Entrevista a Carsten Mai, doctor investigador en el área de modificación química de la madera
30 de enero de 2009
¿Cuáles son los tratamientos más frecuentes para mejorar la durabilidad de la madera? ¿Y el más efectivo?
Los tratamientos más frecuentes son los que utilizan fórmulas convencionales de biocida. El tipo de tratamiento depende de la pieza de madera donde se aplica, en otras palabras: en la categoría de riesgo según la norma estándar Europea EN 335-1. En la categoría de riesgo número 3 (sin contacto con el suelo, no cubierto) los principales activos para la conservación de la madera son biocidas orgánicos como los triazoles, ‘phenylsulmadies’ o ‘carbamates’ (también compuestos de amonio con o sin sales de boro), mientras que en HC 4 (madera en contacto con el suelo, como por ejemplo el parqué) el conservante contiene sales de cobre en la forma de, por ejemplo, cobre-HDO (Cu-HDO), CuQuat, CuQa, CuAz o formulaciones de cobre amoniacal (ACQ). Además, los biocidas especiales como los piretroides sintéticos u otros (por ejemplo, Imidacloprid, Fluxfenoxuron, Chlorpyrifos, Fenoxycarb) se utilizan como insecticidas.
Todos estos compuestos de bicocida son parte de formulaciones de conservantes y muestran una cierta eficacia, algunos muy alta, contra el deterioro de la madera causada por hongos o insectos, pero también puede tener una baja eficacia contra las manchas de hongos (las manchas azules y el moho). Esta es la razón por la que se usa la combinación de activos. El grupo de hongos más activo en el contacto con el suelo es el de los hongos de pudrición esponjosa. Así que el único agente efectivo contra este tipo de hongos es la sal de cobre.
Entre las tecnologías más novedosas para la modificación de la madera, el tratamiento por calor es el más frecuente. Este tratamiento, sin embargo, es menos efectivo para aumentar la durabilidad que el tratamiento químico (por ejemplo el tratamiento de la acetilación, DMDHEU y el tratamiento de la melamina, furfurilación). Por otra parte, el proceso del tratamiento por calor parece menos complicado que la mayoría de los procesos de modificación química. Entre los tratamientos químicos, la acetilación (Accoya) y la furfurilación (Kebony) son los más utilizados.
¿Qué tipo de madera necesita más tratamiento?
El tratamiento depende de la durabilidad natural de la madera y del tipo de aplicación, es decir, la categoría de riesgo, el HC. En el caso de las especies de madera con poca durabilidad como el Scots o el pino radiata, el abeto o el haya (y madera de albura en general) el tratamiento es más necesario que en el caso de las especies más duraderas como el alerce o el roble o incluso las maderas de frondosa tropicales.
Se debe tener en cuenta que algunas especies son difíciles de impregnar bajo vacío y presión. Por un instante, el abeto es refractario porque sus ‘agujeros’ están cerrados durante el secado y eso previene la penetración de líquidos. En muchas maderas de frondosa suele pasar, esta especie es difícil de tratar con conservantes y con modificaciones químicas.
El riesgo para la madera durante la exposición asciende con el incremento de la categoría de riesgo. Cuando la madera se expone a la atmósfera encima del suelo (HC 3), el tratamiento no debe ser sólo efectivo contra los hongos e insectos, sino también debería ser resistente a la filtración por agua.
¿Cuál es su punto de vista sobre el mercado español en el sector de los tratamientos químicos de la madera? ¿Piensa que necesitamos más innovación?
Todos los mercados en Europa necesitan más innovación porque los tratamientos convencionales sólo son aplicables al incremento de la durabilidad, pero mejoran otras propiedades materiales. La modificación química de la madera puede, además, incrementar la estabilidad dimensional y frente a las inclemencias climáticas, así como su dureza, a la vez que reduce su agrietamiento y deformación en aplicaciones exteriores.
Además, la madera modificada no contiene biocidas y no se utiliza madera tropical.
Las nuevas tecnologías en Europa están más desarrolladas en Escandinavia, Alemania, Austria y Francia. Pienso que es importante que España participe en esta innovación. En comparación con los países nórdicos, España tiene problemas específicos con la descomposición de la madera por termitas mientras que anteriormente los países nórdicos principalmente tenían problemas de descomposición fúngica. La modificación de la madera puede también ayudar a solventar el problema de las termitas y España podría contribuir al desarrollo químico de este sector para acabar con este problema.
¿Qué piensa sobre el mercado de la Accoya?
El mercado de la Accoya es principalmente para madera en clase de riesgo 3 y 4. La producción actualmente es de unos 10.000 metros cúbicos por año. Los típicos productos pueden ser marcos de ventana, chapados, vallas para puertas exteriores, muebles para jardín, etc. El punto crítico para entrar en el mercado son los costes. El producto solo tiene una oportunidad para conseguir una buena cuota de mercado si los costes no son claramente más altos que los de los productos convencionales.
Además, la Accoya podría hacerse con un hueco en segmentos de mercado más pequeños, los cuales hoy en día están ocupados por materiales que no son madera (metales, plásticos) o por las especies de madera tropicales (yates, automoción).
La madera es un recurso natural muy apreciado hoy en día, pero también es muy caro. ¿Cómo pueden los tratamientos químicos para la madera reducir los precios del mercado, especialmente en el sector de la construcción?
La modificación química de la madera es relativamente cara comparada con el proceso convencional usando conservantes. Aún así, la modificación cambia las propiedades materiales de la madera y puede conseguir una vida más duradera y, a la larga, reducir costes. Además, el mantenimiento puede resultar mucho más fácil que con la madera no tratada y los intervalos de renovación de los elementos de la madera son más largos. Debido a la gran estabilidad dimensional de la madera tratada, las grietas y las fisuras se reducen considerablemente comparando con la madera no modificada. Además, el revestimiento en las superficies de la madera tratada tiene más tiempo de vida debido a la estabilidad dimensional. Como consecuencia, el intervalo de renovación es mucho más largo y el mantenimiento, mucho menos costoso.
¿Cómo pueden afectar los tratamientos químicos de la madera al medioambiente?
Los productos químicos utilizados en los procesos más importantes para la modificación de la madera tienen muy baja toxicidad. Después del tratamiento, los reactivos están muy fijados en la madera ya que reaccionan con la membrana celular de la madera. La acetilación de celulosa, por ejemplo, también se usa para los filtros de los cigarrillos, DMDHEU se usa para tratamientos textiles.
¿Podría explicarnos el significado de la furfurilación?
Furfurilación es el tratamiento de la madera con alcohol furfurílico. Este alcohol está fabricado industrialmente desde el compuesto químico furfural que es un aldehído industrial derivado de varios subproductos de la agricultura, maíz, avena, trigo, aleurona, serrín, etc. Por tanto, se puede producir desde recursos naturales como un material sostenible. La madera furfurilada se considera como un producto nada nocivo para el medioambiente según la Unión Europea y no es considerada como un biocida. La modificación por este método transforma la madera en un color más oscuro (marrón y negro según el grado). Ofrece una gran durabilidad contra todos los tipos de descomposición a través de hongos e insectos, así como la reducción de la humedad, alta estabilidad dimensional e incremento de la dureza. El color negro es bastante atractivo, por lo que esta madera es atractiva para el mobiliario de interior, como por ejemplo para cocinas y baños.