En clave de opinión: Renovar el sostén

Para el año 2020, el 25 por ciento de la energía primaria que se consuma en la Unión Europea debe ser de origen renovable, según determinó la Eurocámara en diciembre pasado. Asimismo, los europarlamentarios acordaron el establecimiento de objetivos sectoriales y diferenciados para la producción de electricidad, la producción de calor y frío, y la producción de biocarburantes, todos ellos obligatorios. Lo que de verdad debería ser renovable es la cabeza de cada uno, lo de dentro, no el cráneo continente sino el seso contenido, lo que sostiene nuestras ideas, nuestras formas de actuar. Si fuera renovable, tal vez incluso lograríamos consumir menos electricidad en nuestras casas, algo que a casi nadie, en su vida personal, le parece importante. Por un lado, porque son muchos los que piensan que el verdadero problema no está en el consumo doméstico sino en el industrial y, por otro, porque todavía el ahorro está asociado a una cierta condición tacaña del ahorrador. Pero si en algún mercadillo, aunque fuera online, se pudiera uno renovar lo de dentro, unas cuantas cosas podrían cambiar. Es más, un plan Renove para el seso podría incluso ser la gran idea de nuestro siglo. Es decir, como no hay forma de hacer cambiar mi forma de pensar, me la renuevo, me implanto una más actualizada, con menos prejuicios, más apertura de miras y más ganas de salvar el planeta. No todo está perdido: como se puede ver en las noticias de este ejemplar, el sector químico español reduce un 84% sus vertidos y un 56% sus emisiones, lo cual hace temblar la teoría del seso renovable, porque a veces parece que no hace falta. Claro que eso ocurre sólo en ocasiones muy ocasionales, y por lo tanto, a pesar de las dudas, afirmamos aquí, rotundamente, que el Plan Renove para la materia blanda que rellena la cavidad ósea de la parte de arriba de nuestros cuerpos es poco menos que imprescindible para sostener el planeta. Renovar para sostener, el Renove para el sostén del planeta, que no es otro que el cerebro humano, porque todo lo que sube, baja, sostengamos el sostén.