En clave de opinión: El gen del mono que ahorraba energía
Ibon Linacisoro28/11/2007
Sin las aportaciones de la química, nuestra esperanza de vida apenas superaría los 40 años. Claro que tampoco esto debe quitarnos el sueño y si nos lo quita, no hay problema, recurrimos a la química. Hay química pensada para dormirnos, hay química para aburrir, para envenenar y para curar. La química lo tiene todo. Y luego están los monos. Los monos son graciosos y si estamos de mal humor no importa, recurrimos a los monos. Hay monos que atacan, monos que no atacan y monos que comen plátanos. Los monos lo tienen todo. Tienen tanto que incluso fueron los primeros en plantearse la importancia del ahorro energético.
Hoy los humanos nos vemos muy verdes a nosotros mismos, queremos conservar el planeta y sabemos que depredando como depredamos poco vamos a dejar para el futuro. Pero se ha sabido hace poco que los ancestros del hombre se convirtieron en bípedos para evitar esfuerzos.
Se conoce que un mono vago, caminando a cuatro patas, le insistió a un colega mono para que probara a andar a dos patas; vaya, que practicara el bipedismo. El colega, que además de muy mono era muy obediente y pusilánime, púsose sobre dos patas y anduvo. Y sin miedo al qué dirían continuó caminando, kilómetro tras kilómetro, hasta darse cuenta de que, sobre dos patas, ahora ya llamadas piernas, consumía un 75 por ciento menos de energía. Ahorraba además en cremas para los nudillos de las patas delanteras, ahora ya llamadas manos. ¡Y estaba más mono!
Un ahorro de un 75 por ciento de energía es mucho más de lo que cualquiera pudiera soñar para su país, para su familia, para su empresa, su oficina. En Power Gen, el certamen más importante de Europa dedicado al sector energético, que se celebró en la Feria de Madrid del 26 al 28 de junio, no se oyó hablar de la diferencia entre el consumo energético de un mono a cuatro y un mono a dos patas. Pero la noticia da qué pensar, incluso el propio nombre del certamen se refiere a un gen, sin concretar cuál. Es posible que llevemos precisamente en el gen lo del ahorro energético, incluso si lo hemos tenido mucho tiempo adormilado, el gen, el que llevó al mono a pensar en como gastar menos energía, lo seguimos teniendo los actuales seres humanos. Por eso apagamos la luz cuando abandonamos una habitación, el ordenador al terminar la jornada laboral y el televisor antes de ir a la cama. Porque el mismo gen que nos dice “no andes a cuatro patas, que gastas mucho” nos señala el camino correcto hacia la conservación del planeta. Es la simbiosis perfecta entre naturaleza y un ser humano, que ya cuando era cuadrúpedo quería ser bípedo y ahora que es bípedo quiere ser agua, fluir con su entorno. Be water my friend.