargo, yo sigo apostando por las tiendas físicas y el uso de nuevas técnicas de venta como el click and collect, que al final acerca al consumidor al punto de venta”.

“La situación del sector es esperanzadora, tras soportar mucho mejor que otros sectores el tiempo que ha durado la pandemia y las restricciones de movilidad, aunque es verdad que, dentro del propio sector, ha habido importantes diferencias según los tipos de juguetes y juegos. Esto, no obstante, a corto plazo tendremos que estar muy pendientes de los problemas de aprovisionamiento, especialmente aquellos con producciones lejos de nuestras fronteras. Los hábitos de compra ya están cambiando. El acceso de los niños a la información y la facilidad de compra que ofrece el e-commerce pueden ayudar a reducir la estacionalidad del consumo de al menos algunas categorías”.

“La situación del sector juguetero se ve afectada por el problema del transporte marítimo y sus incrementos de precios que parece que va a perdurar durante los próximos meses y no se ve un final próximo. Esta situación nos hace adelantar nuestras previsiones y buscar más proximidad en nuestros proveedores. La baja natalidad de la última década nos hace abrir el abanico de las edades, siendo categorías preescolares y familiares y adultos nuevos frentes a invertir. Las propiedades, las marcas y las licencias seguirán siendo parte importante, pero temas como los juegos educativos, con nuevos métodos de aprendizaje, y los juegos de mesa para adultos y familias han venido para quedarse”.

“Nos encontramos en una situación estable. La pandemia ha servido para mejorar aquellos aspectos que teníamos un poco olvidados, tales como la venta online. Sabíamos que debíamos mejorar en este apartado, pero creo que en algunos casos no le prestábamos suficiente atención. Durante los próximos años, consideramos que no habrá un incremento sustancial de las ventas, aunque sí esperamos una leve mejora. Para poder mejorar en cuanto a servicio y oferta sí que necesitamos una mayor estabilidad en el tema de los transportes. Sería interesante no depender tanto de un solo mercado, como el asiático, y empezar a depender de nosotros mismos. Sé que es difícil y complicado, pero seguro que a medio-largo plazo aportaría beneficios a todo el sector”.